martes, 31 de octubre de 2017

EN CÓRDOBA GOBIERNA LA MAFIA


Para el referente local de Elisa Carrió

Por Redacción LAVOZ, 31-10-17

Aunque su referente nacional, Elisa Carrió, elogió días pasados al gobernador Juan Schiaretti, el dirigente cordobés Gregorio Hernández Maqueda cuestionó en duros términos a las gestiones provinciales peronistas. “En Córdoba gobierna la mafia”, aseguró quien ocupó el octavo lugar como candidato a diputado nacional de la lista de Cambiemos.

“Soy un político cristiano y eso significa hablar con la verdad. Eso por ahí molesta a una sociedad hipócrita y a una clase política corrupta que está acostumbrada a los aduladores o la falsedad. Entonces, cuando uno habla con la verdad, molesta a algunos”, dijo anoche Hernández Maqueda al programa Voz y Voto.

Durante la última campaña electoral, Hernández Maqueda ya había cuestionado y sembrado dudas sobre la transparencia de las gestiones peronistas de José Manuel de la Sota y de Juan Schiaretti. Esto generó que entre otros Gabriel Frizza, tercer candidato de Cambiemos, tomara distancias de esos dichos.


Anoche, el dirigente que es denominado como un “lilito” hasta por sus colegas de alianza, redobló la apuesta. “En Córdoba hay que recuperar todo lo que se han robado. Estamos siendo gobernados por un sistema mafioso. Es muy fácil relacionar a la corrupción sólo con el kirchnerismo. Este sistema mafioso ha tomado a las instituciones. En la provincia, (Alejandra) Gils Carbó es Gustavo Hidalgo (juez anticorrupción), que incurre en encubrimiento agravado por no investigar ninguno de los casos de corrupción que existen en el Gobierno provincial”, concluyó el dirigente.
Críticas: Tribunales

“Hay que limpiar al Poder Judicial de Córdoba”.

Para Gregorio Hernández Maqueda, el Poder Judicial provincial encubre casos de corrupción. “No hay que aplaudir al presidente Macri por su lucha contra las mafias. Hay que limpiar al Poder Judicial provincial”.



LO MEJOR ES LA BOLETA ÚNICA DE PAPEL



La Voz del Interior, 31 de octubre de 2017 

Delia Ferreira Rubio, titular de Transparencia Internacional y especialista en reforma política, opinó que en las últimas Paso “nos tomaron el pelo” y consideró que las primarias “se podrían eliminar y no cambiaría nada”.

Transparencia Internacional es la ONG más importante a nivel internacional en la lucha contra la corrupción, y la cordobesa Ferreira Rubio fue elegida presidenta de la organización.

–¿Se justifican las Paso teniendo en cuenta que en las últimas no hubo prácticamente competencia de candidatos en los partidos?


–El objetivo era que la ciudadanía participara en la elección de los candidatos. En estas últimas Paso, mi objeción –y por eso dije que había que votar en blanco– es que, en realidad, nos habían tomado el pelo, porque no había nada que pudiéramos decidir los ciudadanos en la mayoría de los distritos y en la mayoría de las fuerzas, porque la propia dirigencia había dicho cuáles iban a ser los candidatos y había que ir a decir sí o no. Creo que se podrían eliminar y no cambiaría nada.
–¿El voto electrónico garantiza la transparencia del proceso electoral?
–No garantiza nada. El voto electrónico es el peor negocio que podemos hacer. De hecho, sólo tres países en el mundo usan voto electrónico: Brasil, Venezuela y la India. El resto vota con boleta única de papel con distintas formas de marcar y distintas formas de contar. En Estados Unidos, sólo el 35 por ciento del padrón usa voto electrónico.

–¿La mejor opción es la boleta única de papel?

–Eso es lo que usan en el mundo, y los que han tenido voto electrónico ya han vuelto a la boleta única de papel. La que usa Córdoba es absolutamente clara. Si se pone boleta única de papel a nivel nacional, el siguiente paso es ver qué diseño hay que hacer. Córdoba aprobó una ley entre gallos y medianoche que nos abre las puertas al voto electrónico; los expertos nos opusimos, pero nadie nos escuchó.

–Qué otros puntos debería incluir la segunda parte de la reforma?

–Financiamiento de la política y excluir al Ministerio del Interior del manejo de las elecciones. En el financiamiento, hay mucho por hacer para transparentar y para controlar realmente el origen de los fondos. Hay que empezar por bancarizar, para saber cuál es el origen de los aportes.

–¿La detención de Julio De Vido es un avance en la lucha contra la corrupción?

–El despertar de la Justicia argentina, por ahora parece eso: un despertar. Es una buena señal en el camino para terminar con la impunidad. Es una condición para tratar de terminar con la corrupción. En particular, la detención de De Vido me pareció un circo. Lo que espero son sanciones después del debido proceso.

–En Brasil, con el Lava Jato, fueron presos empresarios por la corrupción. ¿Sería significativo que acá pasara lo mismo?

–Sin dudas. No sólo significativo, sino necesario. En Transparencia, decimos que la corrupción es como el tango: hacen faltan dos para bailar, y hay que sancionar a los dos.

–¿Y por qué cree que acá no cayó ningún empresario?

–Acá hay empresarios vinculados a todos los sectores políticos. Si la Justicia se pone en serio, los empresarios son los segundos.

Boleta, Justicia y fondos de campaña

Los ejes del pedido de Poder Ciudadano a Mauricio Macri.

Con el impulso de Poder Ciudadano y de otras organizaciones, se le envió una nota al presidente Mauricio Macri en la cual se recomienda el sistema de votación a través de la boleta única de papel, por considerarlo el sistema más aplicado en el mundo y con éxitos en Córdoba y en Santa Fe.


También se le pide quitarle al Ejecutivo cualquier facultad en la administración electoral y que el Poder Judicial organice el proceso electoral. Por último, reclaman reformar el sistema de financiamiento de los partidos.

domingo, 29 de octubre de 2017

LOS ERRORES DE MEDICIÓN DEL DESARROLLO


POR BJØRN LOMBORG
La Nación, 23-10-17

Se ha creado un nuevo tablero que pretende calificar el grado de avance de los países en los Objetivos para el Desarrollo, pero poco nos dice sobre los grandes retos de la humanidad. En su lugar, pone en evidencia las insuficiencias de la desenfocada agenda global que hoy se sigue para el desarrollo.

El nuevo e importante informe, supervisado por Jeffrey D. Sachs y publicado por la Red de Soluciones Sostenibles de las Naciones Unidas y la Bertelsmann Stiftung de Alemania, grafica en colores el avance de los países en su implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la importante agenda que sucedió a los muy eficaces Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) hace 18 meses. El verde indica que todos los indicadores de un objetivo se han logrado satisfactoriamente, mientras que respectivamente el amarillo, el naranja y el rojo apuntan a distancias crecientes para alcanzarlo.

Se podría esperar que la calificación revelara cuán bien los países ricos asignan su ayuda para el desarrollo y cómo los países con menos recursos destinan sus fondos propios para asegurar que más gente tenga acceso a educación, atención médica, seguridad alimentaria y un ambiente seguro y limpio, es decir, los retos fundamentales para el desarrollo del planeta.

En lugar de ello, el índice nos muestra que Camboya (donde más del 20 % de la población vive con menos de $1,90 al día) obtiene un verde, superando a una España naranja, en la implementación del ODS 1: “Acabar con la pobreza en todas sus formas en todo el planeta”. En cuanto a eficiencia gubernamental, el informe afirma que Italia lo está haciendo peor que todos los países, excepto Venezuela (tiene una calificación más baja que Burundi o incluso Siria) en una lista encabezada por Singapur y, lo que es más sorprendente, Ruanda.

Estados Unidos alcanza una sorprendente cantidad de rojos y amarillos, y sale en el número 42 del total de 157 países. De hecho, no logra verde en ninguno de los 17 ODS y comparte este dudoso honor con Grecia, Italia, Letonia, México, España y Turquía, entre otras naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). (En contraste, Yemen, país asolado por la guerra, obtiene verde tanto para “Acción climática” como “Colaboración para el logro de los objetivos”).

Es popular y fácil atacar a Estados Unidos, pero los contribuyentes de ese país representan casi un cuarto de todo el dinero destinado a la ayuda directa para el desarrollo. Pareciera que un informe que da al mayor donante global la clasificación más baja posible para “Colaboración para el logro de los objetivos” tiene algunos problemas de fondo. (Birmania, Uzbekistán y Arabia Saudita comparten marcas verdes en esta categoría).

Tras todo esto hay un problema mayor: la agenda actual para el desarrollo está tratando de serlo todo para todos. Los ODM funcionaron porque eran pocos y muy específicos, mientras que los ODS abarcan 169 metas, lo cual resulta preocupante por su dispersión.

Estados Unidos obtiene un poco destacado amarillo para el ODS 3, que cubre la sanidad y el bienestar. ¿Por qué? La expectativa de vida en EE. UU. es relativamente alta y la mortalidad neonatal y maternal relativamente baja, pero resulta que su puntuación general cae por su alto número de muertes en accidentes de tráfico. Sin embargo, mezclar accidentes automovilísticos en Ohio con mortalidad neonatal y prevalencia del VIH no hace más que enturbiar la agenda para el desarrollo internacional.

Y Australia recibe un rojo en el ODS “Acabar con el hambre”, no debido a altos niveles de inanición ni deficiencias de micronutrientes, sino a sus altos índices de obesidad y los menores rendimientos de su agricultura extensiva.

No hay duda de que la obesidad y la eficiencia agrícola en los países ricos son importantes. Pero al intentar que tanto los países desarrollados como en desarrollo tengan problemas que solucionar, perdemos de vista de lo que realmente importa: unas 795 millones de personas en el mundo no comen lo suficiente como para tener una vida activa y saludable. Eso es cerca de uno de cada nueve habitantes de la Tierra, la vasta mayoría en países en desarrollo, donde un 12,9 % de la población está desnutrida.

Solucionar las deficiencias de micronutrientes fue uno de los 19 objetivos específicos identificados por un panel de economistas premiados con el nobel que estudiaron las maneras más eficaces en función de los costes para ayudar a la gente, proteger el planeta e impulsar la prosperidad. Objetivos como el logro del acceso universal a los anticonceptivos y la planificación familiar, acabar con la tuberculosis para el 2030, un comercio global más libre, poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles y proteger los arrecifes de coral ayudarían a mejorar el medioambiente y miles de millones de vidas.


Los análisis demostraron que centrarse en los 19 objetivos principales lograría cerca de cuatro veces más en términos de bienestar que tratar de distribuir fondos entre los 169 objetivos. En su lugar, los gobiernos están haciendo frente a esta enorme cantidad de metas. Como admite el índice de ODS, “los países parecen verse en dificultades para implementar toda la gama” de indicadores.

Hoy los países mismos están haciendo la priorización que la ONU no pudo hacer. Es imposible que logren los 169 objetivos de una sola vez, por lo que se centran en solo algunos de ellos. El peligro real es que no sean los objetivos para los que se podría lograr el mayor bien por dólar, libra, rupia o peso, sino los que tengan el mayor atractivo para los medios, atención de las ONG o interés de las grandes empresas.

Necesitamos llevar la agenda para el desarrollo a sus temas más básicos y centrarnos en las áreas donde cada dólar gastado pueda lograr lo mejor para la humanidad. Solo así un tablero de puntuación nos ayudará a lograr el máximo avance en estos temas.


Bjorn Lomborg es director del Centro de Consenso de Copenhague y profesor visitante en la Escuela de Negocios de Copenhague. © Project Syndicate 1995–2017

CHINA: EL RETORNO DEL IMPERIO


Felipe de la Balze
Clarín, 29-10-17

El XIX Congreso del Partido Comunista Chino concluyó esta semana con la reelección de Xi Jinping como líder supremo de su país. El Congreso fue una virtual coronación del presidente y reforzó su control sobre el Partido, las fuerzas armadas y el aparato de seguridad. El nombramiento de sus lugartenientes en posiciones claves y la incorporación formal de “sus pensamientos” en la Constitución (como lo hizo Mao en su momento) vaticinan un proyecto de poder ambicioso y de largo aliento.

El presidente Xi es quizás el líder más poderoso en el escenario internacional actual. Es un hombre del Partido. En su discurso inaugural sostuvo: “Solo el socialismo puede salvar a China y solo la reforma puede desarrollar a China, el socialismo y el marxismo”.

Es también un nacionalista tradicional. Concluyó su discurso con un llamado “a la gran revitalización de la nación china”, “a la modernización y reunificación de la Patria” y “a China como gran potencia mundial”.

Durante su primer quinquenio en el poder (2012-2017) el Sr. Xi afianzó y centralizó el mando, purgó a sus principales rivales y promovió alrededor de su persona un culto a la personalidad que no tiene precedentes después del fallecimiento de Mao en 1976. Su vigorosa y popular campaña contra la corrupción llevó a la cárcel a más de 150 altos líderes del Partido, incluso a varios de sus principales competidores.

Xi Jinping se propone ahora profundizar las políticas iniciadas durante los últimos años. En lo económico, fortalecer aún más el rol del Estado. La empresa privada y el mercado son promovidos pero en el marco de un planeamiento estatal de largo plazo, de un rol creciente para las empresas públicas y de una participación extensa del Partido en la gestión privada de los negocios. Vale la pena mencionar que la mayoría de los empresarios más ricos del país son, o han sido, miembros activos del Partido Comunista y a menudo forman parte de sus órganos decisorios.

En lo político, Xi enfatiza el rol del Partido como “la columna vertebral de la Nación que debe liderar el gobierno, las fuerzas armadas, la sociedad, la educación y todos los aspectos de la vida social”. El régimen se volvió más “leninista” y autoritario respecto al control que ejerce sobre la sociedad. El lento proceso de liberalización político y extensión de las libertades personales iniciados durante la década de 1990 se revirtió.

Silenciar a los críticos, perseguir oponentes y controlar el acceso y la difusión de la información que circula por Internet se han vuelto moneda corriente. La libertad de opinión, la protección de los derechos humanos y el derecho a ejercer la oposición están severamente regulados.

En el campo de la política internacional habrá que acostumbrarse a una China activa y vigorosa en la defensa de sus intereses y ambiciones internacionales. El presidente Xi promueve la modernización y fortalecimiento del Ejército Popular Chino así como la expansión de los intereses territoriales chinos en los casos de Taiwán (considerada por el régimen como una provincia irredenta) y en los mares del Este y Sur de China. En ambos casos sus objetivos entran en conflicto con los intereses de otros países ribereños y con los de Estados Unidos, cuya Séptima Flota garantizó durante los últimos 70 años la libre navegación regional.

En el campo del comercio internacional, China sostendrá el statu quo actual que abrió las puertas al crecimiento dinámico de su economía durante las últimas tres décadas. Simultáneamente, se propone extender su influencia económica mundial a través de un ambicioso programa de inversiones en infraestructura. Esto le facilita la integración física y económica con sus vecinos asiáticos (la Ruta de la Seda), provee trabajo a sus grandes empresas constructoras y asegura el acceso a materias primas (petróleo, cobre, mineral de hierro, soja, etc.) provenientes de Rusia y varios países de África y América Latina, (inclusive de la Argentina).

Su gobierno tendrá que resolver durante los próximos años desafíos económicos, políticos y diplomáticos de envergadura. Su economía se está desacelerando y los niveles de endeudamiento total (casi 300 % del PBI) son claramente excesivos. Impedir la ocurrencia de una grave crisis financiera requiere introducir profundas reformas estructurales que van a contramano de la ideología y los intereses del Partido gobernante.

En el campo internacional, las tensiones con los Estados Unidos irán en aumento tanto en el área del comercio como en los temas estratégicos/militares (Corea del Norte, tensiones en los mares del Sur y Este de China, etc.).

Para consolidar su posición económica y política, China ha elegido el camino de un gobierno centralizado, ideológicamente unificado y gestionado por un líder fuerte. La experiencia histórica de los últimos doscientos años muestra que en el largo plazo la modernidad y el autoritarismo no conviven con facilidad. La travesía inicial del autoritarismo suele ser gloriosa pero los finales –marcados por la convulsión interna o por la guerra externa- suelen ser traumáticos y dolorosos.


Felipe de la Balze es académico y analista internacional.

CARDENAL SARAH

 Las naciones tienen derecho a defenderse de los emigrantes que las desestabilizan

catolicos-on-line, 28-10-17

El cardenal Robert Sarah ha asegurado en Polonia que todas las naciones tienen derecho a distinguir entre refugiados genuinos y migrantes económicos que no comparten la cultura de esa nación.

El purpurado africano intervino el pasado domingo en el Congreso Europa Christi, celebrado en Polonia. Allí comentó precisamente la negativa del país eslavo a aceptar la «lógica» de la redistribución de migrantes que «algunas personas quieren imponer».

Según la revista polaca Gosc, el cardenal Sarah agregó que, si bien cada migrante es un ser humano que debe ser respetado, la situación se vuelve más compleja si pertenecen a otra cultura u otra religión y ponen en peligro el bien común de la nación.

Los líderes mundiales no pueden cuestionar el «derecho de cada nación a distinguir entre un refugiado político o religioso» que se ve obligado a huir de su propia tierra, y «el migrante económico que quiere cambiar su lugar de residencia» sin adaptarse a la nueva cultura en la que vive.

Individualismo liberal

«La ideología del individualismo liberal promueve una mezcla que está diseñada para erosionar las fronteras naturales de las patrias y las culturas, y conduce a un mundo posnacional y unidimensional donde lo único que importa es el consumo y la producción», dijo el cardenal.

Haciéndose eco del Papa Francisco, el cardenal dijo que las naciones europeas deben asumir parte de la responsabilidad si han desestabilizado a los países de los que los migrantes están viajando. Sin embargo, añadió, eso no significa cambiarse a sí mismos precisamente a través de la inmigración masiva.

Secularización de Europa

El cardenal Sarah también lamentó la secularización de Europa, diciendo que el continente ha estado en una crisis de civilización sin precedentes durante los últimos dos siglos, que comenzó con las palabras de Friedrich Nietzsche «Dios está muerto, y lo hemos matado».

«Europa ha estado desde entonces en una crisis continua causada, entre otras, por ideologías ateas, y ahora se está hundiendo en el nihilismo», dijo.

El cardenal dijo que después del colapso de la Unión Soviética, cuando muchas naciones recuperaron su libertad y democracia, parecía que había comenzado un nuevo período positivo para Europa. Sin embargo, la Unión Europea decidió no volver a las raíces cristianas del continente, sino que comenzó a construir sus instituciones en abstracciones tales como el mercado libre, la igualdad de las personas y los derechos humanos individuales.


Fue un error, dijo el cardenal Sarah, porque todas las leyes deberían basarse en el concepto de la dignidad humana, que solo puede provenir de Dios.

sábado, 28 de octubre de 2017

A 100 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA



por Mauricio Ortín
Informador Público, 28-10-17

A cien años del primer experimento de aplicación práctica de la teoría marxista, que impidió la democracia y culminó en estalinismo.

Si por Revolución Rusa se entiende la caída del régimen autocrático zarista a manos de aquellos que intentaron, sin éxito, establecer un sistema republicano de gobierno, entonces dicho acontecimiento debió celebrar su centenario el mes de marzo pasado (febrero en el calendario juliano). Si, en cambio y como es moneda corriente, se llama revolución al golpe de Estado (contrarrevolucionario) de la facción bolchevique contra la democracia en ciernes que se había iniciado en marzo, la fecha se corre para el 7 de noviembre (25 de octubre del calendario juliano). El zar Nicolás II y la dinastía Romanov fueron expulsados del poder por el gobierno provisional surgido del consenso de los partidos políticos en marzo de 1917. Lenin, Trotsky, Kamenev, Zinoviev y las principales figuras bolcheviques, para esa época se encontraban fuera de Rusia, a miles de kilómetros del lugar donde se desarrollaban los hechos, la ciudad de San Petersburgo.

Un conjunto de factores explosivos se conjugó entre marzo y noviembre de 1917. En las grandes ciudades, el reclamo de elementales derechos individuales se hacía sentir; por su parte, los pueblos no rusos subyugados al imperio pugnaban por su independencia; el campesinado (que constituía la mayoría de la población) exigía una reforma agraria que los hiciera propietarios; por último y fundamentalmente, el rechazo generalizado a un conflicto bélico que diezmaba a la población y la sumía en la miseria (la Primera Guerra Mundial). El zar Nicolás II, pésimo militar, contribuyó eficientemente a la debacle al asumir el mando de sus ejércitos. En el frente interno político tuvo similar desempeño al permitir la intromisión del monje Rasputín en los cruciales asuntos de Estado. Lo que desvaneció, entre propios, la poca autoridad que le quedaba. Rota la cadena de mandos, el ejército de andrajosos y famélicos entró en disolución. Los soldados mataban a sus jefes para desertar en masa y regresar a sus aldeas en estado de conmoción. Nicolás II abdicó y el gobierno provisional de Kerensky intentó construir poder y detener el desbande militar exhortando al patriotismo guerrero. Era lo último que querían oír los que estaban o venían del frente. El poder se encontraba al garete y, como siempre en estos casos, a merced de la facción que pudiera organizar una fuerza represora lo suficientemente brutal, dadas las circunstancias, que impusiera el codiciado orden para dar por finalizada la angustia que genera el vacío de poder.

Lenin, el líder de los bolcheviques, había esperado esta oportunidad toda su vida. No la desaprovecharía. Supo interpretar como ninguno el desconcertante caos político-social y sacar las conclusiones correctas en relación a lo que se debía decir y hacer para tomar “el cielo por asalto”. Prometió, en caso de acceder al poder, entregar la tierra a los campesinos; conceder la autonomía a los pueblos no rusos que la demandaran; y, principalmente, declarar unilateralmente el fin de la guerra. Tales promesas no fueron suficientes para ganar la adhesión de las mayorías (los bolcheviques siempre fueron minoría); sin embargo, tuvieron el efecto de posicionarlos, de hecho, en la dirección de los acontecimientos. No fueron las masas las que tomaron el Palacio de Invierno, sede del gobierno provisional, sino un comando bolchevique que no encontró resistencia. El primer experimento marxista había comenzado. Lenin, Trotsky y los bolcheviques aplicarían su diseño de ingeniería social a 130 millones de personas como si fueran conejillos de indias.
El ineludible exterminio hasta sus cenizas del capitalismo “criminal” daría paso al “hombre nuevo” que el “profeta de Tréveris” (Marx) había anunciado. Nada era más importante ni nadie debía interponerse ante semejante objetivo y para ello contaban con una herramienta: “el terror de masas”. La primera medida del gobierno de Lenin fue la creación de la Cheka: la policía secreta con amplísimos poderes y casi sin límite legal alguno dirigida por el comisario Feliks Dzerzhinski. Su función, “suprimir y liquidar” todo acto “contrarrevolucionario” o “desviacionista”. Entre 1918 y 1922, durante el “Terror Rojo”, la Cheka asesinó a un millón de personas por motivos políticos o religiosos (la Rusia zarista ejecutó entre 1825 y 1917 a 6.321 personas). Como la revolución tampoco era compatible con la libertad de prensa se amordazó a la oposición. Lenin falleció en 1924. Le sucedió el siniestro Stalin: el esteta del terror que hizo de éste un sofisticado arte.


La Revolución Rusa (bolchevique) se ha convertido en un tipo clásico del golpe de Estado. Tiene la virtud de mostrar cómo un conjunto relativamente minoritario de políticos profesionales, dado un contexto de conmoción social, puede, si actúa con decisión, audacia y absoluta falta de escrúpulos, adueñarse del poder frente a una mayoría de pusilánimes. La puesta en práctica de las ideas de Marx devino en tragedia bíblica para los millones de rusos, ucranianos, cosacos, tártaros, georgianos que, asesinados, torturados, esclavizados en los Gulag o simplemente cautivos del régimen, las sufrieron. Eso y no otra cosa fue la tristemente célebre Revolución Rusa. Ello, sin embargo, no ha sido óbice para que los que se consideran de izquierda continúen presumiendo de superioridad moral. Es que, el marxismo, aunque lo simule, no es una ciencia sino una fe. En ese sentido la Revolución Rusa es un ejemplo más de las consecuencias amargas de mezclar religión y política.

CUÁNTAS PERSONAS HAY EN 1 KM2


Mónaco:                19.307

Bangladesh:            1.252

Japón:                        348

Italia:                         206

China:                        147

Francia:                      122

México:                        66

Argentina:                     16

Rusia:                              9

Fuente: Banco Mundial
La Nación, 28-10-17

EL CASO MALDONADO Y LOS DERECHOS HUMANOS



Pedro Güiraldes
Ingeniero civil

La Nación, 28-10-17

Era un secreto a voces, pero ya no lo es más. A las primeras revelaciones de Julio Blanck en el diario Clarín se sumaron las de Elisa Carrió y las declaraciones del propio juez Lleral, lo que desencadenó un verdadero aluvión de notas, columnas y editoriales en todos los medios de prensa televisiva, oral y escrita, e innumerables mensajes y comentarios en las redes sociales.

Todo indica que los usurpadores del Pu Lof Resistencia Cushamen, el RAM y algunas de las organizaciones de derechos humanos locales supieron, desde el primer día, que Santiago Maldonado había perdido la vida el 1° de agosto, mientras cruzaba el río Chubut y luego de que el invisible "testigo E" le soltara la mano, a pedido del joven que murió ahogado.


Han existido dos investigaciones simultáneas. Una primera, la oficial, llevada adelante por la Justicia, dirigida a conocer el paradero de Santiago y encontrar la verdad. Y una segunda, la paralela, concebida, dirigida y convenientemente manipulada por quienes se han apropiado de la causa de los derechos humanos en la Argentina desde 2003, en función de tiempos y expectativas electorales, con la vil pretensión de favorecer a Cristina Kirchner.

La operación de las organizaciones de derechos humanos, travestidas en un verdadero holding internacional al comando de Horacio Verbitsky desde la presidencia del CELS, contó con el habitual e interesado apoyo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, el Serpaj, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y la Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires junto a otras cada día más desprestigiadas organizaciones. Aquellas mismas que, hasta hace sólo algunos años, eran respetadas y admiradas, y a las que los sucesivos gobiernos kirchneristas corrompieron profundamente, confiriéndoles un poder desmesurado y recursos económicos sin límite, a cambio de apoyo para obtener impunidad para el saqueo de la Argentina.


Resulta también escandaloso que a esta verdadera canallada -que Elisa Carrió calificó como "macabra" y a la que le cabe más ajustadamente tener por perversa- se hayan sumado, una vez más, la CIDH, la Acnudh y hasta Amnesty International, entre otras agencias y organizaciones internacionales.

El Gobierno está ahora obligado a exigir las explicaciones, los pedidos de disculpas y la rectificación de políticas por parte de organizaciones y dirigentes, cuya parcialidad manifiesta en este caso y en otros anteriores es inexplicable y sólo podrá aumentar el creciente desprestigio de las organizaciones de derechos humanos locales.


Desde el 1º de agosto pasado, la célula terrorista pretendidamente mapuche del Pu Lof Resistencia Cushamen, el RAM y las organizaciones de derechos humanos -con el CELS a la cabeza- parecen no haber hecho otra cosa que plantar u ocultar pruebas, preparar y hacer declarar mentiras a falsos testigos, obstruir la investigación, exigir y obtener poder de policía sobre la parcela usurpada, como si se tratara de la soberanía de un estado independiente sobre su territorio nacional, sosteniendo para eso el pretendido carácter de "tierra y aguas sagradas" de las muchas hectáreas ocupadas y del río Chubut, disparate que fuera lamentablemente admitido y tolerado por el coro de los políticamente correctos, que actuaron a la manera de idiotas útiles al servicio de los objetivos e intereses de aquellos.

La actitud de la familia debe quedar indulgentemente amparada por el dolor, lo que no exime de responsabilidades a su principal vocero y representante, Sergio Maldonado, por sus errores y omisiones en el trágico caso de su hermano.

La muerte de Santiago Maldonado debe esclarecerse hasta sus últimas consecuencias y los eventuales culpables de los delitos colaterales que pudieran probarse deben ser castigados por la Justicia con todo el rigor de la ley.

Para eso, las investigaciones y los procesos judiciales que están en curso deben enfocarse también en la actuación de las organizaciones de derechos humanos locales e internacionales y de sus dirigentes.

Quedó en claro que estas organizaciones pusieron más énfasis y esfuerzo en tratar de probar el carácter de desaparición forzada de Santiago Maldonado y en buscar a los culpables de tal delito, que en determinar su estado y paradero. Y ahora, encontrado ya el cuerpo, parecen contrariados ante la falta de evidencia de golpes o violencia en el cadáver que surge de la autopsia. Ya no podemos alentar la esperanza de que Santiago esté vivo, lo que parece hubiera sido la peor de las alternativas para los apropiadores de los derechos humanos en la Argentina, por terrible que sea pensarlo y, ni qué decir, escribirlo.

El gobierno del presidente Macri está a punto de convocar a un gran acuerdo nacional para un ambicioso plan de reformas. Una política de Estado para los derechos humanos que esté a la altura de los más nobles ideales del siglo XXI y que tome como modelo aquellas de las naciones con más altos índices de desarrollo humano del planeta debe estar incluida en el acuerdo en ciernes. Es hora de que el Gobierno sea el principal protagonista, promotor y defensor de los derechos humanos en la Argentina. Para eso será necesario desplazar y reemplazar a quienes, desde 2003, han orientado, dirigido y llevado adelante una política de derechos humanos anacrónica, parcial, incompleta, sesgada, ideologizada y siempre alineada con intereses políticos y electorales, cuando no con el mero interés económico de sus integrantes. Para limpiar estos verdaderos "establos de Augías", la tarea que se requiere es titánica. Para eso se debe recurrir a las aguas limpias, transparentes y sin intereses ocultos propias de la causa universal de los derechos humanos.



LA CORRUPCIÓN NO ES DE HOY



El hombre que compró 38 estancias con dinero mal habido

Roberto Elissalde
 LA NACION, 28-10-17

Hace mas de seis décadas, el historiador Raúl Alejandro Molina, estudioso de los siglos XVII y XVIII, se dedicó a investigar algunos personajes del primitivo Buenos Aires. Uno de ellos, Juan de Vergara, un sevillano de rancia hidalguía andaluza que pasó al Nuevo Mundo seguramente deseoso de adquirir fortuna, siendo muy joven en compañía de sus hermanos. Después de recorrer La Habana, Portobelo, Lima y la Villa Imperial de Potosí, se afincó en Tucumán, donde se casó ya cuarentón en 1603 con una rica heredera, como lo haría dos veces más a la muerte de sus esposas.


Pasó a Buenos Aires como secretario del notario Juan Pedrero de Trejo, encargado de investigar el contrabando en el puerto local, finalmente se hizo vecino y el gobernador Hernandarias lo nombró en 1609 teniente de gobernador, por su conocimiento de las leyes y habilidad política, cualidad ésta de la que él carecía.

Entabló íntima amistad con el tesorero Simón de Valdez, y Diego de Vega, y en tiempos del gobernador Diego Marín Negrón y su sucesor Mateo Leal de Ayala, organizaron entre 1612 y 1615 una red de contrabando en gran escala (la más famosa de América); usando a magistrados, con elecciones fraudulentas, llegando hasta el asesinato del gobernador Marín y de Domingo de Guadarrama, el segundo de Hernandarias. Cuando éste regresó al poder en 1615 puso las cosas en orden y lo mandó a los tribunales del Perú, pero el proceso sufrió una parálisis completa por más de un año. En 1618 volvió a Buenos Aires absuelto de culpa y cargo, y cometió aún mayores crímenes, por casi una década, con la complicidad de inescrupulosos funcionarios o timoratos magistrados judiciales. En 1628 vuelve Hernandarias y encarcela a Vergara y lo remite a la Audiencia, pero hombre de suerte, se beneficia por una amnistía real otorgada por el nacimiento del príncipe Baltasar y regresa a la ciudad, donde mantiene su influencia hasta 1648, en que el gobernador Jacinto de Láriz lo destierra a Mendoza donde muere dos años después.


El fruto de sus fraudulentos negocios fue detatallado en el testamento. Además de los bienes inmuebles en Buenos Aires, las prendas de uso personal y mobiliario, onzas de oro, detalla sus 38 estancias, que lo convertían en el más poderoso terrateniente de la época, pobladas con 6000 ovejas y 5000 vacunos, atendidas por 75 esclavos, con casas amobladas a todo lujo y capilla, corrales y arboledas, en alguna de las cuales solía pasar largas temporadas.

La más grande sobre el río de las Conchas, llamada Chácara Grande. Eran unas diez leguas cuadradas, unas 23.000 hectáreas que abarcarían en la actualidad parte de Boulogne y Pacheco hasta San Fernando y San Isidro. Otra en Arrecifes, en el camino a Santa Fe, una chacra en el pago de la Magdalena, y "otras muchas estancias y tierras que tengo" en las Conchas y sobre el río Luján, otra en la "Isla del Gato", actual ciudad de La Plata. En total unas cien leguas cuadradas dentro de los límites de la provincia de Buenos Aires.


Pero Juan de Vergara no disfrutó de ellas al final de sus días; lleno de privaciones murió a fines de octubre de 1550, frente a los Andes, lejos de sus bienes y fortuna, de sus estancias en la pampa, todo obtenido a costa del delito y aun de la vida de quienes se opusieron a su breve omnipotencia terrenal.

CÓMO LOS FAMILIARES Y AMIGOS CERCANOS A PUTIN AMASARON UNA FORTUNA DE 24 MIL MILLONES DE DÓLARES


El círculo íntimo del poderoso presidente ruso mantiene negocios multimillonarios con el Estado y el sector energético, y muchos de sus miembros han quedado ligados al escándalo de los Panama Papers por sus esfuerzos para lavar este dinero

Infobae, 28 de octubre de 2017

Vladimir Putin se ha convertido en uno los líderes rusos más longevos en el poder, alternando entre la presidencia y el primer ministerio desde 1999 hasta la fecha sin pausa ni competencia interno.
Pero aunque parezca ser el único hombre fuerte del inmenso país, una red de amigos y colaboradores sostiene su gobierno al mando de las unas dos superpotencias del mundo, o al menos su vasta fortuna.

El periódico independiente Novaya Gazeta acaba de revelar que este círculo íntimo del mandatario ha recolectado unos 24 mil millones de dólares en hechos de corrupción vinculados a la obra pública y los contratos de explotación de recursos naturales, especialmente gas y petróleo en torno a la empresa estatal Gazprom.
Sólo la fortuna personal de Putin se calcula en 200 mil millones, en las estimaciones más altas, y varios de su colaboradores han aparecido en la filtración llamada Panama Papers por un esquema de lavado de dinero que alcanza a los 2 mil milllones de dólares, según reportó el periódico Moscow Times.

Esto incluye a Sergei Roldugin, músico y amigo de la infancia del presidente, que apareció en las listas como presidente de varias de las compañías involucradas en el lavado.
Novaya Gazeta publicó su estimado en base a un informe del Proyecto de Reporte de Corrupción y Crimen Organizado (OCCRP, en inglés), un grupo de investigadores, medios y centros que monitorean hechos ilícitos en Europa el Este, Asia Central y Centroamérica.
La investigación del OCCRP indica que Roldguin y otras dos figuras cercanas a Putin serían testaferros del presidente que no pueden justificar las vastas fortunas que amasan. De hecho no tienen puestos en el gobierno, no manejan empresas, ni tienen empleos bien pagos o siquiera viven vidas de lujo.

Uno de ellos es Mikhail Shelomov, hijo del primo de Putin, que posee una fortuna de 573 millones de dólares y trabaja en un cargo bajo en una empresa petrolera estatal. Su sueldo: 700 dólares al mes.
Mientras que Pyotr Kolbin, valuado en 550 millones de dólares, es un ex carnicero y compañero de aventuras juveniles del líder del Kremlin.
Además de estos tres presuntos testaferros, numeroso amigos íntimos de Putin amasaron fortunas en su gobierno. Tal es el caso de Yuri Kovalchuk, dueño del Banco Rossiya e incluido en una lista de sanciones de Estados Unidos, cuya fortuna se estima en mil millones de dólares, o los hermanos Arkadiy y Boris Rotenberg, amigos de la infancia del presidente y dueños de una empresa de construcción ligada al estado y valuada en 3.600 millones de dólares.

La familia es también importante para el mandatario. Sus hijas Katerina Tikhonova y Maria Putina ocupan cargos importantes en el gobierno y sus esposos manejan empresas ligadas al Estado, mientras que el primo de Putin, Igor, formó parte del esquema de lavado develado por Novaya Gazeta.

Un enorme país marcado por los recursos naturales y la corrupción

La trama de corrupción rusa sigue de cerca la historia reciente del gigante euroasiático, que tras el caos de la caída de la Unión Soviética (URSS), en 1991, vivió una era de gobiernos y leyes débiles, privatizaciones masivas en medio de esquemas de corrupción y la dependencia en la exportación de recursos petroleros y mineros que dio lugar al surgimiento de una nueva oligarquía.

Esta situación dio como resultado que el ex estado comunista, con propiedad colectiva de los medios de producción, pasara rápidamente a convertirse en uno de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo.
La disolución de la Unión Soviética en 1991 marcó una era leyes débiles, corrupción y el surgimiento de una oligarquía ligada a los recursos naturales, especialmente gas y petróleo
En medio de esta situación Putin alcanzó lo más alto de la política rusa en 1999, cuando fue designado Primer Ministro, y desde entonces construyó su poder pactando con las oligarquías, permitiéndoles seguir ganando dinero a cambio de su apoyo para tener al país bajo control, según destacó la OCCRP.

Pero el ex hombre de la KGB se ha logrado mantener "limpio" de acusaciones o rastros hacia su fortuna, a pesar de que muchas de las personas más ricas del país mantienen vínculos estrechos tanto con el presidente como con la explotación de recursos naturales, que el Estado ruso controla en gran medida a través de sus empresas.

El hombre fuerte de la Federación Rusa

Putin nació en 1952 en Leningrado, actual San Petersburgo, hijo de un submarinista y una trabajadora industrial. En su juventud estudió derecho y se enroló en la KGB, la icónica agencia de inteligencia del estado soviético, siendo destinado a la Alemania Oriental por sus conocimientos del alemán.
Tras la caída de la URSS comenzó su carrera política como asesor de Anatoly Sobchak, co autor de la Constitución de la Federación Rusa que emergió en 1991 y alcalde de San Petersburgo.

Ocupó diferentes puestos en la administración de esta ciudad y saltó al gobierno del presidente Boris Yeltsin en 1997.

Yeltsin veía en Putin un sucesor y lo designó primer ministro en 1999, cargó que ocupó hasta convertirse en presidente de Rusia en 2000.


Desde entonces ha sido el líder indiscutido del país, retornando a ser primer ministro entre 2008 y 2012 del presidente Dmitry Medvedev sólo para cumplir con el límite constitucional a dos mandatos consecutivos, y volviendo a la presidencia en 2012.