domingo, 28 de mayo de 2017

PERÓN Y LA SUBVERSIÓN ARMADA



  Decreto secreto

por Hernán Andrés Kruse
Informador Público, 28-5-17


En su edición del 26 de mayo. el portal Infobae publicó un esclarecedor artículo de Claudia Peiró titulado “El decreto secreto en el que Perón acusó a la “subversión armada” de atacar la democracia “pluripartidista” y ordenó enfrentarla”.
Narra la autora: “El Estado argentino enfrenta la subversión armada de grupos radicalizados que buscan la toma del poder para modificar el sistema de vida democrático pluralista. Firmado: Juan Perón”.

En uno de sus últimos actos-murió el 1 de julio de 1974-el entonces Presidente de la Nación comunica la aprobación de “las directivas para los Conflictos graves número 1 denominado “Topo” y número 2 denominado “Yacaré”. El conflicto grave número 1 es el que corresponde a la definición del párrafo anterior: el desafío que representaba para el estado argentino el accionar armado de organizaciones que operaban en el país y que no habían depuesto las armas tras el fin de la dictadura de Lanusse.

El decreto secreto número 1.302, que el actual gobierno ha decidido desclasificar, llevaba la firma de Perón y de su ministro de Defensa, Ángel Federico Robledo, e iba destinado a los ministros del gabinete nacional, al secretario de informaciones de Estado, a los comandantes Generales, al subsecretario de planeamiento para la Defensa y al Jefe de Estado Mayor Conjunto. Es un documento histórico de gran importancia”, expresa la autora, “porque revela la opinión que tenía el entonces Presidente sobre las organizaciones armadas y su intención de combatir a la subversión con la ley y de un modo integral, no puramente militar. En el anexo I del decreto, titulado “Directiva para el planeamiento correspondiente al conflicto grave número 1 Topo”, se fija el objetivo:

“Eliminar las acciones subversivas violentas y no violentas, las causas que las provocan y consolidar espiritual y materialmente al régimen democrático como ámbito de realización integral del hombre”. La misión encomendada al “equipo interministerial coordinado por el Ministerio del Interior”-a cargo de Benito Llambí-fue la de “elaborar un plan plurisectorial que prevea acciones sobre la violencia, sobre sus causas y que tienda a fortalecer los valores del sistema democrático” (…)