viernes, 9 de diciembre de 2016

CONFUSIÓN


Brig. My. (R) VGM Guillermo Adolfo Donadille 

9-12-16

De las múltiples publicaciones que actualmente se ocupan del tema Malvinas, en una de éstas leí una nota que en principio me causó estupor y desde luego, como hombre de la Fuerza Aérea Argentina que me considero a pesar de estar en situación de retiro hace ya bastante tiempo, la noticia me produjo también un total de rechazo, para qué negarlo.

Este comentario se centra en lo aparecido en el sitio web Fundacion Malvinas número 1184 y la nota de este caso, tomada de ambito.com lleva por título "La sombra de un veto inglés cae sobre una licitación de Patricia Bullrich" siendo su redactor Edgardo Aguilera.

El contenido del escrito narra que peligra la compra de dos aviones previstos para desarrollar un "sistema de vigilancia aérea" a fin de "proveer a la Gendarmería de los medios tecnológicos e infraestructura adecuados para el combate del narcotráfico, contrabando, trata de personas y otros flagelos". El trabajo encarado (la compra de las dos aeronaves) al parecer está destinado al fracaso pues las ofertas prevén un radar de corto alcance (25 millas y lo pretendido por el Ministerio de Seguridad es una cobertura mayor a las 240 millas) y porque además, una buena parte de los componentes de los radares ofertados son de origen inglés y por tal razón los británicos niegan la venta de dicho material a los argentinos.

El sistema pretendido por el Ministerio de Seguridad, según el alcance exigido, se aproxima a un EWAC E3 Sentry actualmente en uso por los EEUU y algunos de los integrantes de la NATO; o como mínimo, a las capacidades entregadas por otro tipo de aviones, de menores características que el nombrado, pero totalmente aptos para configurar la denominada "alerta temprana" y conducir el guiado de la interceptación aérea propia. Interpretado cabalmente lo anterior surge de inmediato la pregunta: ¿El control del espacio aéreo argentino, ahora es una responsabilidad de la Gendarmería Nacional? ¿Las tareas derivadas del control del espacio aéreo (detección, identificación, interceptación, y llegado el caso, destrucción de un móvil aéreo hostil) son ahora responsabilidad de la Gendarmería?

Para aquellos que han pasado gran parte de su existencia perteneciendo a alguna de las tres organizaciones que componen las FFAA argentinas (Fuerza Aérea, Armada y Ejército) saben que las buenas y malas experiencias recogidas, quiérase o no, nos enseñaron que cada uno de estos organismos, por ley, deben satisfacer "responsabilidades principales" y "responsabilidades colaterales" o como ahora se denominen. Para el lector circunstancial de este breve escrito y con la finalidad de simplificar el entendimiento del mismo, las responsabilidades principales de cada Fuerza se dan en el ámbito natural de cada una, y por tanto y a título de ejemplo, no se encontrará una unidad de infantería terrestre en la Fuerza Aérea, o una unidad de cazas interceptores en el Ejército, o un regimiento de tanques en la Armada. Trabajar de esta manera, más allá del sentido común y la coherencia en materia de defensa nacional, sirve también para que cada uno compre material de acuerdo a sus responsabilidades y o no a las ocurrencias u desvaríos del momento.

El anterior razonamiento, simple de por sí, queda totalmente destrozado ante una realidad como la que origina esta nota, una Fuerza se Seguridad (Gendarmería Nacional) haciendo control del espacio aéreo. Me permito aclarar que esto no ocurre ni en los EEUU de América, única súper potencia mundial hasta el momento. Sobre el territorio nacional norteamericano, quien efectúa el control del espacio aéreo de manera coercitiva (cuando es necesario anular o controlar una amenaza de cualquier tipo) es la Fuerza Aérea de ese país y no el Ejército, ni la Armada, ni la Infantería de Marina, ni los Guarda Costas. No está demás resaltar que los EEUU disponen de bastante más presupuesto que nuestro país, no obstante y al parecer, lo cuidan mucho mejor que nosotros.

Se me ocurre que nuestros Ministerios de Defensa y de Seguridad, tienen algunas cosas que conversar.