jueves, 30 de junio de 2016

LA DEUDA PÚBLICA DEL GOBIERNO MACRI


Por Héctor GIULIANO
 (29.6.2016)

En el marco de su política de gobernar con deuda la administración Macri se ha embarcado en un proceso acelerado de re-endeudamiento y toma de deuda adicional, primordialmente externa.
Aunque no se cuenta con información oficial, se sabe que en lo que va del año el gobierno ha colocado más de 20.000 MD (Millones de Dólares), sólo en cabeza del Estado Central, sin contar las emisiones paralelas de obligaciones del Banco Central (BCRA), de las provincias y de empresas oficiales.

El stock de la Deuda Pública al 31.12.2015 – último dato del Ministerio de Economía (MECON, hoy Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas) – era de 234.200 MD (222.700 de deuda performing y 11.500 de holdouts).
A este monto falta sumarle los cupones PBI por 14.000 MD y adicionales no computados de holdouts por unos 10.000 MD más sobre los 11.500 conocidos.
Sin contar los intereses a pagar, que a esa fecha eran 74.100 MD y que constituyen en realidad una suma constante porque la deuda por capital o principal no se cancela sino que se refinancia en su totalidad a las fechas de vencimiento – hasta el último centavo - y además se toma deuda nueva, por lo que la masa de intereses es permanente y su importe tiene fuerte tendencia al crecimiento.

A fin del 2015 la Deuda Pública Externa era aproximadamente un 30 % de la Deuda Total pero esta proporción está aumentando velozmente como producto de las grandes colocaciones de nuevos bonos argentinos en el mercado de Nueva York y a tasas muy elevadas en moneda extranjera.
Con ello, obviamente, aumenta no sólo el stock de la deuda sino también sus intereses, que se pagan como gasto público corriente y contribuyen – también en forma rápidamente creciente – a incrementar aún más el déficit fiscal.
La emisión de los 16.500 MD para pago a los holdouts y otros destinos complementarios o menores - en Abril pasado – colocados a una tasa promedio del 7.14 % representa, por sí sola, un aumento de los intereses a pagar de unos 1.200 MD por año; que se sumarán así a los 10.000 MD de intereses anuales previstos para el corriente ejercicio y los sucesivos.
El Presupuesto 2016 – Ley 27.198 (aprobada por la administración kirchnerista a fines de Octubre pasado) – contempla un aumento de la deuda pública de 23.400 MD (68.000 de Amortizaciones contra 91.400 de nuevo endeudamiento).
A esto hay que sumarle ahora otros 12.500 MD para pago de los arreglos con los holdouts – según Ley 27.249, de anulación de leyes cerrojo para arreglo con los acreedores – lo que eleva el monto de la deuda a colocar este año a unos 36.000 MD.

El denominado Programa Financiero 2016 del gobierno Macri (del 27.4) – en realidad, un programa de endeudamiento financiero fiscal – prevé cubrir las necesidades de financiamiento de lo que resta del año en la siguiente forma: 3.000 MD con préstamos de Organismos Financieros Internacionales y Bilaterales, 10.850 MD (160.000 M$, Millones de Pesos) del BCRA por concepto de Adelantos Transitorios (AT) y transferencia de Utilidades Contables, 2.700 MD (40.000 M$) provenientes de la ANSES y otros Entes Públicos, 7.200 MD de colocaciones en el Mercado Externo, 8.000 en el Mercado Interno y 5.000 MD de otras fuentes): en total 36.750 MD.
Este desagregado de datos oficiales, sin embargo,  no sería completo, claro ni muy consistente con las cifras reales que dimanan de las propias informaciones gubernamentales:
a)    Según el Programa Financiero 2016 las Necesidades de Financiamiento citadas para el 2016 son de 36.750 MD y corresponden: 24.300 por Déficit Fiscal Primario y 12.500 por vencimientos de Capital e Intereses, de los que 9.000 pertenecen a Títulos Públicos y 3.500 a Organismos Internacionales/Bilaterales.
b)    El Mensaje del Presupuesto 2016 preveía un Superávit Fiscal de 5.800 M$ para este año, equivalente a sólo 550 MD, al tipo de cambio 10.60 $/US$.
c)    Ahora, en cambio, se proyecta el citado nuevo déficit de 24.300 MD (340-365.000 M$, según se tome el dólar a 14 ó 15 $) aunque diversas estimaciones privadas hacen subir este déficit a 400.000 M$ o más.
d)    Esto quiere decir que el incremento de deuda por 36.000 MD (23.400 de nueva deuda más 12.500 de holdouts = 35.900 MD) no se corresponde en su composición con los 36.750 MD del Programa Financiero, aunque las cifras totales sean parecidas.
e)    El Programa de Endeudamiento 2016 no estaría reflejando las necesidades de financiamiento para todo el año sino para lo que resta del período, posterior a la colocación en Abril de los 16.500 MD, de los que 12.500 para pago a los holdouts; lo que resulta del hecho que la información del MECON no incluye esta operación porque fue dada a conocer el 27.4, días después que dicha mega-colocación de bonos fuera realizada.
f)     En consecuencia, el aumento que se está produciendo en el endeudamiento del Estado Central es mucho mayor al previsto en el Presupuesto 2016 – los 23.400 MD - ya que éste no contemplaba los 12.500 MD adicionales acordados para los holdouts (Ley 27.249, aprobada el 31.3 de este año) y no consideraba tampoco el altísimo déficit fiscal hoy planteado sino que, por el contrario, preveía un Superávit Primario de 5.800 M$ (550 MD) que ahora se ha transformado en un déficit de más de 24.000 MD.
g)    Con el agravante que tales cifras corresponden – según lo expuesto - al Déficit Fiscal Primario (es decir, sin contar el pago de intereses) mientras que el Resultado Financiero (que es el real o efectivo porque sí toma en cuenta los intereses a pagar) para el 2016 era ya negativo en casi 100.000 M$ (97.700, equivalente a 9.200 MD) mientras que ahora se eleva a los 24.300 MD citados (15.100 MD más). 
h)   Esto quiere decir que al aumento de los 23.400 MD del endeudamiento previsto en el Presupuesto 2016 habría que sumarle ahora no sólo los 12.500 MD de la nueva deuda para pago a los holdouts sino también los 15.000 MD adicionales de la diferencia a cubrir por el nuevo Déficit Fiscal, lo que daría un total de nueva deuda por más de 50.000 MD (51.000) en el año.
i)     Cabe agregar, por último, un punto especial que no queda claro, que es el tratamiento del déficit de arrastre del año 2015, dado que el presupuesto original – Ley 27.008 – preveía un Superávit Fiscal Primario de 110.000 M$ y un Déficit Financiero de 50.000 M$. Esos importes proyectados para el 2015 fueron modificados en el Mensaje de Presupuesto 2016 convirtiéndolos a déficits en los dos rubros: 43.000 M$ primario y 138.700 M$ financiero (4.700 y 15.200 MD respectivamente, a un tipo de cambio del período tomado a 9.12 $/US$).
j)      Los resultados del Ejercicio 2015 – como las proyecciones originales para el 2016 - difirieron muchísimo de las muy optimistas previsiones K: Déficit Primario (en lugar de superávit) por 292.000 M$ y Déficit Financiero por 282.000 MD (producto de compensar 121.000 M$ de pago de intereses con transferencias percibidas de la ANSES y del BCRA por un total de 130.000 M$); lo que traducido a un dólar de 13 $, vigente a fin del 2015, da 22.500 y 21.700 MD respectivamente.

En síntesis: el Presupuesto en curso para el 2016 preveía un Déficit Fiscal de 97.700 M$ (9.200 MD) que ahora pasó a ser un déficit de 24.300 MD (los 340-365.000 M$ contemplados ahora en el Programa Financiero del nuevo gobierno Macri que, en los hechos, podrían ser mucho mayores).
Aquí – como dijimos - no estarían incluidos los 12.500 MD de la deuda tomada para el pago a los holdouts (ya colocada antes de la fecha de corte de la información a fines de Abril pasado)  por lo que el endeudamiento de todo el año pasa a ser de 36.000 MD.
Y a este monto cabría adicionarle los 15.000 MD de Déficit Fiscal nuevo para el 2016 (9.200 originales contra 24.300 del ajuste presupuestario), lo que llevaría el total de endeudamiento del ejercicio a más de 50.000 MD.
Sin considerar aquí la duda sobre el tratamiento del déficit adicional de arrastre del 2015, que daría unos 6.500 MD más: producto de 138.700 M$ ≡ 15.200 MD según Mensaje del Presupuesto 2016 contra 282.000 M$ ≡ 21.700 MD del resultado final oficial del ejercicio según el MECON (convirtiendo los importes en pesos a dólares según el tipo de cambio tomado a las fechas de corte respectivas: 9.12 y 13.00 $/US$).
El quantum del endeudamiento de la administración Macri no se conoce todavía – la última información del MECON es al 31.12.2015 – pero lo cierto es que las proyecciones derivadas de la poca información oficial al respecto ya superan con mucho las cifras del Presupuesto 2016.
A lo que debe sumarse el paralelo macro-endeudamiento del Banco Central (BCRA) – los 5.000 MD de la deuda tomada en Enero pasado con el consorcio de bancos internacionales liderado por JP Morgan (cuyos términos se mantienen en secreto) y el aumento del stock de Lebacs en lo que va del año, que es de 166.000 M$ (lo que equivale a un incremento en dólares de 9.000 MD); el fuerte y acelerado endeudamiento de las provincias - que no se conoce como dato de deuda consolidada pero se estima pasaría los 7.000 MD en el año (entre deuda colocada y a colocar) y el monto desconocido de la nueva deuda de empresas y organismos del Estado en su conjunto (que es un dato nunca informado).
Es probable que el peso creciente de los servicios de esta enorme masa de nueva deuda que se está tomando, unida a la deuda heredada y al fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 (una operación a la que se sigue presentando como supuestamente exitosa) desemboquen inexorablemente, temprano o tarde, en una nueva reestructuración de pasivos o su equivalente de una serie de reestructuraciones parciales pero sistemáticas, sobre todo debido al extraordinario aumento del stock de la deuda y al peor perfil de vencimientos derivado de grandes colocaciones a corto y mediano plazo.
Pero es muy difícil pronosticar lo que pueda pasar en estas circunstancias con un gobierno que – pese a su declamada política de transparencia – mantiene en secreto las informaciones clave sobre su operatoria en materia de endeudamiento y cuyo staff superior a cargo de las áreas decisorias en este campo está compuesto por funcionarios que - independientemente de su grado de honestidad personal - tienen abiertos conflictos de intereses por su relación con los grandes nuevos acreedores del Estado, de los cuales fueron altos  ejecutivos.

Pueden hacerse muchas conjeturas al respecto pero lo único cierto es que – bajo las condiciones conocidas – las cuentas no le cierran a la administración Macri tanto en el campo fiscal en general como en el de la deuda pública en particular, porque no existe la más mínima demostración de la capacidad de pago del país por la deuda heredada y por la nueva que se está tomando, como no sea refinanciando permanentemente los vencimientos y tomando más deuda, que es precisamente lo que quiere la Banca Internacional.