lunes, 29 de febrero de 2016

SR. PRESIDENTE, EL CURRO DE LOS DDHH GOZA DE BUENA SALUD


por Juan Manuel Otero
Informador Público, • 29/02/2016

Los argentinos -y supongo que es una característica del ser humano en general- creemos generalmente en lo que nos dicen, más aún en lo que nos prometen, especialmente si esa promesa la vuelca alguien que aspira a ejercer la primera magistratura de la Nación.
De ahí que, cuando el Ingeniero Macri prometió que con él en la Casa de Gobierno se acabaría “el curro de los derechos humanos”, las intenciones de voto de “Cambiemos” recibieron un importante flujo de adhesiones. Las que fueron ratificadas el día de los comicios llevando al Ingeniero Macri al sillón de Rivadavia en ancas de las esperanzas de millones de argentinos que confiamos en la sinceridad de sus promesas.

Comprendo que menos de tres meses en funciones es poco tiempo como para hacer críticas de la gestión presidencial ni exigir resultados milagrosos luego de la penosa década perdida. Pero también comprendo que hay temas, o mejor dicho políticas de estado que, como mínimo, podrían haberse aclarado.
El “curro de los derechos humanos” es uno de ellos.
Y con absoluta desilusión compruebo que, si hubo una decisión bien clara y definida del Ingeniero Macri (o tal vez del Sr. Durán Barba), es la de que el curro siga gozando de buena salud.
No me baso en que el silencio es la actitud del gobierno, nada de eso. Los hechos son, lamentablemente, demostrativos del triste y traicionero continuismo.

Desde el primer día, con el nombramiento del Sr. Avruj al frente de la Secretaría de Derechos Humanos, nos han mostrado que la finalización del curro pintaba como un nuevo cuento “para la gilada”. No olvidemos la vergonzosa e ilegítima reacción de este señor cuando tribunales del interior excarcelaron a militares que cumplían condena de prisión. Se trataba de decisiones legítimas y fundadas en derecho, en un caso por haber cumplido totalmente la pena impuesta y en otro, por haberse excedido el plazo máximo permitido para estar en prisión sin que se haya dictado sentencia.

Es decir, dos decisiones justas e irreprochables, de ésas que lamentablemente no abundan. Sin embargo, el Sr. Avruj se arrogó facultades de juez de casación y lo consideró “una mala noticia”, sin que nadie del gobierno le llamara la atención por semejante exabrupto. El silencio del Ing. Macri y el hecho de que se tratara de alguien a quien conoce perfectamente, ya que lo acompaña desde el gobierno de la Ciudad, son una clara demostración de adhesión a tales dichos y que el rumbo no ha sido modificado.
Y no debemos dejar de citar la visita del presidente Hollande y su homenaje a las monjas francesas desaparecidas durante el gobierno de facto, desarrollado en el Parque de la Media Memoria y luego arrojando flores blancas al Río de la Plata junto a las abuelas de Plaza de Mayo y autoridades nacionales.
Nada tengo que reprochar a este acto recordatorio, pero me extraña que no se haya aplicado similar criterio en oportunidad de la visita que el premier italiano Matteo Renzi nos hiciera pocos días atrás. ¿O alguien duda acaso que el Director General de Fiat Argentina, Ingeniero Oberdam Sallustro, no mereciera similar homenaje?

Su secuestro, torturas y posterior asesinato, perpetrado por los homicidas terroristas apátridas, disfrazados de “jóvenes idealistas” -conforme la absurda adaptación del estatuto de Roma utilizada por nuestros jueces federales-, también fue un crimen de lesa humanidad.
Pero la historia oficial se hermana con la justicia. Ambas siguen tuertas.

Es de esperar que en oportunidad de la próxima visita del Presidente Barack Obama se termine con esta costumbre de ocultar la mitad de la historia y se lleve a cabo el correspondiente homenaje hacia al Cónsul de EEUU, John Patrick Egan, secuestrado y posteriormente asesinado por Montoneros el 01/03/1975 en la ciudad de Córdoba, y al Gerente General de Ford en Argentina, Ing. John Swint, asesinado por las FAP el 22/11/1973.
En ambos casos durante el gobierno peronista.
De lo contrario, deberé darle la razón al Dr. Menem, quien tiempo atrás confesó que “si hubiera dicho lo que iba a hacer nadie me habría votado”.

Dr. Menem, su método sigue vigente.

Antecedentes de Avruj


Derechos (humanos) torcidos

  Por Jorge Elbaum *
Página12, 3-12-15

Claudio Avruj será el próximo secretario de Derechos Humanos de la Nación. Sus antecedentes son coherentes con el resto del gabinete, conformado por empresarios, CEO de multinacionales y actores de las ONG devenidos en puristas gestores del Estado. Todos ellos se autodefinen como la contracara de la “militancia” y buscan difundir una pátina aséptica y desideologizada orientada a invisibilizar sus biografías y naturalizar la verdad de sus decisiones futuras.
Claudio Avruj estudió la licenciatura en organización institucional en la Universidad Bar Ilan, cuyo propietario era Rubén Beraja, el mismo que hoy está siendo enjuiciado por encubrimiento en la causa AMIA. En dicha causa también se encuentra procesado el comisario Jorge “Fino” Palacios, primer titular de la Policía Metropolitana. Beraja no fue sólo el dueño de la universidad en la que estudió Avruj. Fue también quien lo designó como director ejecutivo de la DAIA en la década del 90, cuando el menemismo mantenía relaciones carnales con Estados Unidos y también con la DAIA. 

El director adjunto de Avruj de esa época era Alfredo Neuberger quien aparece en los Wikileaks como informante de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires cuestionando al gobierno de Néstor Kirchner. (http://bit.ly/1uavplW) Neuberger, además, fue asesor de Enrique Mathov en su recordado período como secretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, por el que fue procesado como responsable político por los asesinatos producidos por la policía en diciembre de 2001.
(…)
En 2007, Avruj dejó la dirección ejecutiva de la DAIA para asumir como director de Relaciones Institucionales del Gobierno de la Ciudad. La desvinculación con la DAIA incluyó una comisión investigadora conformada por integrantes de su Consejo Directivo, orientada a relevar sus manejos económicos financieros en su rol de director ejecutivo. Entre las dimensiones investigadas –y no divulgadas para evitar el escándalo– figuraban la edición de materiales gráficos con sobreprecios, faltantes informáticos y “arreglos” de indemnizaciones con empleados a su cargo.

Su asunción, tiempo después, como subsecretario de Derechos Humanos de la Ciudad incluyó la disolución del área de violencia de género y el vaciamiento de recursos destinados al Parque de la Memoria, ubicado frente al Río de la Plata. Siendo subsecretario de Derechos Humanos, asumió la presidencia del Museo de la Shoá (Holocausto) con claras intenciones de posicionarse como candidato a la presidencia de la DAIA. Su vicepresidente en el museo de la Shoá fue Guillermo Yanco, actual pareja de la Piba, Patricia Bullrich. Ambos, Avruj y Yanco, administran una agencia de noticias, –Vis-A-Vis– dedicada a la temática de la colectividad judía, financiada en su totalidad por publicidades del Gobierno de la Ciudad.

La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación fue dirigida por un abogado perseguido por la dictadura militar, fuertemente comprometido con las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. Luis Eduardo Duhalde fue sucedido por el hijo de militantes populares desaparecidos Martín Fresneda, fundador de la agrupación HIJOS de Córdoba. Ahora el despacho de secretario será ocupado por un berajista que participó en la organización de la marcha del 18 de febrero, junto a Waldo Wolff y Sergio Bergman. Coherente con esos antecedentes, su primer pedido a las autoridades salientes de la secretaría fue solicitar el currículum de todos los empleados del organismo. Derechos torcidos. Muy torcidos.

* Presidente del Llamamiento Argentino Judío. Sociólogo y periodista.


ACUERDOS SECRETOS CON LOS HOLDOUTS


Por Héctor GIULIANO
(28.2.2016)

Las negociaciones por la cuestión de los Holdouts en Nueva York se aceleran, las versiones periodísticas parciales  proliferan y se considera que habría inminentes novedades al respecto pero todavía no se cuenta con informaciones oficiales concretas, cifras  desagregadas de los puntos que están en discusión ni datos o antecedentes sobre los mismos.

Sí se sabe, en cambio, que la administración Macri – en el marco de su política de gobernar con deuda - está desesperada por arreglar el asunto, que el costo financiero de tal arreglo va a ser altísimo y que, con ello, el gobierno sólo aspira a concretar su objetivo fundamental y expreso de volver al mercado internacional de capitales, esto es, a tomar nueva deuda externa en gran escala.
Con ello, a la masa impagable de deuda pública heredada de la gestión Kirchner – más de 300.000 MD (Millones de Dólares) - se sumará la emisión de nuevos bonos  para pagar los juicios y reclamos de los holdouts con toma de más deuda (por 15-20.000 MD); y a esto se le agregará después la nueva gran ola de endeudamiento externo del Estado para financiar obras públicas y de infraestructura cuya magnitud todavía no se conoce pero ya está en curso como armado financiero de la Deuda Nueva.

Una pieza clave dentro de estas negociaciones con los holdouts – llevadas a través del mediador Pollack - es el punto ofrecido por el gobierno Macri y puesto como condición del juez Griesa de que el Congreso Argentino derogue las leyes cerrojo 26.017 y 26.984 de pago soberano (que creó además una comisión investigadora de la Deuda Externa Argentina) como requisito de la propuesta, que está abierta hasta el 29.2.
Esta instancia de tratamiento parlamentario constituye un arma de doble filo porque si el Congreso – como parece seguro – aprueba el arreglo con los holdouts no sólo allanaría el camino a la citada nueva política de macro-endeudamiento Macri sino que, a la vez, tal aprobación sería usada para tratar de hacer callar para siempre las críticas sobre ilegitimidad, insolvencia y responsabilidades por los delitos e irregularidades del sistema de la Deuda.
Para que el gobierno logre ese objetivo existe la variante que el Ejecutivo no pida al Congreso una aprobación directa del acuerdo – todavía secreto – con los holdouts sino sólo la derogación de las dos leyes que lo obstaculizarían; de modo que el Parlamento le daría así un aval implícito o cuasi-formal al arreglo convenido con los holdouts.

Ello podría ser así porque la contracción de más deuda por parte del Estado ya está autorizada por la Ley 27.198 de Presupuesto 2016 - que dejó aprobado el kirchnerismo – y que autoriza pagar la totalidad de los vencimientos de capital que se producen durante el ejercicio (68.000 MD) con más endeudamiento público y tomar deuda adicional por mayor importe (91.400 MD), de donde surge una previsión de aumento de la deuda de 23.400 MD en el año.
Esto quiere decir que el Ejecutivo puede desdoblar el requerimiento al Congreso separando la derogación de las dos leyes (que hoy no se aplican porque la 26.017 está suspendida y la 26.984 quedó inoperante) del pedido de autorización de la nueva deuda para pagarles a los holdouts dado que esto último ya lo tiene acordado por la Ley de Presupuesto 2016 y la continuidad de sus facultades especiales conexas.
Deviene así indispensable que, en función de la defensa de los intereses financieros del Estado frente a la nueva toma de deuda externa en gran escala y sin demostración alguna de capacidad de repago por parte del gobierno Macri, los legisladores nacionales estén debidamente advertidos de la naturaleza y gravedad del problema que va a ser sometido a su aprobación, de la magnitud de las cifras y compromisos en juego y de la seria responsabilidad que les cabe ante una maniobra que busca dar por terminada toda discusión parlamentaria de fondo – todavía pendiente – sobre el problema de la Deuda.

Para evitar un tratamiento engañoso del tema Deuda Pública a través de la cuestión de los Holdouts, los legisladores que quieran cumplir a conciencia sus deberes y responsabilidades constitucionales tienen tres requerimientos concretos - lógicos y esenciales – a reclamar al gobierno en su condición de tales:
1. Exigir al Poder Ejecutivo que eleve al Congreso el texto completo de todos los documentos pactados que forman parte del arreglo con los holdouts, acompañando los antecedentes del caso y con sus debidas traducciones al castellano.
Esto incluye los sub-acuerdos o acuerdos parciales ya firmados, como el caso de los bonistas italianos, los fondos Dart Management y Montreux Partners, así como con el fondo Brecher y otros acreedores.
2. Requerir – como parte específica básica del punto anterior – un listado completo, acreedor por acreedor, de los bonos incluidos en la negociación, con la identificación detallada de los títulos involucrados en el arreglo, su importe a valor nominal (capital, intereses y total) y sumas comparadas - en valor absoluto - contra el importe final ofrecido por el gobierno argentino; de modo de poder apreciar - caso por caso - cuál es la diferencia cuantitativa resultante.
En el caso de los valores nominales, los mismos corresponderían a lo que figura en el Informe de Deuda Pública del Ministerio de Economía (MECON)  como "valor nominal actualizado en circulación" (producto de valor residual por coeficiente de capitalización).

Estas informaciones y datos deben abarcar el detalle de todos los tenedores de bonos holdouts - con o sin juicio y con o sin sentencia - y no solamente los que tienen acciones legales contra la argentina; de modo de estar seguros que se trata de los totales generales (aunque en algunos casos pueda tratarse de cifras estimadas).        
Además, totales aproximados a pagar por conceptos de capital, intereses y monto, honorarios, asesoramiento, gastos y demás ítems; para tener idea de los importes que están en juego por estos rubros y la forma en que se los piensa pagar.
3. Condicionar el tratamiento del o de los arreglos firmados con los holdouts al análisis y confección de un Informe Especial de la Auditoría General de la Nación (AGN) al respecto - no vinculante – conteniendo al final todas las observaciones, comentarios y recomendaciones del caso para que los legisladores puedan estar en condiciones de entender tales acuerdos y decidir su voto en consecuencia. 
Este último punto debe incluir además una evaluación específica de la capacidad de pago proyectada por el gobierno para poder demostrar que el Estado Argentino pueda cumplir en tiempo y forma los nuevos compromisos de deuda firmados por la administración Macri ad referéndum del Congreso.
La forma de tratamiento de la cuestión de los Holdouts, la transparencia y claridad de las informaciones de apoyo del arreglo y la decisión final del Congreso sobre el asunto van a constituir una demostración del grado de capacidad, honestidad y coraje de la clase política argentina con representación parlamentaria en relación al problema de la Deuda.


DENUNCIAN QUE MILAGRO SALA COBRABA PEAJE A DOCENTES SALTEÑOS

Seprin, 29 FEB, 2016

Walter, educador del paraje de Nazareno, en Santa Victoria Oeste, aseguró que la organización de Sala les exigía hasta $150 cuando hacían cortes en la ruta 9. “Era la única forma de poder llegar a dar clases”, expresó.



 Walter, docente del paraje de Nazareno, en Santa Victoria Oeste, denunció que la agrupación Túpac Amaru – liderada por Milagro Sala – les cobraba hasta $150 para poder seguir su camino cada vez que realizaban piquetes en la ruta 9.

El educador explicó que debido a la extensa distancia para llegar a los pueblos y a las localidades rurales, debían cumplir con las exigencias de la organización. “No dejaban pasar a nadie, era la única forma de poder llegar a dar clases”, explicó.

Por último, brindó detalles del “peaje” que debían abonar. “A veces nos cobraban $100 y otras veces $150, pero no teníamos otra salida. Nos urgía el tiempo”, finalizó.


Fuente: Radio Mitre de Buenos Aires

sábado, 27 de febrero de 2016

LAUDATO SI USADA POR EL MARXISMO INDIGENISTA



Catapulta,  24 febrero 2016

Joao Pedro Stedile y Juan Grabois, dos agentes marxistas recibidos con alguna frecuencia en el Vaticano por Bergoglio y otros cardenales, firmaron esta carta:

“Queridos hermanos, hermanas; compañeros y compañeras:

Desde el Comité Organizador del Encuentro Mundial de Movimientos Populares queremos saludar efusivamente vuestro Encuentro Latinoamericano titulado “ Con la Encíclica ”Laudato Si” defendemos los derechos a la tierra, el territorio y los bosques” a celebrarse en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde vibra la digna lucha contra el paradigma tecnocrático y la idolatría del Dinero, donde los pueblos reclaman tierra, techo y trabajo, gritan por justicia, libertad y vida, trabajan por conquistar la paz y en defensa de la Madre Tierra, desde abajo, a mano y sin permiso.

Entendemos que el Encuentro que realizan es una profundización de los compromisos asumidos en Santa Cruz de la Sierra por movimientos populares de todo el mundo,

Seguiremos luchando para defender y proteger a la Madre Tierra, promoviendo la “ecología integral” de la que habla el Papa Francisco. Somos fieles a la filosofía ancestral del “Vivir Bien”, nuevo orden de vida que propone armonía y equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y entre éstos y la naturaleza. La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra. Debemos cuidarla y labrarla en beneficio de todos.

Exigimos la reparación histórica y un marco jurídico que resguarde los derechos de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional,

Promovemos la reforma agraria integral para distribuir la tierra de manera justa y equitativa.

Nos comprometemos a luchar contra cualquier forma de discriminación entre los seres humanos, sea por diferencias étnicas, color de la piel, género, origen, edad, religión u orientación sexual. Todos nosotros, mujeres y hombres, debemos tener los mismos derechos. Condenamos el machismo, cualquier forma de violencia contra la mujer, en particular los femicidios, y gritamos ¡Ni una menos!.

Comité Organizador del Encuentro Mundial de Movimientos Populares

Joao Pedro Stedile- Brasil / Juan Grabois- Argentina / Jockin Arputham- La India

03 de febrero de 2016”


A su vez, el Cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, “ envió un mensaje a los participantes en el que reconoció el trabajo de los pueblos originarios en defensa de los derechos de la tierra y recalcó la amenaza que implica un sistema que idolatra el dinero y no respeta la dignidad de las personas. Destacó, nuevamente, la capacidad de los pobres para organizarse y crear movimientos que luchen contra las desigualdades y la injusticia, que afectan tanto a los hombres como a la naturaleza.

También sostuvo que el lugar de la Iglesia es fortalecer esa organización, que se expresa en cooperativas sociales, juntas vecinales, comunidades campesinas e indígenas; para que puedan mejorar el desarrollo integral de los excluidos, en su lucha por la tierra, el techo y el trabajo, en defensa de la paz y de la Madre Tierra”.


De la Laudato si y sus chorradas, libera nos Dómine.

Notas catapúlticas

De Stedile nos hemos ocupado más de una vez. Va su biografía actualizada:

“João Pedro Stedile é um economista e ativista social brasileiro. É graduado em economia pela Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, e pós-graduado pela Universidade Nacional Autônoma do México.

Marxista por formação, Stédile é um dos maiores defensores da reforma agrária. Filho de pequenos agricultores da província italiana de Trento, reside hoje em São Paulo.

É membro da direção nacional do Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST), do qual é também um dos fundadores. Participa desde 1979 das atividades da luta pela reforma agrária no País, pelo MST e pela Via Campesina.

Assessorou a Comissão Pastoral da Terra (CPT) no Rio Grande do Sul e em âmbito nacional e trabalhou na secretaria da Agricultura do Rio Grande do Sul.

Stédile defende abertamente a ditadura do proletariado, a insubordinação legal e a luta armada. Em um artigo [2] sobre a deposição do presidente do Paraguai, Fernando Lugo, em 2012, ressaltou: “Se a sociedade paraguaia estivesse dividida e armada, certamente os defensores do presidente Lugo não aceitariam pacificamente o golpe”.

O Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra, que tem em Stédile um líder, é acusado por seus detratores de não ter como meta principal o bem estar dos camponeses, e sim, utilizar a reforma agrária apenas como pretexto para promover uma revolução socialista”. https://pt.wikipedia.org/wiki/Jo%C3%A3o_Pedro_St%C3%A9dile

2)Juan Grabois es un abogado “cato-marxista” y el principal cabecilla de la “Conferederación de Trabajadores de el Economía Popular”(CTEP). En su blog escribió que “La economía popular no va a ser nunca solidaria, ni liberadora sin una intervención fuertísima del Estado. Mucho más fuerte de lo que interviene en el mercado privado, donde el trabajador tiene organización sindical y una importante conciencia de clase que les otorga más fuerza para establecer condiciones de negociación”.


3)Sobre la relación de Bergoglio con Stedile y Grabois ver




3)El tercer firmante de la carta es el indio Jockin Arputham ,presidente de Slum Dwellers International(SDI),candidato al Premio Nobel de la Paz en 2014.SDI está patrocinada por los gobiernos de Suecia y Noruega y las Fundaciones Rockefeller y Ford.


¡QUÉN SE COMIÓ EL QUESO DE LA PRODUCCIÓN? ¿LOS SÚPER?


Félix Sammartino
La Nación,  27 DE FEBRERO DE 2016

Las cosas por su nombre: a la cadena de valor de los alimentos hay que comenzar a llamarla la cadena de las sospechas. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) acusó a la cadena láctea de falta de transparencia. Según la entidad, la industria y el supermercadismo son insensibles a la gravedad de la crisis lechera. La Fundación PEL, determinó que la participación del productor en el precio final de la leche en la góndola pasó de 30,8% en enero de 2015 a 22,4% en diciembre del mismo año. La tajada perdida fue a manos de la industria, que pasó del 26,8 a 32,1% y a la cadena comercial, del 26,7% a 29,8%. Antes de las compensaciones que se comenzaron a cobrar esta semana, los tamberos enfrentaron meses de quebranto cercano al peso por litro producido.

Por su parte, el Área de Economías Regionales de CAME le viene haciendo una marcación hombre a hombre a la cadena comercial desde hace seis meses. Por medio de una canasta de 20 alimentos mide la diferencia promedio entre el precio de góndola y de origen en el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD). En la segunda quincena de enero esta diferencia fue de 7,1 veces, incrementándose 1,4% con respecto a diciembre. La pera fue el producto con mayor disparidad de valor: el consumidor pagó en góndola casi 20 veces más de lo que recibió el agricultor en el campo. En el otro extremo, la menor diferencia fue con el limón de solo 2,44 veces. Hay que consignar que las diferencias entre el precio de origen y el de destino son dinámicas: así como aumentan también se reducen. Fue el comportamiento que tuvieron 10 alimentos de la canasta en enero con respecto a diciembre.

CAME también relevó en enero una canasta ganadera de 4 productos (huevo, carne de polllo, carne de ternera y leche) donde la brecha promedio fue de 4,08 veces, pero subió 8,5% frente a diciembre pasado. En el caso de la participación del precio del novillo en el precio final de la carne, la Sociedad Rural Argentina (SRA) registró que en agosto de 2005 era del 30% contra el 22% actual.

La salida del kirchnerismo desempolvó viejas cuentas pendientes. Para la producción los dos malos de la película siempre fueron la industria y el supermercadismo. Sólo cuando toca un gobierno con las características que le imprimieron los Kirchner, el Estado los reemplaza y pasa a ser el adversario principal.

Para Raúl Robin, presidente de CAME "no hay fórmula para garantizar la renta de la producción primaria. No es el caso del resto de la cadena que compra sólo cuando es negocio. No obstante, el Estado puede tomar acciones como bajar el IVA para evitar las pérdidas a la producción".

Con la vuelta a la normalidad, la industria y el supermercadismo han vuelto a estar en la mira de la producción. ¿Cómo se dirimirán estas diferencias?

Las respuestas al problema dejan por ahora bastante que desear si se las mide por la eficacia que puedan llegar a tener. CRA amenazó con salir a "escrachar" a las industrias lácteas y demostrar que tienen una capacidad de pago superior a la que realizan. Otros, como algunos dirigentes y funcionarios provinciales, abogan por una fuerte intervención del Estado para que siente a la industria y al supermercadismo en una mesa y les muestren los números. Si no fuera que están ausentes los modales y la prepotencia de compadrito del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, lo que se pretende es muy parecido a una vuelta al pasado. La receta que se aplicó en su máxima expresión durante la década ganada obviamente no funcionó. ¿Entonces?

Está claro que las grandes distorsiones en la cadena de alimentos la están pagando los productores y los consumidores. Y que la inflación juega un papel decisivo. Hace perder al consumidor su principal fortaleza, la que mantiene a raya a toda la cadena comercial: su memoria de precios. En este sentido, un industrial lácteo aseguraba que el mark-up, la remarcación de precios de los supermercados, se había disparado. "El supermercadismo es un negocio ulcerante y muy competitivo. Mientras el consumidor tenga referencias no se pueden armar precios", afirma el economista Jorge Ingaramo.


Con el rio revuelto por la inflación siempre habrá ganancia para los pescadores.

viernes, 26 de febrero de 2016

DECONSTRUCCIÓN DE UN MITO MODERNO

                                   
                       
           
JAVIER LORENTE

El Manifiesto, 12 de febrero de 2016 
    
La crítica a los derechos humanos realizada por Michel Villey constituye un paso casi obligado en la literatura sobre el tema. Antiguo profesor de derecho y de filosofía del derecho en la Universidad de Paris II, Villey es autor de una de las más acerbas críticas a los derechos humanos, tanto más significativa cuanto que ella tiene lugar en el siglo XX, el del más grande esplendor del derecho internacional de los derechos humanos. Autor iconoclasta y radical, Villey la emprende contra la casi totalidad de la filosofía moderna, desde los racionalismos cartesiano y kantiano hasta el marxismo o el existencialismo sartriano, pasando por el iusnaturalismo contractualista y el positivismo en todas sus manifestaciones.

Su filosofía del derecho puede ser interpretada como una reivindicación del pensamiento de Aristóteles en relación con la justicia y por la recuperación del concepto de derecho en la Roma antigua. En este sentido la finalidad específica del derecho no es otra que la justicia. Esta se deriva de una adjudicación, esto es, de una decisión de un tercero que asigna a cada una de las partes de un proceso lo que le corresponde. Lo que es asignado (un bien corporal o incorporal) es precisamente el derecho. Nadie posee un derecho sino por intermedio de la decisión de un tercero imparcial.

Es, especialmente, en su Le droit et les droits de l’homme, publicado en 1983, que Villey expone claramente su pensamiento en derechos humanos. Pero el tema aparece de nuevo en su Definitions et fins du droit publicado en 1986 y republicado en 2001, bajo el nombre de Philosophie du droit con un segundo tomo bajo el titulo de Les moyens du droit.

Villey denuncia la “religión de los derechos humanos” con sus “potentes asociaciones”, sus “prestigiosas instituciones internacionales”, su “clero de iglesias cristianas” y su “culto”. Haciéndose eco de las críticas de Burke, Bentham y Marx, Villey declara “ilusorios”, “irrealizables”, “contradictorios” e “ideológicos” estos “pretendidos” derechos. Recordando las afirmaciones de Burke sobre los ataques a la propiedad, las violaciones al derecho a un debido proceso y las decapitaciones en la época de los revolucionarios franceses, Villey constata que los derechos humanos no son siempre para todos. Esto es cierto tanto para los derechos-libertad como para los derechos-crédito. «Suponed –nos invita el autor– que tomamos en serio el derecho de todo el mundo a la salud y que hacemos atribuir por medio de la seguridad social un trasplante de corazón a todo cardíaco. 

En tal caso, sería necesario  recortar los derechos humanos de cada uno al mínimo vital, a la huelga y a la cultura, comenzando por la libertad». Así mismo, según el autor, es difícil conciliar el derecho a la vida con el derecho a la interrupción del embarazo, el derecho al pudor con la libertad sexual, el derecho al matrimonio con el derecho al divorcio, para no mencionar sino algunos ejemplos. Sobre este particular, en su Droit et les droits de l’homme, Villey afirma que cada uno de estos pretendidos derechos humanos es la negación de otros derechos humanos.

Villey hace suyas las críticas de Marx sobre el “seudouniversalismo” de los derechos humanos. Estos están constituidos de “libertades formalmente iguales para todos” pero, de hecho, están reservados a ciertas categorías de personas. El autor comparte con Marx que la «proclamación del carácter sagrado de la propiedad y el derecho de contratar libremente fue un medio de precipitar al mayor numero en la pobreza y la dependencia respecto de los capitalistas». Villey ve en el desfase entre la proclamación formal de libertades iguales para todos y la imposibilidad real para todos de disfrutar de ellas, una parte de impostura de la cual se aprovechan los políticos.

Los derechos humanos están dotados de un lenguaje “especioso”, indefinido, cuyo resultado es una lista creciente de “derechos” sin posibilidad real de concretarse en los hechos, puesto que estos “derechos” no pueden ser verdaderamente reivindicados, como sí es el caso de los derechos que nos son verdaderamente debidos. Según nuestro autor, la ambición desmesurada caracteriza los derechos humanos. Sus promesas, simplemente, no pueden ser cumplidas puesto que son demasiado “inciertas” e “indetermina-das”. La libertad que ellas otorgan muy difícilmente puede encontrar un sentido preciso. La libertad de expresión, por ejemplo, no puede ser respetada en el caso de “provocación a la violencia racista o los falsos testimonios”. Ellas, las libertades, son también “inconsistentes”, en el sentido de que no pueden ser cumplidas para todos en las mismas condiciones. 

Finalmente, las promesas de los derechos humanos son “contradictorias”. Los derechos formales o de primera generación luchan contra los derechos sustanciales o de segunda generación, los derechos de los jóvenes están codificados al lado de los de las personas de la tercera edad. Y la profusión de derechos no cesa: los derechos de las mujeres, los derechos de los homosexuales, los de los peatones, los de los motociclistas. Villey ironiza recordando que en Estados Unidos se habla hasta de un “poético derecho al sol” entendido como el “derecho de cada uno y de cada una a broncearse en una playa de la Florida”. Y agrega que sobre este punto la imaginación de nuestros contemporáneos parece inagotable.

Irreales, ilusorios contradictorios, inconsistentes, los derechos humanos son, sin embargo, invocados en apoyo de causas nobles, ya sea para la lucha contra el hambre, ya sea contra la tortura, y en general, para mejorar la suerte de personas y de poblaciones sometidas a tratamientos crueles, inhumanos o degradantes. Villey es, pues, muy consciente de que la empresa de demistificación de los derechos humanos no lo convierte en alguien popular. Sin embargo, se lanza a la deconstrucción del discurso de los derechos humanos con la ayuda de la historia de la filosofía del derecho y del derecho romano, de los que es un conocedor profundo.

De este modo, Villey pone en cuestión las acepciones modernas del concepto de derecho. Éste ha sido reducido por el positivismo a simples formulas legislativas y a órdenes surgidas de la costumbre y la jurisprudencia. La justicia allí está ausente o, al menos, ella no es forzosamente su objetivo. A su vez, los iusnaturalistas identifican el derecho con preceptos morales surgidos de la razón con pretensión universal. En uno y en otro caso, la justicia no es el producto de una adjudicación, de una decisión.

El análisis del derecho romano y de la historia de la filosofía lleva a Villey a afirmar que los derechos humanos son un producto de la época moderna. No hay que buscar los orígenes de los derechos humanos en la tradición cristiana, judía o musulmana, o en el Código de Hammurabi. «La unidad de la naturaleza del hombre y su eminencia fueron reconocidas desde los tiempos más remotos. Pero los derechos humanos son otra historia». De acuerdo con Villey, la expresión “derechos del hombre” surgió en el siglo XVII, pero sus fundamentos datan de la Edad Media. La modernidad conoce dos grupos de acepciones del derecho. El primer grupo se relaciona con el nominalismo individualista de Occam y Scotto, seguido por los filósofos de los siglos XVII y XVIII. El derecho aparece allí como “ventaja”, “facultad”, “poder”  o “libertad”. Esto es, como derecho subjetivo. El segundo grupo de acepciones considera el derecho como un conjunto de leyes hechas por el Estado, la costumbre o la jurisprudencia; aquí, el derecho es visto “tal como es”. Esto es, como derecho objetivo. Según Villey, los derechos humanos se presentan bajo el influjo del primer grupo de acepciones. «Lejos de derivar su autoridad de los textos positivos del Estado, ellos se presentan como inferidos de una idea del “hombre”. Las leyes no hacen mas que declararlos». A menudo, ellos se oponen a los textos de derecho positivo.

De esta manera, la Modernidad ha construido la noción de los “derechos” en plural, mientras que la noción romana de derecho no conoce sino la noción de “derecho” en singular. Villey afirma que el derecho es una invención de los romanos, entre ellos, cita a Cicerón en tiempos de la República. Esta invención tiene por fuente la cultura griega, especialmente a través de la aportación de la filosofía de Aristóteles. El derecho se define en Roma por su finalidad (según Cicerón, el servicio de una justa proporción en la asignación de los bienes en los procesos ante tribunales). Aristóteles –nos recuerda Villey– distingue entre justicia general y justicia particular. El primero de estos géneros de justicia se refiere a la realización del orden natural de las cosas: que el esclavo realice su trabajo, que el guerrero corajudo se emplee a defender la ciudad, etc. Esta clase de justicia tiene que ver con la moral general. La justicia particular, en cambio, se refiere a la asignación de bienes en un grupo en aras de asegurar que nadie tome más o no reciba menos que su parte. 

De este modo, la justicia particular realiza a su vez una parte de la justicia general. Las dos son complementarias. Es entonces de la justicia particular, en clave aristotélica, que va a emerger el derecho. Éste es, entonces, un producto de una decisión de un juez que decide en cada caso lo que le pertenece a cada uno. «De los particulares sólo es requerido, para ser justos, “ejecutar” las determinaciones del derecho cuyos autores son los juristas». Así la justicia particular supone la existencia de jueces. No hay derechos abstractos y universales que pertenezcan a las personas puesto que el derecho es un objeto exterior al hombre (la cosa o el bien objeto de adjudicación). El derecho es, en consecuencia, una proporción resultante de una adjudicación. Nada más extraño al derecho –según Villey– que las promesas de las declaraciones de los derechos humanos que incluyen la libertad y la dignidad. Estas promesas desconocen que “ni la libertad ni la dignidad no corresponden al género de “bienes exteriores” que son adjudicados.

La segunda concepción del derecho moderno, el derecho objetivo constituido de textos que contienen “reglas de conducta”, testimonia, según Villey, la supremacía de la moral sobre el derecho. Villey rechaza, entonces, la identificación del derecho y la moral dado que «el oficio del jurista no consiste, como el del moralista, a hacer al hombre justo (dikaios). Ser un hombre justo o una mujer justa es efectuar actos justos (no tomar de hecho más de lo que le pertenece)». Y agrega que el jurista “no tiene que ocuparse de moralidad subjetiva”. Los filósofos de los siglos XVII y XVIII confundieron el derecho y la moral en armonía con la filosofía nominalista de Occam, de Scotto y de la Escolástica española.


Para terminar, según Villey los derechos humanos son un testimonio de la “descomposición” del derecho y de la desaparición del concepto de justicia entendida como “medida de las justas relaciones”. Los derechos humanos son obra de no-juristas que han sacrificado la justicia y el derecho. Este sacrificio es una gran pérdida. El triunfo de los derechos humanos implica la “decadencia de la cultura” a expensas del “progreso técnico”.

LA REVISIÓN DEL GRAMSCISMO DE DERECHAS

               
ALEXANDER DUGIN

El Manifiesto, 26 de febrero de 2016     

Ya en fecha tan lejana como los años 80 del siglo XX, el representante francés de la “nueva derecha” (“Nouvelle Droite“) Alain de Benoist, prestó atención a las ideas de Gramsci desde el punto de vista de su potencial metodológico. Benoist, tanto como Gramsci, reveló la fuerza de la metapolítica como un tipo especial de actividad intelectual que prepara (en forma de “revolución pasiva”) el futuro progreso político y económico. El éxito de la “Nueva Izquierda” en Francia y en Europa en general demostró la eficacia de este método.

A diferencia de la mayoría de los intelectuales franceses de la segunda mitad del siglo XX, Alain de Benoist no apoyó el marxismo, lo cual hizo de su posición algo un tanto aislado. Al mismo tiempo, de Benoist construyó su filosofía política a partir del rechazo radical de los valores liberales y burgueses, negando el capitalismo, el individualismo, el modernismo, el atlantismo geopolítico y el eurocentrismo occidental. Por otra parte, opuso “Europa” y “Occidente” como dos conceptos antagónicos: “Europa” para él es el campo donde se despliega un logos cultural especial, que procede de los griegos e interactúa activamente con la riqueza de las tradiciones celta, alemana, latina, eslava y otras tradiciones europeas; y “Occidente” es el equivalente de la civilización mecanicista, materialista y racionalista basada en el predominio de la tecnología por encima de todo. Después de O. Spengler, Alain de Benoist entiende “Occidente” como la “decadencia de Occidente” y, junto con Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger, se convenció de la necesidad de superar la modernidad como nihilismo y el “abandono del mundo por el Ser (Sein)” (Seinsverlassenheit). Occidente, a su entender, era sinónimo de liberalismo, capitalismo y sociedad burguesa – todos lo que la “Nueva Derecha” demandaba superar. La “Nueva Derecha”, al mismo tiempo, estaba de acuerdo con el significado fundamental de la esfera de la “sociedad civil” dado por Gramsci y sus seguidores. Así, Alain de Benoist llegó a la conclusión de que el fenómeno llamado “hegemonía” es un conjunto de estrategias, actitudes y valores, que consideró en sí mismo un “mal absoluto”. Esto condujo a la proclamación del principio del “gramscismo de derechas”.

El “gramscismo de derechas” significa el reconocimiento de la autonomía de la “sociedad civil en el sentido de Gramsci” con la identificación del fenómeno de la hegemonía en este área y la elección de su propia posición ideológica en el lado opuesto de la hegemonía. Alain de Benoist publica la obra titulada “Europa, Tercer Mundo. El mismo combate”, que está construida en su totalidad sobre los paralelismos entre el Tercer Mundo y la lucha contra el neocolonialismo burgués occidental, y el deseo de las naciones europeas de liberarse de la dictadura burguesa de la sociedad de mercado, la moral liberal y la práctica mercantil, que sustituyeron a la ética de los héroes (W. Sombart).

La gran importancia del “gramscismo de derechas” para la Teoría del Mundo Multipolar, es que esta comprensión de la “hegemonía” puede asumir una posición más allá del discurso marxista y de izquierda, y rechazar el orden burgués en la superestructura (la sociedad política y civil), así como en la base (la economía), y hacerlo no después de que la hegemonía se convierta en un hecho planetario total y global, sino en sustitución suya. Esto es lo que implica el matiz en el título de otra obra de Alain de Benoist, “Contra el Liberalismo”, a diferencia del libro “Después del liberalismo” de Immanuel Maurice Wallerstein. Como para Benoist es imposible en cualquier caso confiar en el “después”, y no se debe permitir que el liberalismo se haga realidad como un hecho consumado, debemos estar contra el liberalismo ahora, hoy, combatirlo en cualquier posición y en cualquier parte del mundo. La hegemonía ataca a escala planetaria, encontrando sus partidarios tanto en las sociedades burguesas desarrolladas como en las sociedades donde el capitalismo no se ha establecido completamente. Por lo tanto, la contra-hegemonía debe ser aceptada más allá de las limitaciones ideológicas sectarias. Si queremos crear un bloque contrahegemónico, debemos incluir en su composición a todos los representantes de las fuerzas anticapitalistas y antiburguesas – izquierda, derecha, o no susceptibles de clasificación (el propio Benoist enfatiza constantemente que la división entre “izquierda” y ”derecha” está obsoleta y que no satisface la posición escogida; hoy es mucho más importante saber si alguien está a favor de la hegemonía o contra ella).


El “gramscismo de derechas” de Alain de Benoist nos lleva de nuevo al “Manifiesto Comunista” de Marx y Engels que, al margen de su llamada exclusiva y dogmática a “deshacerse de otros compañeros de viaje”, insta a la creación de la Alianza Revolucionaria Global que reúna a todos los enemigos del capitalismo y de la hegemonía, a todos los que se oponen esencialmente a ella. Al mismo tiempo, no importa qué se asume como alternativa positiva; en este caso, es más importante la presencia de un enemigo común. De lo contrario, de acuerdo con la “Nueva Derecha” (cuyos representantes rechazan ser llamados de “derecha”), la hegemonía será capaz de dividir a sus opositores por razones artificiales, para oponerlos unos a otros con el fin de derrotar con éxito a todos ellos por separado.

SER NACIONALISTA

   

Por Alejandro Biondini
25 febrero, 2016

Hoy nos convoca el tema “Ser Nacionalista”, una cuestión trascendente no sólo en cuanto a nuestra identidad ideológica, sino en especial respecto a nuestro compromiso de vida. Porque no venimos a hablar del Nacionalismo en términos meramente abstractos o genéricos, sino del Nacionalismo como identidad existencial. Cuando decimos “Ser Nacionalista”, queremos referirnos al Pensar, al Sentir y al Vivir como Nacionalistas. Sabiendo, por supuesto, que la Vida es Lucha.

Lamentablemente, estamos inmersos en una época oscura, donde la decadencia, la corrupción, la ignorancia, el desánimo y la confusión parecen ser los signos dominantes. Pero no arribamos a estos tiempos nefastos por casualidad sino como fruto del planificado y permanente accionar de quienes pretenden sumir a nuestro pueblo en el colonialismo cultural, político y de todo orden, como condición indispensable para someter y desmembrar a nuestro país.

De allí que Ser Nacionalista en la Argentina de hoy equivale a Ser Disidente, a ejercer una heroica y a la vez peligrosa disidencia con el actual estado de cosas. Porque tanto nosotros, los Nacionalistas, como ellos, los enemigos internos y externos de la Patria, sabemos que el Nacionalismo es el único camino para sacar a nuestro país de la postración y de la dependencia.

Las tergiversaciones del sistema

Por eso, en los últimos años, y dada la evidente crisis de autoridad y representación que sufren las fuerzas y figuras de la politiquería local que responden a ideologismos ya perimidos, vemos como encumbrados voceros y personeros del sistema han pretendido tergiversar o mancillar de distintas maneras el significado de lo que es el nacionalismo.

Siendo el Nacionalismo un ideario que se funda en pilares básicos y vertebrales como su creencia en Dios y su fidelidad a la Patria, asistimos, por ejemplo, a la dialéctica absurda y descarada de personajes pertenecientes al marxismo que ahora se presentan como “nacionalistas revolucionarios” o incluso reconocidos maoístas que dicen sostener un “nacionalismo popular”. Y decimos que esa dialéctica es falaz, perversa y descarada porque quienes integran las filas del denominado materialismo científico son ateos, para ellos la religión es el opio de los pueblos, y además son internacionalistas, es decir, reniegan en realidad del concepto de Patria, más allá de sus públicas declaraciones. En otras palabras, los valores de Dios y Patria son antagónicos con su pensamiento, por lo que jamás podrían definirse como nacionalistas de ninguna índole.

Y por el otro lado, vemos que también muchos liberales, del liberalismo apátrida y capitalista, vienen haciendo abuso del término nacionalista para despojarlo de cualquier contenido trascendente, que tenga que ver con su verdadera esencia y naturaleza en cuanto a portador de un profundo cambio de estructuras en lo político, lo económico y lo social con sentido nacional, para dejarlo reducido a una suerte de patrioterismo hueco y barato que sólo se saca a relucir en determinadas efemérides o ante ciertos eventos deportivos.

Es en definitiva, la típica acción de pinzas de este sistema colonial, de un sistema, reiteramos, en crisis de autoridad y representación, que trata de despersonalizar, de vaciar de contenido o de llevar confusión y contradicción al único ideario que puede traerle problemas estratégicos o que puede afectar de raíz sus intereses, que es el Ideario Nacionalista.

Fundamentos del Nacionalismo

Alejandro BiondniPor ello, y para que nadie se llame a engaño, es prioritario que definamos los valores y principios en los que se funda el Nacionalismo y sobre todo, qué es Ser Nacionalista Argentino.

Digamos, en primer lugar, que la palabra Patria viene del latín Pater, Padre; es decir, la Patria es la obra, el legado inmortal de nuestros Patres, de nuestros Padres, esto es, de los fundadores de la Patria. Es un legado espiritual, es un legado de sangre y es un legado de suelo. A los Padres de la Patria los Patriotas los honramos como nuestros próceres, como aquellos a quienes gracias a su lucha, su sacrificio y muchas veces hasta su martirio, permitieron que hoy tengamos una Nación llamada Argentina. Y precisamente la Nación no es otra cosa que la vigencia actual de la Patria, a través de la Comunidad de los Nacionales.

Para ser un Nacional no basta, según nuestro criterio, con haber nacido dentro de los límites territoriales de nuestro país o haberse nacionalizado, sino que los Nacionales son los Bien Nacidos, los auténticos Patriotas, es decir, los fieles al legado de los Padres. Por eso, lamentablemente, no todos los que tienen una ciudadanía formal argentina se comportan como Nacionales. En los hechos, pueden ser habitantes, hayan nacido o no acá, habitan sobre el suelo argentino pero no lo aman, ni lo defienden ni lo sienten. Son habitantes pero no son Ciudadanos, en el sentido trascendente del término. Porque un Ciudadano es alguien que realmente quiere a su país, de allí que Ser Ciudadano y Ser Nacional para nosotros debería ser sinónimo.

Y los Nacionalistas somos aquellos Ciudadanos, aquellos Nacionales que llevamos nuestro amor por la Patria al grado de mística, doctrina, compromiso, lucha y militancia. Los Nacionalistas somos la fuerza motriz y en determinados casos incluso la última línea de defensa, el último batallón de la Comunidad de los Nacionales, en otras palabras, de la Nación misma.

En quienes siguen las ideologías o ideologismos habituales del sistema, las preguntas o preocupaciones recurrentes suelen ser: ¿qué beneficios obtengo del poder? o ¿cuándo llegaré al poder? o ¿qué obtendré al llegar?…, en el verdadero Nacionalista la pregunta o preocupación diaria en cambio es: ¿qué hice ayer, qué estoy haciendo hoy y qué haré mañana por el bien de mi Patria?

Porque desde el fondo de nuestra historia, por el Nacionalismo pasa el meridiano de la lucha de la Patria contra la antipatria. El Nacionalismo es el antídoto ante las falacias imperialistas y globalizantes. El Nacionalismo es la auténtica doctrina libertaria para este siglo XXI, es el camino hacia nuestra libertad nacional e individual, es el camino hacia la revolución integral.

Nacionalismo es Patriotismo Militante

De allí que frente al planteo: ¿Qué es Ser Nacionalista?, respondemos:

Ser Nacionalista, tal como lo definiera alguna vez ese gran maestro de juventudes que fue el Dr. Alberto Ottalagano, es sostener “una concepción Argentina de lo Argentino y del mundo, en función de lo Argentino”, es decir, en función de las tradiciones, de los intereses y de los objetivos históricos de la Nación Argentina. Y cuando decimos sostener, queremos significar llevar esa concepción al grado de mística, lucha y compromiso. El Nacionalismo no es sólo Patriotismo, el Nacionalismo es Patriotismo Militante.

Ser Nacionalista - Por Alejandro Biondini (Kalki)

Ser Nacionalista es creer en Dios, es honrar a la Patria. Ser Nacionalista es amar y ser miembro del Pueblo. Ser Nacionalista es promover el Trabajo y repudiar la explotación y la usura. Ser Nacionalista es defender los pilares de la Familia y del Orden Natural. Ser Nacionalista es luchar por la Vida, contra el aborto, garantizando a cada argentino sus Derechos Humanos desde el mismo momento de su concepción hasta su deceso. Ser Nacionalista es cuidar y respetar la ancianidad, valorando el esfuerzo y la sabiduría de nuestros mayores. Ser Nacionalista es alentar el Estudio, el Deporte y las Costumbres Sanas en nuestra Juventud, combatiendo la ignorancia, las drogas o cualquier forma de degradación y sometimiento hacia las nuevas generaciones. Ser Nacionalista es practicar las virtudes de la humildad, del servicio, del sacrificio y del amor al prójimo. Ser Nacionalista es, fundamentalmente, cumplir todos los días con la obligación de dar el Ejemplo.

La línea San Martín, Rosas, Perón

El Nacionalismo Argentino es el portador de una heroica tradición nacional, lleva en sus venas el mandato de sangre de los fundadores y líderes de nuestra nacionalidad.

La Idea Nacionalista se forjó en el sable libertador del General San Martín y alcanzó en el siglo XIX su pináculo más alto, su concreción histórica, con la Confederación presidida por el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, en donde Nacionalismo y Pueblo, Pueblo y Nacionalismo regían los destinos de la Patria. Y vino después la traición, el odio liberal y la intervención extranjera que persiguió al hombre de nuestra tierra. Costó muchas generaciones, generaciones enteras, que nuevamente Nacionalismo y Pueblo volvieran a ser una misma cosa. Contra toda resistencia surgieron los primeros revisionistas, por aquello de que “la Historia es la memoria de la Patria”, y el Nacionalismo como Idea fue ganando otra vez voluntades, pero no alcanzó a sintetizarse en una doctrina orgánica. De hecho existía una disociación entre el Nacionalismo sentimental y telúrico del Pueblo y el Nacionalismo de esos bien intencionados sectores, que no alcanzaron a plasmar sus ideas, hacerlas carne, en las grandes mayorías populares. Tampoco el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, surgido de los sectores medios e integrador de gran parte de las nuevas masas inmigratorias, pudo consolidar un ideario patriota y un proyecto nacionalista, y finalmente debió resignar su continuidad en manos del alvearismo proliberal y antipersonalista, sucumbiendo finalmente en su segundo mandato por su misma debilidad e inoperancia, las traiciones del propio partido y el accionar digitado desde las sombras por las fuerzas de la antigua oligarquía.

Al derrocamiento de Yrigoyen y al fracasado intento corporativista de Uriburu, le siguió una larga década infame, a la que puso fin la Revolución del 4 de junio de 1943. Pero es únicamente con la llegada al poder presidencial en 1946 del entonces Coronel Perón, cuando la Idea Nacionalista logra otra vez encarnarse y sintetizarse: Una Nación, un Pueblo, un Líder. A partir de allí, la Idea Nacionalista encuentra un nuevo cauce e inaugura un nuevo ciclo a través del ideario Nacional Justicialista, a través de basamentos doctrinarios y filosóficos que fueron vilmente traicionados y tergiversados por los actuales dirigentes del partido justicialista, que ya no representa en nada al legado de su propio fundador.

Y he aquí, entonces, el desafío histórico para el Nacionalismo Argentino de nuestros días: constituirse en el necesario heredero y continuador, en una nueva etapa del Movimiento Nacional, de la obra insigne y señera de San Martín, Rosas y Perón. Porque el pueblo Nacionalista es el mismo pueblo de las guerras de la Independencia Nacional, es el mismo pueblo de la divisa punzó que no se doblegó ante ningún poder extranjero, es el mismo pueblo del 17 de octubre y del 2 de abril.

Ser Nacionalista es ser un Argentino pleno, es ser un Argentino libre que lucha por la definitiva liberación de su Patria.

Raíces milenarias del Nacionalismo

El Nacionalismo es también el portaestandarte de una tradición occidental milenaria. Cada nacionalista Argentino debe ser consciente y estar a la altura de ese legado.

Nuestra Patria no surgió por generación espontánea, siendo su antecedente inmediato el Virreinato del Río de la Plata, una herencia que evoca un mandato de grandeza tantas veces despojado y traicionado, el mandato de una Argentina que aún sigue siendo un gigante dormido, pero al que debemos despertar. Una grandeza que nada tiene que ver con afanes expansionistas o colonialistas, sino, por el contrario, con la intrínseca grandeza de la Nación libertadora de medio continente.

Desde esa perspectiva, desde esa cosmovisión, el Nacionalismo hunde sus raíces en Grecia, cuna de las ciencias y de las artes, de la superación de la materia, de la exaltación del espíritu, de la armonía. “Todo en su medida y armoniosamente”, decía el General Perón. Bebe de quienes como Sócrates, Platón y Aristóteles hicieron de la moral y de la ética un culto.

El Nacionalismo crece en Roma y de allí toma la monumental concepción del Estado. Marcha con su legiones “de cara al cielo pero con los pies en la tierra”, llevando la tradición occidental al mundo.

Arriba a Iberia, y allí se funde con los celtas y con los moros. Pero es con la revelación de Cristo cuando el Nacionalismo encuentra su destino misional y su plasmación perfecta. Hecho Fe, hecho Raza, hecho Idioma, con la Cruz y con la Espada constituye una nación y llega a nuestra América. Y allí, la sangre del español y la sangre del indio dan lugar al nacimiento de nuestro gaucho federal, cuya tenaz simiente persiste y sobrevive a las masacres liberales que siguieron al derrocamiento de Rosas, para encarnar casi un siglo más tarde, junto a los hijos y nietos bien Argentinos de laboriosos inmigrantes europeos, al descamisado del 17 de Octubre de 1945.

El Nacionalismo también toma de Prusia, de Federico el Grande, el concepto vertebral de que “el gobernante debe ser el primer servidor del Estado”. Y concreta un corporativismo social, una doctrina del trabajo, que no es sino la versión autóctona, estrictamente tamizada de acuerdo a nuestra idiosincracia e identidad nacional, de la Carta del Lavoro de Benito Mussolini.

El Nacionalismo es, asimismo, la mejor traducción de la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Equilibra el concepto del individuo con la sociedad, el concepto de interés particular con interés social. Y además el Nacionalismo es la síntesis armoniosa de lo nacional con lo universal. No dudamos en proclamarlo: ¡Qué extraordinario es ser Nacionalista!

Nuestro honor es la Lealtad

Ser Nacionalista - Por Alejandro Biondini (Kalki)Algunos dicen que en nuestro país la sangre seca rápido, nosotros respondemos que la sangre de nuestros Héroes y de nuestros Mártires no se negocia y que ellos marchan espiritualmente en nuestras filas, alentándonos con su ejemplo en las horas difíciles, marcando a fuego el carácter y el rumbo de nuestra lucha.

Los Nacionalistas hacemos un culto de la Lealtad, porque la Lealtad es lo único que dignifica al hombre. Por eso el verdadero Nacionalismo es el que ha tomado la bandera de sangre de tantos miles y miles de camaradas que en nuestro territorio continental, en nuestras irredentas Islas Malvinas y en el mundo, entregaron sus vidas en el frente de batalla con una consigna grabada en su corazón: Nuestro Honor es la Lealtad.

Cada Nacionalista Argentino lleva el mandato de una Revolución inconclusa, lleva el mandato de una Nación rebelde y de un Pueblo Líder, de un Nuevo Orden, capaz de dar unidad de concepción y de acción al surgimiento victorioso de la Gran Argentina.

Donde hay una voluntad, hay un camino

Seguramente, no van a faltar los agoreros que nos digan y traten de convencernos que ese surgimiento, en medio de la oscuridad y mediocridad de estos tiempos, se torna imposible. Pero la misma historia de la humanidad nos demuestra que aquellas cosas u objetivos que algunos juzgaron como imposible, fueron después las grandes realizaciones de quienes tuvieron el valor, la voluntad y la tenacidad para ser artífices de su propio destino.

Ser Nacionalista - Por Alejandro Biondini (Kalki)Desde Bandera Vecinal estamos convocando a una gesta que excede lo meramente partidario, porque el partido no es otra cosa que un instrumento, que un medio, al servicio de la Causa Superior que nos hermana. Estamos convocando al Despertar Argentino, a la gesta de poner en marcha una nueva etapa del Movimiento Nacional, único camino para alcanzar la liberación de nuestra amada Patria. Muchos de nosotros venimos de largos y duros años plagados de persecuciones, proscripciones y atropellos de todo tipo.

Pero las adversidades sólo lograron fortalecernos y ya demostramos que pudimos quebrar la estrategia proscriptiva del enemigo en ámbitos donde éste se creía invencible. Ahora, más que nunca, no hay que aflojar, los años venideros son claves y si persistimos, vamos a alcanzar finalmente el triunfo. Un triunfo sin cadenas, sin compromisos espúreos, un triunfo de hombres y mujeres libres.

No importa cómo los lenguaraces del sistema nos etiqueten, califiquen o descalifiquen, no importa que aún aquellos que dicen compartir algunos de nuestros postulados estén ganados por el pesimismo y la resignación. En Bandera Vecinal no estamos dispuestos a agachar la cabeza y seguir al rebaño. Es mejor vivir un día como león que toda una vida como cordero.

Nosotros somos el Nacionalismo Social en marcha, nosotros somos el Patriotismo Militante, nosotros somos los hombres y la mujeres de la Cuarta Posición, los pioneros de una nueva etapa del Movimiento Nacional. La palabra imposible no figura en nuestro diccionario, porque estamos convencidos que donde hay una Voluntad hay un camino.

¡Argentina Vencerá!

Alejandro Carlos Biondini

Alejandro Carlos Biondini
Presidente del Partido Bandera Vecinal en el Orden Nacional

Artículo publicado en el Periódico Bandera Nº 1 (Octubre 2015)