miércoles, 18 de noviembre de 2015

INTELECTUALIDAD Y POLÍTICA


por Claudio Chaves
Informador Público, • 18/11/2015

Algo raro y atípico está ocurriendo en estas elecciones, las que se celebrarán el 22 de noviembre. Lo inusual y peregrino, pues nunca pasó con el peronismo, es la gigantesca movilización intelectual a favor del candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli.

Declaraciones, solicitadas, manifiestos, ensayos escritos a las apuradas de ciudadanos “bien pensantes” nos alertan sobre los terribles males que acarrearía el triunfo de Macri para el país y el pueblo trabajador. Esta “intelligencia”, al decir de Arturo Jauretche (intelectuales desconectados de las necesidades del pueblo), que se arrogan la centralidad del saber, nos previene acerca del posible triunfo de la derecha. Rectores de universidades, actores, intelectuales destacados de las ciencias sociales y de las otras.

 Sindicatos, docentes, agrupaciones de profesionales y de estudiantes universitarios, profesores secundarios, maestras, psicólogos, politólogos, periodistas, bandas de rock o pop y una larga fila de pensadores “comprometidos con la lucha popular” emulan, sospecho que sin saberlo, la infinidad de manifiestos que sus antecesores “culturosos” redactaron para impedir el triunfo de Perón en 1946. 

En aquella oportunidad, una mayoría intelectual cargada de latines, griegos y marxismo apoyó sin cortapisas a la Unión Democrática, pues era la expresión del progresismo de izquierda de aquellos años. Los argumentos fueron parecidos: Perón era el nazi-fascismo; esto es la derecha y hoy Macri es el neoliberalismo, esto es, la derecha de los tiempos que corren. Para los intelectuales salidos de nuestras universidades altamente ideologizadas. el grave problema de ayer, de hoy y de siempre es la derecha, o mejor dicho, lo que ellos creen es la derecha.

Pareciera que después de años, las cosas se han invertido (sin la intención de ofender con la palabra). El Frente para la Victoria se queda con los libros y el Pro con las alpargatas, si se observa la distribución del voto. La suficiencia y fatuidad con que ciertos intelectuales kirchneristas abordan al Pro se asemeja a la idea que Ezequiel Martínez Estrada tenía del peronismo en su nefasto libro ¿Qué es esto?

Naturalmente, no estoy diciendo que el ingeniero Mauricio Macri sea ni siquiera el espíritu chocarrero del General Perón, Dios no lo permita, diría Carrió, lo que observo son dos cosas:


O el progresismo finalmente ha cambiado y comprende las necesidades populares, cosa que dudo, o repite su eterna desubicación histórica. En poco tiempo lo sabremos.