domingo, 12 de octubre de 2014

A PROPÓSITO DEL DÍA DE LA RAZA

Mucho más que voltear una estatua

La jueza Macarena Giménez le dio la razón al capricho personal de Cristina Kirchner y levantó las medidas cautelares que impedían la mudanza del monumento a Cristóbal Colón desde la plazoleta de atrás de la casa Rosada al Aeroparque. Para eso contó con la complicidad del macrismo, que convalidó el traslado.

No está en discusión si la heróica Juana Azurduy merece una estatua en la Ciudad. Rotundamente, sí. Pero eso no habilita la demagogia histórica y el simbolismo berreta de la Presidenta de haber decapitado a Colón para poner a Azurduy en su lugar, como si se tratara de una reparación en honor de las raíces latinoamericanas. No pensó que el mayor tesoro cultural y la identidad de la región, su lengua, fue posible por aquél desembarco en el que alumbró para siempre iberoamérica. O que la obra haya sido una donación de la colectividad italiana por el Centenario de la Argentina. Esstuvo donde estuvo desde 1921 por una ley de la Nación.

Se ve que la Presidenta se considera dueña hasta de las estatuas de la República.