lunes, 12 de mayo de 2014

¿QUÉ ES IMPORTANTE PARA UN CATÓLICO A LA HORA DE VOTAR?



Responde el arzobispo Negri

Religión en Libertad, 8-5-14


Queridísimo hijos e hijas de la Archidiócesis de Ferrara-Comacchio,

En vista de las elecciones del próximo mes de mayo me siento en la obligación de dirigiros un mensaje breve, pero fundamental.

Como obispo, mi primera e inderogable misión es el anuncio del Evangelio como camino de libertad, responsabilidad y salvación. El Evangelio que os debo anunciar contiene también una concepción precisa del hombre y de toda su realidad, núcleo portante de la Doctrina Social que la Iglesia ha proclamado y testimoniado siempre.

Se trata de los “principios no negociables” que son patrimonio de cada persona, porque están inscritos en la conciencia moral de cada uno y constituyen, además, el criterio ineludible para los juicios y las elecciones temporales y sociales del cristiano.

Los enumero sintéticamente:

-la dignidad de la persona humana, constituida a imagen y semejanza de Dios y por tanto irreductible a cualquier condicionamiento, ya sea de carácter personal o social;

-la sacralidad de la vida desde la concepción a la muerte natural, contraria a todas las estructuras y a todos los poderes;

-los derechos y las libertades fundamentales de la persona;

-la libertad religiosa, de la cultura y la educación;

-la sacralidad de la familia natural fundada sobre el matrimonio, es decir, sobre la legítima unión entre un hombre y una mujer, responsablemente abierta a la paternidad y la maternidad;

-la libertad de acometer empresas culturales, sociales y también económicas en función del bien de la persona y del bien común;

-el derecho a un trabajo digno y justamente retribuido, como expresión que es síntesis de la persona humana;

-la acogida de los migrantes en el respeto de la dignidad de su persona y de las exigencias del bien común;

-el desarrollo de la justicia y la promoción de la paz; el respeto de la Creación.

He aquí el horizonte inmutable de cada juicio y del consiguiente compromiso del cristiano en la sociedad, pero también la clave de valoración de las personas, de los grupos políticos y de los correspondientes programas, para así favorecer la promulgación de leyes coherentes con las exigencias fundamentales de la dignidad humana.

En consecuencia, la conciencia cristiana, rectamente formada, no permite promover la actuación de proyectos contrarios a dichos principios.

Confirmo por tanto cuanto ya afirmado en el Comunicado de los Obispos de Emilia-Romaña en vista de las elecciones regionales del año 2010:

“Somos conscientes de haber propuesto a nuestros fieles no sólo orientaciones necesarias para hoy, sino también un camino educativo constante mediante el cual puedan asimilar los valores de la Doctrina Social de la Iglesia que les lleven a juicios y elecciones responsables y coherentes para que así rechacen tanto los chantajes de los poderes ideológicos y de los medios de comunicación social como los intereses particularistas. Desearíamos que creciera, conforme a un compromiso educativo renovado y diario de nuestras Iglesias, un laicado que precisamente a causa de su pertenencia eclesial se dedicara al bien común de la sociedad» [cfr. Benedicto XVI, Deus caritas est, 28].

Por lo tanto, el clero y los organismos eclesiales deben permanecer totalmente fuera del debate y del compromiso político pre-electoral, manteniéndose absolutamente ajenos a cualquier partido o alineación política. Para los sacerdotes esta exigencia está fundada en la naturaleza misma de su ministerio (cfr. Congregación para el Clero, Directorio para el ministerio y la vida de los Presbíteros 33, cpv.1°: EV 14/798). Si un fiel le pide al sacerdote cómo orientarse en la situación actual, el sacerdote tiene que tener presentes las indicaciones dadas en dicho documento: “Cada elector está llamado a elaborar un juicio prudencial que por definición no está nunca dotado de certeza incontrovertible. Pero un juicio es prudente cuando ha sido elaborado a la luz tanto de los valores humanos fundamentales, que están concretamente en cuestión, como de las circunstancias relevantes en las que estamos llamados a actuar. Con esta premisa general, cada elector que quiera tomar una decisión prudente deberá discernir en la situación del momento qué valores fundamentales están en cuestión y juzgar qué parte política, - por los programas que declara y por los candidatos que propone para llevarlos a cabo -, le da mayor confianza para su defensa y promoción (…) El Magisterio de la Iglesia es referencia obligatoria para ayudar al fiel en este discernimiento”.

Nuestra ciudad y provincia, como también toda la nación, están atravesando un momento difícil, como he recordado varias veces en mis mensajes, en especial en el mensaje de Pascua, por lo que la consulta electoral será una ocasión para que cada fiel pueda ejercer, mediante el voto, una parte activa en la obligada edificación de la comunidad civil.

Os bendigo a todos de corazón.
+ Luigi Negri
Arzobispo de Ferrara-Comacchio y Abad de Pomposa


(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)