lunes, 26 de mayo de 2014

EL DR. ROY SPENCER EXPONE LOS ERRORES EN EL INFORME DEL CLIMA DEL GOBIERNO DE OBAMA





Por Eduardo Ferreyra

Presidente de FAEC

Estrucplan, 23-5-14

El Dr. Roy Spencer está a cargo, junto con el Dr. John Christy, del registro y análisis de los datos de la temperatura atmosférica que obtienen los satélites en toda la superficie de la Tierra. Ambos científicos son convencidos escépticos de la teoría del Calentamiento Global Catastrófico Antropogénico (CGCA) presuntamente causado por las actividades humanas. Son escépticos porque como científicos están al tanto de todo los relacionado con la física de la atmósfera y del sistema climático, pero además han demostrado tener una ética científica impecable y una honestidad a prueba de toda sospecha.


El Dr. Spencer tiene una página en la web donde va exponiendo mucha información sobre el tiempo, el clima actual y pasado de la Tierra. Allí publica todos los meses los datos mensuales de las observaciones satelitales. Del estudio de su página web podemos enterarnos de cosas que a los alarmistas y zelotes del clima les causan alarma: como los comentarios de Spencer sobre el último informe emitido por el gobierno de los Estados Unidos sobre la supuesta gravedad del problema.

Es importante recordar que el asesor científico en jefe del Presidente Obama es nada menos que un personaje de tira cómica llamado John Holdren, quien una vez perdió una apuesta a fines de los años 60, junto con el apocalíptico profeta Paul Ehrlich, autor del libro 'La Explosión Demográfica', que es todavía usado por los zelotes del ecologismo –a pesar de ser un compendio de profecías fallidas en un 100%- para alarmar a la población incauta e ignorante de la ciencia básica. E

hrlich y Holdren apostaron contra el economista Julian Simon sobre el precio a 10 años en el futuro de una lista de minerales y commodities que Simon les dejó elegir. Diez años más tarde Ehrlich y Holdren le enviaron a Simon un cheque por $1000 dólares en pago por la apuesta perdida. Una prueba más de que el catastrofismo lleva a causar enormes pérdidas económicas y humanas a quienes creen en la “ciencia basura”.

En todo el informe presentado por Obama como una profecía del Fin del Mundo está:

Repleto de mentiras a medias, mentiras completas, exageraciones y deformaciones de los hechos observados, porque esta gente ha aprendido de la vieja experiencia exitosa de Jospeh Goebbles, que recomendaba a sus redactores de discursos y literatura panfletaria: “Mentir, mentír, y mentir, porque algo siempre queda,” inspirado en la observación de su jefe, Adolfo Hitler que le había dicho: “Es más fácil engañar a los pueblos con una mentira muy grande que con una pequeña. Mientras más grande sea la mentira, más fácilmente se la creerán".

La repetición constante de los términos “impactos”, “eventos extremos”, “sequías”, inundaciones”, “tormen-tas severas”, “aumento del peligro”, y una nueva favorita: “disrupción”.
Esta última palabreja se usa en reemplazo de los términos ya perimidos y obsoletos como “calentamiento global” –porque el calentamiento se detuvo hace casi 18 años o más; “cambio climático”, porque la gente ya se dio cuenta de que el clima cambia de manera cíclica y siempre lo hizo sin la ayuda o interferencia del hombre. 

Ahora es “disrupción del clima”, que en verdad debería “disrupción del tiempo” porque clima se considera los períodos de tiempo similar constante de 30 años o más –y recién llevamos 18 años de tiempo más o menos estable, sin una tendencia visible hacia alguna dirección en particular, calentamiento o enfriamiento. Lo que en efecto ha podido observarse, y los registros son bastante precisos al respecto, es que la actividad ciclónica tropical ha venido disminuyendo desde hace unos 35 años, lo mismo que la intensidad en general de las tormentas, aunque algunas excepciones se han observado, pero son esas excepciones las que confirman la tendencia.

Es el uso repetido de esos términos que llevan la intención de inyectar la alarma y el miedo en la población lo que deja al descubierto el carácter absolutamente político del Informe de Obama, Holdren y sus alegres creadores de mitos y fraudes pseudocientíficos. Pocas veces he leído un escrito con pretensiones de ser científico y que contiene tantos errores, tantas exageraciones, tantas falsedades y tanta profecía dignas de la más burda de las tiradoras de cartas del Tarot. Entre este informe y la Astrología, hay poca diferencia: la diferencia es que la astrología no causa tanto daño a la humanidad como el podría causar este esperpento que tienen la osadía de llamar “informe”.


La Evaluación Nacional del Clima de Obama

Los medios de prensa de Estados Unidos estuvieron zumbando desde la publicación de la administración del presidente Obama del altamente politizado y sesgado Evaluación Nacional del Clima (NCA). Un informe de prensa típico, en el USA Today comienza de esta manera:

Devastadoras sequías en el Sudoeste, ruinosas inundaciones en la ciudad de Nueva York, incendios asesinos en Colorado, intensas olas de calor en las Planicies: Estos son algunos de los desastres que están siendo exacerbados por el calentamiento global, y los problemas seguirán empeorando en las décadas vendieras, de acuerdo con un informe publicado el martes en la Casa Blanca. El cambio climático está afectando dónde y cómo viven los norteamericanos y cómo trabaja como también su salud, y la evidencia está aumentando que la quema de combustibles fósiles hizo que los eventos extremos del tiempo como olas de calor y fuertes precipitaciones mucho más probable en los Estados Unidos, de acuerdo con el NCA, National Climate Assessment, el más grande, más completo reporte del cambio climático jamás producido enfocado a los Estados Unidos.


FAEC: Ese informe fue típico como cientos iguales en los medios más importantes del establishment del supuesto calentamiento que tomó al informe NCA sin ningún análisis profundo o siquiera superficial. Los medios cómplices no cumplieron con lo más básico del periodismo: comprobar los hechos y cotejarlos con la realidad y las leyes de la física. Nos hubiese sorprendido que lo hicieran ya que la costumbre repetida ha sido no hacerlo jamás. Sin embargo, muchos científicos del clima piensan que el NCA es alarmista en exceso y lleno de errores fácticos y especulaciones sin base científica. Dice el Dr. Spencer:

"Habrá muchos comentarios de otros científicos, estoy seguro, pero estos son mis pensamientos iniciales acerca de los 12 grandes hallazgos del último Informe Nacional de Evaluación Climática, que se propone decirnos cómo el cambio climático anticipado por el IPCC para el clima global nos impactará aquí en casa. Los hallazgos del informe los pongó en negrita e itálicas. Mis comentarios siguen a continuación:"

El clima global está cambiando y esto es aparente a lo largo de los Estados Unidos en un amplio rango de observaciones. El calentamiento global de los últimos 50 años se debe primariamente a las actividades humanas, de manera predominante por la quema de combustibles fósiles. Muchas líneas de evidencias independientes confirman que las actividades humanas están afectando al clima de manera sin precedentes. Las temperaturas de los Estados Unidos han aumentado en 1,3ºF a 1,9ºF desde que co-menzó el registro en 1895; la mayor parte de este aumento ocurrió desde alrededor de 1970. La década más reciente fue la más caliente en los registros. A causa de que el calentamiento inducido por los humanos está superpuesto a la variación natural del clima, las temperaturas en alza son están distribuidas de manera uniforme a lo largo del país o del tiempo.

Spencer: Sí, probablemente se ha calentado, pero en una cantidad que se desconoce debido a un creciente sesgo calentador en los lugares donde están montados los termómetros de medición, sesgo que no puede ser eliminado por medio de ajustes de “homogeneización”. Pero no hay manera de saber si “el calentamiento global de loas últimos 50 años es primariamente debido a las actividades humanas” porque no hay una huella digital de un cambio climático causado por los humanos versus una cambio de clima de causas naturales. 
Afirmar que los cambios son “sin precedentes” o puede demostrarse con información confiable, está contradicha por algunas informaciones paleoclimáticas publicadas que sugieren que la mayoría de los siglos experimentan sustanciales enfriamientos y calentamientos.

Alguno eventos extremos del tiempo y del clima han aumentado en las décadas recientes, y ahora nueva y más fuerte evidencia confirma que algunos de aumentos están relacionados a las actividades humanas. Los cambios en eventos extremos del tiempo son la manera primaria en que la mayoría de la gente experimentan al cambio climático. El cambio de clima inducido por los humanos ya aumentó la cantidad y fuerza de algunos de estos eventos extremos. Durante los últimos 50 años, gran parte de los Estados Unidos han visto un aumento en prolongados períodos de temperaturas excesivamente altas, más cuantiosas lluvias, y en algunas regiones sequías más severas.

Spencer: Hay muy poca y ninguna evidencia del aumento en los eventos extremos del tiempo, excepto probablemente en fuertes eventos de lluvias, que serían consistentes con un modesto calentamiento. La declaración apela a enfocar la atención del público sobre los últimos efecto severos del tiempo, y alejarla de eventos aún peores ocurridos en el pasado.

FAEC: Viene al caso mencionar al peor y más catastrófico huracán ocurrido en Estados Unidos, -que no fue el Katrina de 2005 sino el huracán de Galveston, Texas, en 1900 cuando murieron 10.000 personas, momentos de la historia cuando las temperaturas eran inferiores a las actuales en casi 1º C. También conviene recordar a la descomunal tormenta que destrozó a la Gran Armada Española en plena Pequeña Edad de Hielo, cuando se disponía atacar e invadir a Gran Bretaña en 1685.

El cambio de clima inducido por los humanos está proyectado continuarán y se acelerará de manera significativa si las emisiones de gases que atrapan al calor continúan aumentado. Los gases que atrapan calor que ya están en la atmósfera nos han comprometido a un futuro más cálido con más impactos relacionados con el clima en las próximas décadas. La magnitud del cambio climático futuro más allá de las próximas décadas depende de manera primaria de la cantidad de gases que atrapan calor que las activida-des humanas emiten globalmente ahora y en el futuro.

Spencer: Esta es una declaración predictiva basada en modelos computados del clima que no fueron capaces de adivinar las temperaturas globales, sin mencionar la incapacidad de pronosticar cambios con ningún nivel de certeza o precisión.

Los impactos relativos al cambio climático ya son evidentes en muchos sectores y se espera que se hagan cada vez más disruptivos en toda la nación durante este siglo y más allá. El cambio climático ya está afectando sociedades y al mundo natural. El cambio climático interactúa con otros factores ambientales y sociales de maneras que pueden moderar o intensificar estos impactos. El tipo y magnitud de los impactos varían a lo largo de la nación y durante el tiempo. Los niños, ancianos, los enfermos, y los pobres son especialmente vulnerables. Existe información acumulada que el daño a la nación aumentará de manera sustancial en el futuro a menos de que las emisiones del gases que atrapan calor sean reducidas en gran medida.

Spencer: La extensión en que el clima ha cambiado regionalmente no hay manera posible de conocer si se ha debido a las actividades humanas. De hecho, podría ser que por el contrario, las actividades humanas pueden haber reducido el impacto negativo de los cambios naturales –simplemente, no hay manera de saberlo. Usted verá, esos científicos que estudian al mundo natural no pueden considerar la posibilidad de que algunos impactos humanos son en verdad positivos. Aún si los impactos causado por los humanos son algo negativos, ellos están más que compensados por los beneficios para la sociedad (especialmente para los pobres) del acceso a una energía abundante y barata. Además, durante las próximas décadas no haya nada sustancial que podamos hacer acerca del problema, a menos de que matar a una enorme porción de la humanidad, y hacer la vida miserable para el resto sea una de las opciones en la mesa de discusión.

El cambio climático amenaza a la salud humana y el bienestar de muchas formas, incluyendo a través de eventos del tiempo más extremos e incendios, disminución de la calidad del aire, y enfermedades a través de los insectos, alimentos y el agua. El cambio climático está aumentando los riesgos de estrés por calor, estrés respiratorio por la pobre calidad del aire, y la extensión de enfermedades nacidas del agua. Los eventos extremos del tiempo a menudo conducen a fallecimientos y a una variedad de impac-tos sobre la salud sobre las poblaciones vulnerables, incluyendo impactos sobre la salud mental tales como ansiedad y desorden postraumático (DPT). Los cambios a gran escala en el ambiente debidos al cambio climático y los eventos extremos del tiempo están aumentando el riesgo de la aparición o reaparición de amenazas de salud que no son actualmente comunes en los Estados Unidos, tal como la fiebre del dengue.

Spencer: La mayor parte de esto está simplemente inventado, e ignora los beneficios positivos del acceso barato a energía barata que compensa por amplio margen a los efectos negativos. Si hubo un aumento en la ansiedad y DPT no ha sido a causa de eventos severos del tiempo… es causado por las incansables y constantes campañas atemorizantes de los políticos, los grupos ecologistas y los medios en complicidad.

La infraestructura está siendo dañada por aumento del nivel del mar, fuertes lluvias, y calores ex-tremos; se proyectan que aumentarán los daños con el continuado cambio del clima. La subida del nivel del mar, aumento de las tormentas, y fuertes lluvias, en combinación con el patrón de desarrollo constante en las áreas costera, están aumentando los daños a la infraestructura incluyendo caminos, edificios e instalaciones industriales, y también están aumentando los riesgos para los puertos en instalaciones mili-tares costeras. Las inundaciones a lo largo de ríos, lagos, y en ciudades después de fuertes aguaceros, llu-vias prolongadas, y un rápido derretimiento de las capas de nieves están superando los límites de la protec-ción contra inundaciones diseñadas para condiciones históricas. El calor extremos está dañando la infraes-tructura de transporte como caminos, líneas de ferrocarril, y pistas de aterrizaje en los aeropuertos.

Spencer: El aumento del nivel del mar, que comenzó mucho antes de que comenzáramos a emitir dióxido de carbono en cantidades sustanciales, es un procesos sumamente lento, que tendría que ser acomodado de todas maneras. Y mientras más débil resulte ser el calentamiento global, más lento será el aumento del nivel del mar. El daño a la infraestructura ocurre de cualquier modo, y a menudo se debe a eventos del tiempo que exceden los límites de diseño. No se construyen caminos, edificios y murallas marinas de contención para manejar cualquier escenario posible… sería demasiado caro. Una gran parte de nuestros problemas de inundaciones se deben al reemplazo de suelos naturales con superficies pavimentadas, que aumenta el escurrimiento hacia los ríos. Esto no tiene nada que ver con el cambio climático.

La calidad del agua y la confiabilidad en su provisión están jaqueadas por el cambio climático en una variedad de formas que afectan a los ecosistemas y estilos de vida. Los abastecimientos del agua su-perficial y de profundidad en algunas regiones ya están estresadas por una demanda en aumento como también una declinación del escurrimiento y la recarga subterránea. En algunas regiones, de manera parti-cular la parte sur del país y del Caribe e Islas del Pacífico, el cambio climático está aumentando la probabili-dad de escasez de agua y competencia por el agua en sus muchos usos. La calidad del agua está disminu-yendo en muchas áreas, particularmente debido al sedimento y la concentración de contaminantes después de fuertes aguaceros.

Spencer: Esto es en gran parte un “non sequitur”. Los problemas descritos existen aún sin el cambio climático causado por el hombre.

FAEC: Spencer pudo haberse extendido un poco más sobre el tema, aunque más no fuese para demostrar la falta de honestidad de los redactores del informe –recordemos que John Holdren es pieza clave en esta deformación de la verdad, la historia del clima y la ocultación de los hechos científicos. El asunto del agua no es ni un problema ni mucho menos una crisis. Los científicos honestos reconocen que hoy hay en la Tierra la misma cantidad de agua que había después de la creación del planeta, hace varios miles de millones de años. Lo que puede considerarse un problema creciente es el abastecimiento del agua potable, y ese problema no tiene relación alguna con el clima sino con las inversiones necesarias para obtener agua de nuevos pozos o para instalar purificadoras y potabilizadoras del agua de ríos y lagos, o la instalación de grandes y eficientes plantas de desalinización del agua de mar y el transporte y distribución en las regiones aledañas, ya sea por acueductos tradicionales o por cañerías de gran diámetro.

Es, básicamente, un problema de dinero y de decisión política de gobiernos que deberían de dejar de estar atentos a las noticias y recomendaciones irracionales de los zelotes del cambio climático como el asesor Holdren, y estar más atentos a las necesidades de sus pueblos. Sobre todo, deberían por comenzar abandonando las prácticas corruptas de enriquecimiento personal mediante el saqueo de las cuentas públicas –práctica terriblemente extendida como una pandemia- entre los países africanos y de América Latina, los más afectados por la provisión de agua potable.

La disrupción climática en la agricultura estuvo aumentando y se proyecta hacerse más severa durante este siglo. Algunas áreas ya han experimentado disrupciones relacionadas con el clima, en particular debidas a eventos extremos del tiempo. Mientras que algunas regiones de los EEUU y algunos tipos de producción agrícola serán relativamente resistentes al cambio climático durante los próximos 25 años, otros estarán sufriendo un aumento del estrés debido a calor extremo, sequía, enfermedades, y fuertes aguaceros. Desde mitad del siglo en adelante, se proyecta que el cambio climático tendrá impactos más negativos sobre los cultivos y la ganadería en todo el país –una tendencia que podría disminuir la seguridad de nuestro abastecimiento de alimentos.

Spencer: Yo trabajo con la gente involucrada en rastrear y predecir a largo plazo los rendimientos agrícolas, tanto doméstica como internacionalmente. Ellos no ven ninguna señal de impactos del cambio climático sobre los rendimientos agrícolas. Siempre hay fluctuaciones, pero si hay cualquier impacto negativo inducido por el hombre, está sobre compensado por el aumento de los rendimientos debido a la mejora y perfeccionamiento de las prácticas agrícolas, variedad de semillas transgénicas, y más que muy posiblemente debido a la fertilización del CO2.

El cambio climático impone amenazas particulares a la salud de los pueblos aborígenes, su bienes-tar y formas de vida: Los estrés crónicos como la pobreza extrema están siendo exacerbados por los im-pactos del cambio climático tales como el acceso reducido a los alimentos tradicionales, disminución de la calidad del agua, y un aumento en la exposición a riesgos de seguridad y salud. En partes de Alaska, Loui-siana, las Islas del Pacífico, y otras ubicaciones costeras, los impactos del cambio climático (a través de la erosión e inundación) son tan severos que algunas comunidades ya están relocalizándose de tierras históri-camente tradicionales a las que están atadas sus tradiciones e identidad cultural. Particularmente en Alas-ka, el rápido ritmo del aumento de la temperatura, derretimiento de la nieve, del hielo y del permafrost están afectando infraestructuras críticas en las formas de vida tradicionales.

Spencer: Oh, Dios mío! Ayudemos a la gente pobre aumentado el costo de todo haciendo más cara a la energía necesaria para producir cualquier cosa imaginable. La gente que escribe ese panfleto carece de cualquier clave sobre el tema que no se les debería permitir influenciar al proceso de toma de decisiones.

FAEC: Esa apelación a los sentimientos humanitarios, basados en terribles falacias científicas, es algo tan ruin y ridículo que casi todo el mundo se da cuenta de los absurdo del argumento. La vida tradicional de los esquimales –perdón, ahora los verdes exigen que se le llame Inuits- ha sido algo que a los habitantes de latitudes más cálidas les cuesta comprender por qué persisten en seguir llevando, una vez que conocen las formas de vida de otros pueblos cercanos, como los norteamericanos y canadienses que viven en Alaska y el Yukón. Su alimentación consiste en nada de verduras y frutas y un 100% de carne de pescado, ballenas, focas, y osos, y nada de madera para calentarse. Sólo la grasa de osos, narvales, focas, etc., para ilumina-ción de sus iglús.

Su tradicional forma de vida, tan preciosa para los románticos insaciables como Holdren, consiste en poner sobre una placa de hielo a los ancianos que llegaron al punto que resultan una carga para la comunidad, y dejar que la deriva de los hielos cumpla con el destino de los viejos inútiles: la muerte por congelamiento o en las fauces de algún oso blanco hambriento. Me inclino por la opción de hacerles llegar a los Inuits los beneficios de los adelantos de la civilización como combustibles baratos, transporte de mercaderías y alimentos desde los centros de producción, generadores eléctricos portátiles y comunicación radial o telefónica para emergencias, vehículos adecuados para transitar sobre regiones nevadas, materiales de construcción para viviendas adecuadas y de mayor seguridad e higiene.

De hecho, todo este hace bastante tiempo que se lleva a cabo y sólo algunos pequeños grupos aislados mantienen la vieja costumbre tradicional de los esquimales –bueno, Inutis. Porque sucede lo mismo que ha sucedido con los pueblos amazónicos y de otras regiones de todo el planeta. Cuando esas poblaciones com-prueban las ventajas de vivir aprovechando los productos tecnológicos que los “hombres blancos” disponen y les ofrecen, desde un simple cuchillo de acero, pasando por ollas de aluminio y zapatillas, hasta transmisores de radio, cámaras de video, televisores y teléfonos celulares, los jóvenes indios van abandonando las aldeas y comienzan sus estudios en las misiones religiosas cercanas o en escuelas del gobierno. Y luego se integran a la sociedad mayoritaria de esas naciones, volviendo algunas veces a sus antiguos hogares en las aldeas para llevar bienes y objetos útiles a sus familias.

Pero esa actividad de integración a la civilización –sin entrar a considerar si la llamada “civilización” ha sido algo positivo o negativo- hace años que se viene desarrollando, sin pausa y cada vez más aceleradamente, sin que el clima o el cambio de clima haya tenido ninguna influencia que se pueda identificar.

Los Ecosistemas y los beneficios que proveen a la sociedad están siendo afectados por el cambio climático. La capacidad de los ecosistemas para moderar los impactos de eventos extremos como incendios, inundaciones, y tormentas severas está siendo abrumada. Los impactos del cambio climá-tico sobre la biodiversidad se observan en la alteración de los tiempos de los eventos biológicos críticos como la floración en primavera de los retoños y brotes y en cambios sustanciales en muchas especies. En el largo plazo, hay un aumento del peligro de extinción de especies. Estos cambios tienen efectos sociales, culturales y económicos. Eventos como las sequías, inundaciones, incendios de bosques y planicies, y brotes de pestes asociados con el cambio climático (por ejemplo escarabajos de las cortezas en el Oeste) ya están alterando a los ecosistemas. Estos cambios limitan la capacidad de los ecosistemas como bosques, barreras de playa, y humedales, para jugar roles importantes en la reducción de los impactos de estos eventos ex-tremos sobre la infraestructura, las comunidades humanas, y otros recursos valiosos.

Spencer: El modesto calentamiento y una mayor disponibilidad de CO2 para la biosfera están ya teniendo efectos positivos, como se observa en el reciente verdecer del planeta. Tratar de transformar a los resultados positivos más obvios en impactos negativos conduce a contorsiones lógicas que serían graciosas si en realidad no fuesen tan graves. La naturaleza cambia de todos modos, amigos, como lo evidencian los glaciares en Europa y Norteamérica al retroceder y dejar al descubierto antiguos tocones de árboles. ¿Los ecosistemas están siendo “abrumados”? No lo creo. Los ecosistemas no son estáticos.

Las aguas de los océanos se están haciendo más calidad y más ácidas, afectando a la circulación oceánica, la química, los ecosistemas y la vida marina: El agua más ácida inhibe la formación de caparazones, esqueletos y arrecifes de coral. Las aguas más cálidas dañan a los arrecifes coralinos y alteran la distribución, abundancia, y productividad de muchas especies marinas. La creciente temperatura y la cam-biante química del agua del mar se combinan con otros estreses como al sobrepesca y la polución costera y marina, para alterar la producción de alimentos del mar y dañar las comunidades de peces.

Spencer: Existe evidencia abundante y creciente que la acidificación del océanos ha sido grandemente exagerada. No soy un experto, pero de lo que he podido leer últimamente experimentos de laboratorio realistas de añadido de CO2 al agua de mar muestra que su capacidad natural de tampón de limita los cambios del pH (porque el CO2 es también necesario para el comienzo de la cadena alimentaria en el océano). Yo pienso que el jurado está todavía ausente en este asunto… pero, por supuesto, no podemos esperar informes del gobier-no, que están escritos para facilitar los cambios de políticas deseados, que provean de información balancea-da sobre tales cosas.

FAEC: A este punto no tendrían que haberlo ni mencionado, porque demuestra que o no saben nada de historia geológica de la Tierra, o nos saben de ciencia, especialmente de química, o bien están mintiendo de una manera que debería avergonzarles. Pero ya se ha comprobado que la palabra “vergüenza” no existe en el dic-cionario de los calentadores.

Dejando de lado el asunto de que las aguas de los océanos no se acidifica porque su pH ha variado en algu-nas regiones y algunas profundidades en décimas de grado, de pH=8,4 a pH=8,2 en promedio, siguen siendo aguas alcalinas. Para ser “ácida” el agua debería tener un grado acidez de 6,9 o menos y aún le falta un buen trecho para que ello suceda. Pero, ¿podría el agua de los océanos volverse ácida y causar los efectos men-cionados en el informe de Obama/Holdren? Ni en el sueño más alocado de los calentadores. Veamos:

Si el aumento de 125 partes por millón de CO2 en la atmósfera –el aumento registrado desde la era preindus-trial de 275 a 400 ppm- causa de que no se formen caparazones y se destruyan arrecifes de coral y se altere toda la cadena trófica alimentaria marina, hoy no existiría vida en el mar, ni arrecifes de coral, porque duran-te unos 400 millones de años, desde el período Cámbrico, pasando por el Ordovícico, el Silúrico, el Devónico, el Carbonífero, el Triásico y el Jurásico, la concentración de CO2 en la atmósfera varió entre los 7000 y las 2000 ppm, cayendo desde el Cretácico hasta el presente a los 275 ppm y luego subiendo hasta las 400 ppm.

Impacto Ambiental

De ser cierta la teoría de IPCC/Obama/Holdren de la acidificación del agua de mar, con los niveles de CO2 en la atmósfera desde el Cámbrico hasta el Cretácico, la acidez del agua habría sido tan elevada que no habrían existido trilobites, ni cangrejos, ni ostras ni ninguna forma de vida marina que usase un caparazón calcáreo para vivir. Recién se habrían formado a partir del fin del período Terciario, hace unos 2 millones de años, cuando los niveles de CO2 descendieron más o menos hasta los niveles actuales.

Se está haciendo más amplio el planear para la adaptación (para enfrentar u preparase para los impactos) y la mitigación (para reducir al futuro cambio climático, por ejemplo cortando con las emisiones), pero la corriente implementación y los esfuerzos son insuficientes para evitar las consecuencias sociales, ambientales, y económicas crecientemente negativas. Las acciones para reducir las emisiones, aumento de la absorción d carbono, adaptarse a un clima cambiante, y un aumento de la resiliencia a los impactos que son inevitables, pueden mejorar la salud pública, el desarrollo económi-co, la protección del ecosistema, y la calidad de vida.

Spencer: Traducción: necesitamos más regulaciones del gobierno y más impuestos.


CONCLUSIÓN

Amigos, sigan la ruta del dinero. Este absurdo informe de 840 páginas ha costado un montón del dinero que han pagado como impuestos a un gobierno que les está mintiendo y engañando creyendo que ustedes son unos imbé-ciles. Para que el gobierno se salga con la suya no tienen más que seguirle creyendo. Ya vieron que tiene poca capacidad de resolver problemas, y una gran capacidad de empeorarlos. Entonces, en base a qué tiene ustedes que creerle?

Spencer: Este informe involucró solamente a los “expertos” que están deseosos de jugar el juego del gobier-no… claro que eso tiene una buena ganancia para ellos, y un costo elevado para nosotros y el resto de la humanidad. Es difícil de responder en su totalidad porque el gobierno tiene miles de millones de dólares para invertir en este asunto, mientras que los escépticos, científicos y periodistas que quieren llevar un poco de cordura al asunto tienen que hacerlo en su tiempo libre, porque a nosotros no se nos paga para hacerlo. El informe no está ni de lejos balanceado en relación a la ciencia, costos versus beneficios, o los resultados políticos implicados. Como los dos informes de evaluación anteriores, se basa en modelos del clima que ni siquiera han podido adivinar las temperaturas del pasado cuando se los corre hacia atrás, y que exageran el calentamiento global promedio. Modelos que se sabe que tienen cero habilidad para hacer predicciones re-gionales, por ejemplo en los Estados Unidos, pero que son usados para instilar el miedo a las masas, de modo que los políticos puedan conducirnos alegre y felizmente a la seguridad.

Sólo el gobierno de Estados Unidos lleva invertido ya en este fraude más de $4000 millones de dólares anuales en financiar toda clase de estudios que “prueben” que las emisiones humanas de CO2 están calentando al planeta. Los zelotes acusan a las empresas petroleras de financiar o tener en su nómina de pago a los científicos escépticos. Haciendo una apelación a las falacias de “culpable por asociación”, y “arenque rojo”, los comparan con quienes pu-blicaban estudios favorables a las tabacaleras. 

En esta batalla los zelotes se ha apropiado del terreno alto de la moral y se muestran como los “chicos buenos” que con grandes sacrificios están salvando a la humanidad. Son, por supuesto, grandes puritanos de su religión verde. Y eso se explica con lo que ya en la década de 1930 nos decía el gran periodista y pensador norteamericano, H.L. Mencken sobre esta clase de puritanos lanzados a salvar a la humanidad de ella misma:

“Puritanismo: es el angustiante miedo a que alguien, en alguna parte, pudiese ser feliz.”

Y pintaba con nítidos colores a esta casta de elegidos e iluminados:
” La urgencia de salvar a la humanidad es casi siempre un falso frente para el ansia de gobernarlo.”

Porque:
“Todo el propósito de la política práctica es mantener al populacho alarmado (y por ello clamoroso de ser conducido a la seguridad) amenazándolo con una interminable series de sandeces, todas ellas imaginarias."

En el mundo de los zelotes, que es ahora nuestro mundo, no existen problemas simples. Todas las épocas tienen su casta dominante. Esta es la Era de los Zelotes. Hace 20 años se los desdeñaba como locos y fanáticos, pero hoy tienen licencia para interferir en la vida diaria de la gente común en un grado sin precedentes. Cuando Bernard se comenzó a identificar al fenómeno de los zelotes del ultra-ecologismo por primera vez, el nuevo fenómeno de los fanáticos individuales, muchos pensamos que era un chiste o, cuando mucho una pequeña molestia. Ahora la broma nos ha sobrepasado. En ese corto tiempo ellos han progresado de ser una molestia que podía ignorarse a lo que hoy es de manera efectiva una rama más del gobierno.

Ellos inician las leyes y prescriben los impuestos. Ellos forman una enorme y amorfa colección de grupos y sociedades que se solapan, unidas y definidas por los objetivos de sus odios (la industria, el tabaco, el alcohol, la adiposidad, el carbono, la carne, la sal, las sustancias químicas en general, las ondas de radio, los campos de deportes, etc.) Su éxito en tan corto tiempo ha sido uno de los fenómenos más notables en toda la historia de la humanidad. Esta cita se lo dice todo:

“Imagine que hace 20 años usted le decía a alguien que para 2007 sería ilegal fumar en un bar, o en un parque público, o en su propio automóvil, o que le pondrían severas multas por dejar caer al piso la colilla de un cigarrillo, o que el gobierno determinaría por decreto en qué ángulo debe estar inclinada la cabeza de un bebedor en los avisos comerciales, o que sería ilegal discutir a las religiones o la homosexualidad, o sería ilegal volver a cablear su hogar, o que tener sexo después de beber algunos tragos podría calificarse de violación, o que el Estado le estaría confiscando a los niños por tener sobrepeso. Imagine decirle a la gente que el gobierno contemplaría imponer tarjetas de racionamiento para el combustible y hasta para la comida; que a cada ciudadano se le exigiría llevar consigo una cédula de identidad llena con la información privada y que podría serle retirada a capricho del Estado. La gente hubiese creído que usted era un chiflado paranoico.
Los factores comunes en estas campañas de alarmismo de los zelotes son:
Creación y mantenimiento de un mito.
Ignorar todas las evidencias que desmienten al mito.
Ataques ad hominem a los oponentes.
Alentar gobiernos autoritarios para imponer impuestos y reducir la libertad individual.
Promoción de límites y restricciones que son simplemente inventadas sin razón.
Colusión cómplice de los medios del establishment.
Daño a la ciencia y al método científico.
Eliminación de las cosas que hacen a la vida soportable.
Hacer a algunas personas muy ricas mientras se empobrece la vida de casi todos los demás.
Ellos no quedarán satisfechos hasta que le tengan a usted tiritando en una caverna, bebiendo un plato de caldo desgrasado y sin sal.

El más grande de estos movimientos, rico en las características de más arriba, es el Eco-Teológico, que se trans-formó en una cruzada anti-carbono. Es un fenómeno a escala mundial de una magnitud y un poder históricamente sin precedentes. La demonización del dióxido de carbono, la base misma de toda la vida en la Tierra, sólo puede ser explicado como un fenómeno religioso. Su absoluta perversidad es atractivo: porque la fe requiere un elemento de absurdidad en su objetivo. No requiere de fe creer que la manzana caerá hacia abajo desde el árbol. La campaña del CO2 es el pináculo del movimiento que comenzó modestamente con las tempranas imposiciones de la corrección política.

El calentamiento global ha llegado ahora a la etapa donde está mantenido sólo por la auto-censura de los medios. Si el público en general alguna vez se entera de los escándalos que rodean a la obtención y procesamiento de los datos, o que no hubo un calentamiento detectable durante los pasados 17 o 18 años, todo el movimiento quedaría muerto en el agua; pero no lo saben, de manera que no sucede. Se ha convertido en el mito más poderoso en la historia de la humanidad, enviando a gran parte del mundo en una espiral descendiente de declinación económica, es una tenue hipótesis apoyada por espurios modelos computados y datos de mediciones torpes, dudosamente procesados.


Final, final, final

Después de que lo escrito arriba estuvo listo para publicar, era tiempo para un rato agradable en el bar. Andrea, la popular y recientemente jubilada camarera, me ofreció un comentario que pareció resumirlo todo: “Solíamos tener tanta diversión. ¿Por qué ya no hay más diversión?”

Bienvenida, Andrea, al mundo de los zelotes.


Fuente: Mitos y Fraudes