viernes, 30 de mayo de 2014

DANIELE BÍBLICO: LOS ÚLTIMOS (CONTRATADOS) SERÁN LOS PRIMEROS



Por Yanina Passero

Alfil, 29-5-14



El único objetivo confeso del histórico dirigente del Suoem es asegurar la efectivización de casi tres mil contratados por artículo 8 y 9. Rubén Daniele no duda en hacer manifiesta la pretensión, cuando la novedad reciente de la gestión de Ramón Mestre apunta a una “revolución” en la modalidad de ingreso. La “dedocracia” sería parte del pasado si la iniciativa se implementa como prometió el equipo radical.
Hasta allí, Ejecutivo y gremio están en un abierto acuerdo. Ahora bien, la tradicional bandera sindical del economista de la Lista Verde no sería arriada; menos en un año electoral en el que pretende graduarse con honores con sus afiliados y sin un gesto altruista con la ciudadanía que paga los sueldos a los municipales. Es quizás en este contexto que debería leerse el intento de Daniele de imponer algunas consideraciones sobre los concursos, especialmente para tranquilidad de su frente interno.
En una conferencia de prensa, el sindicalista realizó una diferenciación clave. Los concursos masivos que abrió el municipio -cuya primera convocatoria reunión a más de 30 mil aspirantes- tienen como única finalidad generar un orden de mérito al que deberá recurrir sin excepción el intendente de turno para habilitar nuevas contrataciones de personal. Es por esto que se abrirán distintos llamados en todas las áreas del municipio, incluidas las operativas.
La herramienta generada ofrecerá los nombres de los ciudadanos que aspiran a obtener un puesto por primera vez en el Estado municipal y de los contratados que resolvieron participar del proceso. De esta manera, el Ejecutivo y gremio quedarían blindados para la sugerencia de amigos o familiares para ocupar una vacante. Daniele no disimuló ante los medios la conformidad con este proceso, al tiempo que dijo desconocer las famosas “comisiones de padres” formadas para tal fin.
Ahora bien, el secretario general del Suoem se mostró particularmente interesado en remarcar que “contratados” y “aspirantes foráneos” no compiten por nada. Los interrogantes se precipitan porque hay factores que comienzan a hacer ruido. Daniele se encargó de remarcar la diferencia existente entre un ingreso por concurso al municipio y un ingreso a la planta permanente del municipio.

La referencia inevitablemente apunta a los empleados transitorios y a los temporales (artículo 8). ¿Cómo es posible que no compitan en un concurso público y abierto? Al fin y al cabo, la gestión mestrista había accedido a reconocer con un puntaje extra a los empleados públicos que accedieran a participar de la pugna conforme a lo que marca la Carta Orgánica. Y como si esto fuera poco, aquellos que no quisieran demostrar sus conocimientos conservarían su puesto. Claro, que la llegada de su efectivización se dilataría o no se produciría.

La respuesta: para Daniele, sencillamente unos y otros no compiten entre sí porque los concursos que tanto dieron qué hablar no definirían un orden de mérito para ingresar a la planta permanente. Sólo terminaría con la contratación de nuevo personal que hiciera uso de sus buenos contactos.
El contratado, contratado está, según la visión de Daniele. Así también lo entiende la gestión. Si se generan las vacantes en la planta permanente el agente que concurse como exigen las nuevas reglas de juego del municipio tendría prioridad, independientemente de que se ubique primero, al medio o último en el orden de mérito general, según el Suoem.

“Si alguien cree que un aspirante va a llegar a la Municipalidad para que se vaya un contratado, no cuente con nosotros para respaldar la medida”, explicó Daniele. Y agregó: “El concurso es una condición necesaria, pero no suficiente para ingresar a la planta permanente del municipio. Cuando los contratados rindan, nadie les podrá decir que no cumplieron con la ley. El ingreso a planta es una discusión para más adelante, que se desarrolla de manera independiente a los concursos”.
Las citas explican que, para el cabecilla del Suoem, es central que los contratados participen de los concursos para no quedar atado de pie y manos con el Ejecutivo en la negociación por las efectivizaciones porque las ordenanzas son claras. “No se trata de una carrera entre aspirantes y contratados. El orden de mérito es la piedra fundamental para que los ingresos al Estado se lleven a cabo como ocurre en Educación”, completó Daniele.

Contrapunto oficial

El secretario general, Alberto Giménez, no avaló la interpretación de Daniele. En diálogo con Alfil, aseguró que el orden de mérito resultante de los concursos será la única herramienta a la que podrá apelarse para nuevas contrataciones de personal o para cubrir vacantes o cargos detallados en el Presupuesto. Lógicamente, el Ejecutivo no podrá convocar aleatoriamente a los aspirantes que concursaron cargos. Si hay una vacante, el mejor posicionado -ya sea ciudadano o empleado- será su acreedor.
El funcionario aclaró inmediatamente que esto no implica que estén previstas caídas de contrato. En otras palabras, ratificó la continuidad laboral de los agentes contratados y transitorios. Por último, invitó a revisar la información detallada en el portal de los concursos.
“Las ordenanzas son claras. Me sorprende que Daniele no tenga en cuenta esta realidad, era tema conversado y superado”, remarcó Giménez. Lo cierto es que, según se desprende de las interpretaciones de ambos referentes, todo parece indicar que el contrapunto derivará un nuevo conflicto.


Alfil, 29-5-14