lunes, 24 de marzo de 2014



Editorial de la Revista ECCLESIA en la hora de la muerte de Adolfo Suárez

23 marzo, 2014

“Su vida está en las manos de Dios… Hemos pedido que le administren los santos sacramentos”. Fueron las palabras casi finales de Adolfo Suárez Illana al comunicar, en el mediodía del viernes 21 de marzo, el estado crítico de la ya muy deteriorada salud de su padre, el expresidente del Gobierno de España, Adolfo Suárez González.

No entramos ahora a valorar si estas palabras tuvieron mucho o poco eco, pero sí hemos de decir que a nosotros nos impresionaron y nos causaron una muy grata y reconfortante impresión. Y ello no solo porque ya expresiones de esta naturaleza apenas se escuchan en la vida pública, sino porque, además, manifestaban sinceridad y coherencia con la vida de un católico. De una persona, que, como afirmó el presidente de la CEE,  que “con discreción  y al mismo tiempo con firmeza”, siempre mostró y demostró “sus profundas convicciones cristianas”, las cuales “también en su vida privada –prosiguió monseñor Blázquez- fueron decisivas para afrontar con entereza y esperanza numerosas dificultades personales”.

No corresponde a nuestra revista trazar ahora un comentario editorial sobre la actividad estrictamente política de Suárez. Pero la hemeroteca de ecclesia es testigo cualificado del servicio que de 1976 a 1981 Suárez prestó también a la Iglesia. Adolfo Suárez González fue, sí, el presidente del Gobierno que trajo, junto al Rey Juan Carlos I, la democracia a España. Fue el presidente del Gobierno de los Pactos de la Moncloa y de la Constitución de 1978. Sí. Y  Suárez fue igualmente el presidente del Gobierno de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979,  bien imbuidos, de un lado, de la doctrina y sentir del Concilio Vaticano II y, de otro lado, del llamado espíritu de la transición política en España,  espíritu de  concordia, consenso y reconciliación.

“No podemos olvidar –señaló también monseñor Blázquez- que, entre otras muchas cosas, fue con él como presidente del Gobierno, cuando en 1979, se firmaron los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español, que constituyen el marco normativo en el que se vienen desarrollando eficazmente las relaciones entre la Iglesia y el Estado”.  Y Suárez fue asimismo el presidente del Gobierno que actualizó la regularización salarial de los sacerdotes y quien les propició la Seguridad Social.

“España  le debe mucho, por su contribución singular a la reconciliación y a la recuperación de las libertades fundamentales y a la democracia, en una etapa histórica particularmente importante de la que todos somos beneficiarios”, escribió el presidente de la CEE. Es incontestable esta afirmación.  Como lo es el afirmar que la Iglesia en España  también le debe mucho a Suárez, quien, a su vez, recibió mucho de ella, desde su infancia y juventud, en la que fue militante y dirigente de la Acción Católica.

No queremos tampoco pasar por alto el testimonio callado y, a la par, elocuente que Adolfo Suárez, sin alharacas  ni ostentaciones de ningún tipo, realizó en su vida matrimonial y familiar. Testimonio, además, bien crucificado y doliente y al aludió asimismo el presidente de la CEE a la familia, tal y como nosotros ya hemos reproducido en el final del primer párrafo de este comentario editorial. Y ello cobra mayor valor todavía si tenemos en cuenta que no sobran, precisamente, testimonios así de cabales en la vida pública y en la vida privada de nuestros políticos, de aquí o de allí.

Lealtad, generosidad, patriotismo, esfuerzo denodado en pro del consenso para la superación de la fractura política y social que vivió la sociedad española en el siglo XX  y búsqueda de la concordia fueron los rasgos que de Suárez destacó el Rey de España en su mensaje a la nación. ¿Quién puede dudar de la justeza de este diagnóstico? ¿Quién puede dudar de que estos valores humanos, irrigados, además, por la savia del cristianismo, son siempre aleccionadores y dignos de reconocimiento?

“El ejemplo que nos deja –concluyó el monarca- es muestra de que juntos, los españoles, somos capaces de superar las mayores dificultades y de alcanzar, con unidad y solidaridad, el mejor futuro colectivo para todos”. ¿Cómo no intentar aprovechar ahora, en medio de la crisis que sacude a nuestra sociedad –crisis no menor, en todos los órdenes, a la que se vivió en la década de los años setenta del siglo pasado-, dejarnos interpelar por este mensaje y legado, más aún si el mensaje y legado de un cristiano, de un católico?


Adolfo Suárez
Adolfo Suárez González (Cebreros, Ávila; 25 de septiembre de 19324 - Madrid, 23 de marzo de 20145 ) fue un político y abogado español, presidente de Gobierno de España entre 1976 y 1981. Por sus servicios al país, el rey Juan Carlos I le concedió el ducado de Suárez, con grandeza de España, y era también caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro. Estuvo retirado de la vida pública desde 2003 como consecuencia de una enfermedad neurológica. Falleció el 23 de marzo de 2014 a causa de una neumonía.5

Infancia
Hijo de Hipólito Suárez Guerra (julio de 1907 - 22 de marzo de 1980) y Herminia González Prados (1910 - 18 de julio de 2006), Adolfo Suárez nació en Cebreros por decisión de su madre, pues allí tenía ésta sus raíces familiares. Sin embargo, su residencia ya estaba establecida en Ávila,6 adonde el matrimonio se trasladó poco tiempo después de casarse. Tuvo además cuatro hermanos: Hipólito, María del Carmen (casada con Aurelio Delgado), Ricardo y José María.
Su madre era muy devota e hija de pequeños empresarios, mientras que su padre, jugador y mujeriego con el que nunca se llevó bien, era hijo del secretario del juzgado.7
Suárez nunca fue un buen estudiante. Pasó por varios colegios, no leía y sus pasatiempos tenían más que ver con las fiestas, el deporte y los juegos de cartas. Fue un líder nato en sus pandillas de barrio y tenía un gran arrastre entre las mujeres. También correspondió a la religiosidad de su madre, fundando y presidiendo desde su adolescencia diversos organismos ligados con Acción Católica.7
Se casó con Amparo Illana Elórtegui, con quien tuvo cinco hijos: María Amparo "Mariam", Adolfo, Laura, Sonsoles y Francisco Javier.8 A su vez llegó a tener cuatro nietos: Alejandra y Fernando, hijos de Mariam; y Adolfo y Pablo, hijos de Adolfo.

Etapa de formación y primera trayectoria política
Estudió la carrera de Derecho por libre en Salamanca, titulándose no sin dificultades.7 A comienzos de 1955, había conseguido hacía poco su primer trabajo remunerado en la Beneficiencia de Ávila, cuando su padre huyó de casa producto de un escándalo de negocios. Incapaz de sostener por sí mismo al resto de su familia, en el mes de agosto conoció al falangista vinculado al Opus Dei9 Fernando Herrero Tejedor, quien acababa de ser nombrado gobernador civil y jefe provincial del Movimiento en Ávila y se convertiría en su tutor político desde entonces, ayudándolo a afianzarse en dicha profesión.7
A comienzos del curso 1958-1959 entró en el Colegio Mayor Francisco Franco —ubicado en la Ciudad Universitaria de Madrid— con el objeto de empezar a preparar oposiciones. Se doctoró en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid,10 desempeñó diferentes cargos dentro de las estructuras del franquismo de la mano de Herrero Tejedor. De esta forma, en 1958, pasa a formar parte de la «Secretaría General del Movimiento» ascendiendo, en 1961, a Jefe del Gabinete Técnico del Vicesecretario General, procurador en Cortes por Ávila en 196711 y gobernador civil de Segovia en 1968. En 1969 es designado Director General de Radio Televisión Española, donde ya había desempeñado otros cargos entre 1964 y 1968; permaneció en este cargo hasta 1973.

En abril de 1975, nuevamente de la mano de Herrero Tejedor, es nombrado Vicesecretario General del Movimiento, cargo que ocuparía hasta la muerte de su mentor el 12 de junio de ese año en un accidente de automóvil.
El 11 de diciembre de 1975, entró en el primer gabinete de Arias Navarro formado tras la muerte de Franco. Por sugerencia de Torcuato Fernández Miranda, Adolfo Suárez fue nombrado Ministro Secretario General del Movimiento.12
El 9 de junio de 1976, en un discurso sobre la Ley de Asociaciones Políticas ante las Cortes Españolas antes de su elección citó unos versos de Antonio Machado, muerto en el exilio:
...y permitidme para terminar que recuerde los versos de un autor español:

Está el hoy abierto al mañana
mañana al infinito
Hombres de España:
Ni el pasado ha muerto
Ni está el mañana ni el ayer escrito.

Presidente del Gobierno
 Período preconstitucional
Cuando en julio de 1976 el rey Juan Carlos I le encargó la formación del segundo gobierno de su reinado y el consiguiente desmontaje de las estructuras franquistas, Suárez era un perfecto desconocido para una mayoría del pueblo español. No obstante, a sus 43 años, con no pocas dificultades, fue capaz de aglutinar a un grupo de políticos de su generación que habían llegado a las convicciones democráticas por diversos caminos. Supo reunir, junto a falangistas «conversos» como él, a socialdemócratas, liberales, democristianos, etc. y, entre 1976 y 1979, desarbolar el régimen franquista con la complicidad de las fuerzas antifranquistas como el PSOE y, especialmente, del Partido Comunista de España y su líder, Santiago Carrillo, que denominó a Suárez como un "anticomunista inteligente".13
En esta tarea contó con la ayuda de Torcuato Fernández Miranda, entre otros, que logró la autoliquidación de las Cortes franquistas y sacar adelante el Proyecto de Reforma Política ante una recelosa oposición democrática y con la colaboración del Teniente General Manuel Gutiérrez Mellado, encargado de tranquilizar y controlar, en lo posible, a las altas esferas militares, compuestas en su mayor parte por militares que habían participado en la guerra civil y proclives al régimen franquista.

Primer presidente democrático

El 15 de junio de 1977, por primera vez en España desde 1936, se celebraron elecciones generales libres. Adolfo Suárez se alzaba como vencedor de las mismas, al frente de un conglomerado de formaciones de centro, aglutinadas en torno a su persona, bajo las siglas UCD (Unión de Centro Democrático). Las Cortes salidas de aquellas elecciones, convertidas en constituyentes, aprobaron la Constitución, que el pueblo español refrendaba el 6 de diciembre de 1978.
El 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, e iniciaba su tercer mandato como presidente del Gobierno. Sin embargo, el triunfo en las elecciones generales quedó muy en segundo plano tras el acceso de la izquierda a los principales ayuntamientos del país tras las primeras elecciones municipales de abril. El acuerdo entre el PSOE y el PCE permitió que las grandes ciudades españolas fueran gobernadas por alcaldes de partidos de la oposición.
Fue una etapa de gobierno llena de dificultades políticas, sociales y económicas.14 En 1980, el PSOE presentó una moción de censura que, aunque derrotada de antemano, deterioró aún más la imagen de un Suárez desprovisto de apoyos en su propio partido. Finalmente, el 29 de enero de 1981 optó por presentar su dimisión tanto como presidente del Gobierno15 16 como de Unión de Centro Democrático.17 En su mensaje al país que duró doce minutos y fue emitido por Televisión Española a las 19:40, afirmó:
Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España.17

Esto dio pie a pensar que renunciaba por la presión de los militares.18 Esta teoría pareció confirmada por el intento de golpe de estado que tuvo lugar durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo. Sin embargo, algunos autores, Javier Cercas, Javier Tusell y Charles Powell entre ellos, insisten en el cansancio y la falta de apoyo de la Corona como principales factores para su dimisión. Otros autores como Gregorio Morán refieren un episodio concreto que auna las amenazas militares con la falta de apoyo real, todo lo cual unido a la rebelión en marcha de los miembros democristianos de su partido, que habrían pactado ya con los de Alianza Popular, como las causas decisivas de la dimisión.19
En 1981, el rey le concedió el título de duque de Suárez por su papel en el proceso de transición.

Vida política posterior

Poco después de su dimisión creó junto a otros ex dirigentes de UCD el partido Centro Democrático y Social (CDS), con el que se presentó a las elecciones del 28 de octubre de 1982, siendo elegido diputado por Madrid. Revalidó su escaño en 1986 y 1989, pero en 1991 dimitió como Presidente del CDS tras los malos resultados de su formación en las elecciones municipales y abandonó definitivamente la política.

En 1996 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su importante contribución a la Transición Española a la democracia, de la que se le considera el gran artífice.
Tanto su esposa, María Amparo Illana Elórtegui (25 de mayo de 1935 - 17 de mayo de 2001), como su hija mayor, María Amparo (Mariam) Suárez Illana (1962 - 7 de marzo de 2004), abogada, padecieron y murieron de cáncer. Amparo murió el 17 de mayo de 2001 a los 66 años, en su casa de Madrid, tras haber sido operada en 1994 en la Clínica Universidad de Navarra del cáncer de mama que padecía. Mariam murió casi 3 años después, un 7 de marzo de 2004 a los 41 años en Madrid. Otra de las hijas de Suárez, Sonsoles Suárez (1967), presentadora de televisión, también ha sufrido cáncer. Suárez tiene otros tres hijos: Adolfo (5 de mayo de 1964), que fue candidato del Partido Popular a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha en 2003, Laura (la cual también padeció cáncer y fue operada con éxito en 2012) y Francisco Javier.
En 2003, con motivo de la candidatura de su hijo, Adolfo Suárez Illana, a presidente de Castilla-La Mancha por el Partido Popular, Suárez hizo su última aparición pública, en Albacete, para apoyar esta candidatura. Desde entonces no volvió a aparecer públicamente, siendo precisamente su hijo Adolfo quien en el transcurso de una entrevista para el programa Las cerezas de Televisión Española del 31 de mayo de 2005, hizo público que el ex presidente padecía la enfermedad de Alzheimer desde hacía dos años, por lo que ni siquiera recordaba haber sido Presidente del Gobierno y no reconocía a nadie, respondiendo únicamente a estímulos afectivos.20 Ese mismo año, desde el programa Protagonistas de Luis del Olmo (Punto Radio) se le hizo un homenaje al que se sumaron Adolfo Suárez Illana, Santiago Carrillo y los cuatro siguientes Presidentes del Gobierno, emitido en directo por Punto Radio y por las diferentes cadenas de televisión españolas, pertenecientes a la red de cadenas locales-provinciales de Vocento Punto TV.

El 8 de junio de 2007 y con motivo del trigésimo aniversario de las primeras elecciones democráticas tras la Dictadura, el rey Juan Carlos I lo nombró caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro por su importante actuación en la Transición española, el cual le fue entregado el día 16 de julio de 2008.21 Al no poder asistir por su estado de salud, recogió el premio Adolfo Suárez Illana, que leyó un discurso en nombre de su padre.
El 23 de septiembre de 2007 se publicó una entrevista inédita a Suárez, hecha en 1980 en el periódico ABC.22
El 12 de junio de 2009 se abrió al público en Cebreros, el Museo Adolfo Suárez y la Transición dedicado a su figura y a la Transición.23
Fallecimiento

El 21 de marzo de 2014, su hijo Adolfo anunció que el estado de salud de su padre había empeorado debido a una neumonía y que el «desenlace era inminente», dando a conocer que estaba hospitalizado desde hacía unos días. Dos días después falleció en la Clínica Cemtro de Madrid, a los 81 años de edad.5

En la ficción
Como otros personajes reales de la Transición, Adolfo Suárez aparece en la novela de Fernando Vizcaíno Casas Y al tercer año, resucitó. En la película de 1981 basada en la novela, su papel fue interpretado por José Sancho.
En la película humorística El gran Mogollón de 1982, aparece una parodia de su persona, interpretada por el actor Pedro Ruiz.
El 27 de enero de 2010, Antena 3 emitió la película Adolfo Suárez, el presidente representado por el actor Ginés García Millán. El telefilme consta de dos partes de 70 minutos. La primera narra su juventud y su carrera política hasta que es investido presidente. La segunda, recoge sus años de gobierno hasta el golpe del 23-F.24
En la serie de Televisión Española Cuéntame cómo pasó el presidente Suárez aparece en varias ocasiones en tomas de actos públicos de la época de la Transición y también en interacción con la familia Alcántara, especialmente con Antonio Alcántara militante de UCD y simpatizante del CDS.
El 5 de diciembre de 2013, TVE emitió un documental sobre su presidencia del Gobierno con motivo del 35 aniversario de la Constitución Española.25

Distinciones y condecoraciones

Escudo del primer duque de Suárez.
Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil (18 de julio de 1969).26
Medalla de Oro de Segovia (17 de noviembre de 1969).27
Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar, con distintivo blanco (14 de septiembre de 1970).28
Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (1 de abril de 1971).29
Encomienda (1 de abril de 1967).30
Gran Cruz de la Orden de Cisneros (18 de julio de 1972).31
Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica (29 de septiembre de 1973).32
Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas (4 de julio de 1975).33
Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III (23 de junio de 1978).34
Premio Príncipe de Asturias de la Concordia (13 de septiembre de 1996).35
Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro (8 de junio de 2007).36