domingo, 16 de febrero de 2014

FUERZA POLICIAL ANTINARCOTRÁFICO (FPA) EN CÓRDOBA

Antidrogas: con dudas, comienza a debatirse la nueva Policía
Por Juan Federico y Javier Cámara

La creación de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), anunciada por el gobernador José Manuel de la Sota ante la Legislatura provincial el 1º de febrero último, todavía no se ha concretado. Pero el contenido del proyecto que comenzará a debatirse esta semana ya desató dudas y prevenciones en la oposición, en la Justicia federal y en la Policía Judicial, que también será alcanzada por las reformas.

Las graves irregularidades detectadas el año pasado en la Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico –cuyos jefes y algunos integrantes permanecen detenidos e imputados por la Justicia federal– generó un consenso generalizado en torno a la necesidad de modificar lo que se estaba haciendo. Pero apenas se conoció el proyecto de ley del Ejecutivo, surgieron cuestionamientos.

La duda central es si la FPA estará realmente a disposición de la Justicia federal; si se comprometerá en la investigación de los grandes casos de narcotráfico o si, en cambio, se limitará a perseguir la venta de droga al menudeo. Si corresponde, como se desprende del proyecto, que los magistrados federales tengan que informar a un organismo provincial antes de solicitar la colaboración de la FPA; y los motivos por los cuales no está prevista en la nueva estructura de la Policía Judicial el Centro de Investigaciones Criminales (CIC).

Relación complicada

Uno de los aspectos más discutidos es si la FPA restablecerá la relación entre las fuerzas de seguridad provinciales y la Justicia federal, vital para el éxito de cualquier política de persecución del narcotráfico.

El jueves pasado, De la Sota se reunió con fiscales y jueces del fuero federal y comprometió que van a existir todas las colaboraciones que se sean necesarias. En ese encuentro, los fiscales y el juez Alejandro Sánchez Freytes le remarcaron al gobernador que durante los últimos meses la asistencia de los policías provinciales había sido nula. También hubo reproches sobre la implementación del Fuero de Lucha contra el Narcomenudeo, ya que desde su implementación, en diciembre de 2012, no hubo contactos entre la órbita federal y la provincial.

“Hay que corregir una gran falla que nos sacó una gran fuente de información, porque a través de los ‘quioscos’ se pueden rastrear a los proveedores más grandes”, advirtió el fiscal federal Enrique Senestrari, a cargo de la investigación de los narcopolicías.

El legislador provincial Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal Córdoba) dijo que con esta nueva Policía, “el Estado provincial rehúye de investigar la droga grande. Del texto del proyecto –agregó– se desprende que sólo se prepararán para el menudeo. ¿Quién controlará la droga en tránsito? ¿quién manejará el territorio? Yo le respondo: los malos policías de siempre”.

Desde el Frente Cívico, la parlamentaria Liliana Montero tiene la misma percepción.

Exigencia polémica

Otra de las inquietudes que generó el proyecto tiene relación con la creación de un organismo de Control Jurisdiccional que dependerá del Ministerio Público Fiscal, y que será un nexo entre la Provincia y las otras jurisdicciones.

Así, cuando un fiscal o juez federal necesite colaboración de la FPA, deberá pedírsela a este organismo de la Fiscalía General de la Provincia. No está claro si el funcionario a cargo solicitará información sobre el operativo o para la investigación para la que se requiere la intervención de la FPA.

La posibilidad de que se exija esta información como paso previo a la actuación de la FPA resulta polémica.

El legislador oficialista Sergio Busso consideró “más que acertada la decisión del Gobierno provincial de dotarlo (al Ministerio Público Fiscal) de mayores facultades, por cuanto le permitirá mejorar ostensiblemente la modalidad de investigación, persecución y represión de delitos, sobre todo, los vinculados con el narcotráfico”.

También estimó que resulta un gran avance en materia de “despolicialización de la investigación criminal”.

¿Y el CIC?

Otro punto del proyecto de ley que ha generado controversia es la reestructuración de la Policía Judicial y la inexistencia, en el texto, del Centro de Investigaciones Criminales (CIC), una dependencia vital para la investigación de los delitos.

Según se lee en la misiva que el Gobierno envió a la Legislatura para presentar la reestructuración de la Policía Judicial, aparecen dos áreas: la Policía Científica (que desarrolla todo lo inherente al trabajo en la escena del crimen: huellas, distancias, vainas de balas, objetos contundentes, pruebas de luminol, etcétera), y la Administrativa y Recursos Humanos. En ningún párrafo se menciona al CIC, encargado de develar cómo se producen los crímenes.

Entre otras acciones, en el CIC realizan autopsias ambientales, reconstrucciones virtuales, rastreos de aparatos telefónicos, y también ha servido para investigar a policías provinciales involucrados en causas penales. En algunos casos, fiscales han elegido a esta dependencia en lugar de la División Homicidios de la Policía.




La Voz del Interior, 16-2-14