sábado, 21 de diciembre de 2013

EL NUEVO INFORME DEL IPCC DESCUBRE IMPORTANTE FACTOR DEL CLIMA...Y LO IGNORA






Por D. E. Koelle

www.diekaltesonne.de

Estrucplan, 20-12-13
(se publica sin gráficos)

De acuerdo con sus propios estatutos, el IPCC es principalmente responsable del cambio climático antropogénico –y mucho menos del cambio climático natural que estuvo presente desde que la Tierra apareció hace varios miles de millones de años. Esa puede ser la razón por la que el sol es mencionado solamente con respecto a la intensidad de su radiación solar en los bordes de la atmósfera. Allí la radiación es de 1361 W/m2 y es relativamente constante, de manera que el rol del sol en el cambio de clima de corto plazo no se toma en cuenta.

Sin embargo, por primera vez en la historia de los informes del IPCC, el informe AR5 de 2013 discute la Radiación Solar Superficial (SSR) como un factor decisivamente importante (capítulo 1.3.3) Decisivo para el clima y los cambios de la temperatura no es la radiación en el borde de la atmósfera, sino la cantidad de energía solar que consigue llegar hasta la superficie de la Tierra.

Entre la superficie de la Tierra y el borde externo de la atmósfera tenemos a la atmósfera con sus nubes y aeroso-les, que determina cuánta radiación solar llegará eventualmente hasta la superficie. Desde 1983 el Programa Inter-nacional de Climatología de Nubes (ISCCP) estuvo midiendo la cobertura global de nubes. Un resultado espectacular fue la disminución de la cobertura de nubes entre 1987 y 2000; desde 69% a 64%, es decir, precisamente durante el período de calentamiento que gatilló a la hipótesis del CO2.


Figura 1: Variación a medio térmico de datos de la media de cobertura global de nubes de acuerdo con el ISCCP para el período 1983-2010. (Dos gráficos para los mismos datos)
Por supuesto, este hallazgo no se ajustó nada bien con la actual narrativa popular y fue inmediatamente criticado y puesto en duda. Esto impidió que fuese adoptado por el Informe AR4 del IPCC de 2007. Por cierto, la observación de nubes y la evaluación de datos de los satélites son difíciles y los resultados están sujetos a interpretación. Pero mientras tanto hemos podido reconocer que existe un método objetivo para determinar los efectos de las nubes y el impacto de la reducción en la energía solar: midiendo la radiación efectiva en la superficie de la Tierra. Por prime-ra vez esto se discute en el nuevo Informe AR5 del IPCC en el Capítulo 2.3.3 y lo confirma la base de datos de Estocolmo, la más extensa que existe. Muestra una clara fluctuación de energía solar entre 90 y 135 W/m2. Y el rango es considerable más grande a latitudes menores.


Figura 2: Insolación efectiva en la superficie de la Tierra para Estocolmo 1922-2010 (59ºN)
Los datos de Estocolmo no sólo corresponden a los resultados del ISCCP, sino que también a las tendencias globales de la temperatura. No sólo el aumento de la temperatura global y la radiación solar de superficie (SSR) se corresponden entre 1910 y 1940, sino también para la caída de la temperatura entre 1944 y 1980, y el aumento hasta el año 2000. La figura 3 muestra una comparación de 10 curvas de temperaturas desde 10 estaciones globales, sin las manipulaciones estadísticas de la llamada “temperatura media global”.


Figura 3: Mediciones de la temperatura real de ciudades en todo el globo.
La curva SSR correlaciona de manera excelente con el conjunto de datos originales del GISS para la historia de temperaturas de Estados Unidos 1880 hasta 1999, antes de que comenzara a ser manipulada.


Aún si el importante factor SSR se menciona por primera vez en un informe del IPCC, esto no significa que haya sido tomado en cuenta en otro capítulo del informe, y especialmente para el desarrollo de la temperatura –por el contrario- fue ignorado totalmente. Sólo es válida la hipótesis del CO2. Aquí puede explicarse todo el aumento de 0,8ºC en la temperatura de los últimos 100 años (parte del aumento o todo él es atribuido al CO2), mediante el impacto de la efectiva irradiación solar en la superficie de la Tierra, sin ninguno de los efectos del CO2

Ya el aumento de temperatura de 0,6 ° C entre 1910 y 1940 no puede ser explicada por el efecto del CO2 porque la concentración de CO2 aumentó en menos de 10 ppm durante el período (de 298 a 307). Luego desde 1940 a 1975 la temperatura cayó en 0,2ºC –y ciertamente no por alguna disminución del CO2. El renovado aumento de la temperatura de 0,6ºC desde 1980 hasta 1998 fue el iniciador de la hipótesis del CO2. Sin embargo, el aumento de la temperatura puede explicarse mejor por el aumento de la intensidad de la radiación solar en la superficie. El hecho de que la pronosticada elevación de la temperatura jamás se materializó, y que desde 2000 se registró una ligera disminución en la temperatura global, contradice completamente a la hipótesis del CO2.


Fuente: Mitos y Fraudes