domingo, 26 de febrero de 2012

UN ANÁLISIS SERIO SOBRE MALVINAS



"Mientras el tema Malvinas siga siendo una llaga abierta, será peligroso"


Por Ricardo Carpena

Entrevista con Virgina Gamba



Por más que dentro de muy pocas semana se cumplan 30 años de la Guerra de las Malvinas, sigue siendo difícil hablar de las islas, del conflicto bélico, de cómo salir de ese interminable escenario de posguerra donde, a lo largo de las décadas, los gobiernos y las políticas de cada uno fueron cambiando para que nada, en definitiva, se modifique en serio.

Y los que hablan, en general, se quedan atrincherados en sus rígidas posturas. En un rincón, los que toman a las islas Malvinas como un estandarte de la nacionalidad, una causa patriótica sin descanso, más aún luego de la sangre argentina derramada en 1982. En el otro, los que creen que se trata sólo de un archipiélago por el que, más allá de la historia, no vale la pena desvivirse y que se presta a caer en un burdo chauvinismo.

"Mientras Malvinas continúe siendo una llaga abierta, va a ser potencialmente peligrosa, tanto para Gran Bretaña como para la Argentina, y no por ningún tipo de acción militar sino porque domésticamente bloquea la gestión gubernamental tocar este tema, sea en Londres o acá. Los dos gobiernos tendrían que salir de esta historia. Este es un momento de regionalismo en donde lo que no se puede aguantar, ante el desafío de la paz y la seguridad global, es una crisis insospechada que desestabilice una economía más", afirma Virginia Gamba, una de las expertas que habla sobre el tema.

Y lo hace con la autoridad que le dan su condición de especialista en estudios estratégicos de la Universidad de Gales, estudiosa del conflicto bélico de las Malvinas y autora de varios libros sobre el enfrentamiento de 1982, uno de los cuales, Señales de guerra , escrito con el historiador inglés Lawrence Freedman entre 1987 y 1988, publicado en nuestro país en 1992 y que en estos días reeditará El Ateneo. Considerada por algunos como un clásico, la obra de Gamba y Freedman analiza e interpreta los hechos y los mensajes que llevaron a la escalada diplomático-militar de diciembre de 1981 a junio de 1982.

En Señales de guerra no hay acusaciones ni ánimo de dirimir la cuestión de la soberanía, sino una mirada sobre el tema que, como sostiene Gamba en el prólogo a la nueva edición, "quizá ayude a que una nueva generación de argentinos entienda el porqué de las guerras y lo fácil que es la escalada bélica cuando las partes de un conflicto insisten en ignorarse y no se abocan a la búsqueda de una resolución pacífica".

Casada, con una hija, Gamba nació en el partido de San Martín, provincia de Buenos Aires, pasó su infancia en Bolivia y Perú, y estudió en Inglaterra. Sólo ocho años de su vida, en realidad, vivió en la Argentina. Trabajó en el país como periodista, en 1982, durante la Guerra de las Malvinas, y luego, entre 1983 y 1987, como profesora de estrategia en las escuelas de guerra de las Fuerzas Armadas y de la Gendarmería.

Se desempeñó como profesora titular de la cátedra de Estudios de Seguridad Latinoamericana del King's College London hasta 1991, cuando asumió como responsable de área sobre desmilitarización, desmovilización y control de armas en la Fundación MacArthur, de Chicago. También fue directora del Programa de Paz y Resolución de Conflictos del Instituto de Estudios del Desarme, de las Naciones Unidas en Ginebra. Invitada por el gobierno de Nelson Mandela, dirigió el programa de seguridad pública y control de armas ilegales de Sudáfrica. Profesora de seguridad pública de Interpol en Lyon, también capacitó a todas las oficinas regionales de esa organización en Africa y diseñó los planes nacionales de seguridad de siete países africanos (tarea que la lleva a afirmar, durante la charla con Enfoques, algo que sonará tentador para cualquier político: "Si algún día quieren seguridad en la Argentina, yo tengo el plan para lograrla en tres años").

En su trabajo voluntario, ganó el Premio Nobel de la Paz de 1995, como miembro de la organización Pugwash por el desarme nuclear.

Volvió a la Argentina hace tres años y actualmente se desempeña como asesora internacional del Instituto Superior de Seguridad Pública del gobierno porteño y de la Organización de Entidades Mutuales Americanas (Odema).

-¿Cuáles son esas señales que, de haberse interpretado, podrían haber evitado en aquellos años las peores consecuencias?

-En 1980 estábamos escribiendo todavía durante la Guerra Fría. Hoy se sabe que hay toda una psicología de la guerra, de señales, de mensajes que tienen que ver con la disuasión, donde es muy importante para dos partes en conflicto poder comunicarse. De todas formas, como en la Argentina la guerra termina en una derrota militar que, además, lleva a la caída de un gobierno militar, no existió la posibilidad de poder hacer un análisis profundo de todas las acciones. Esa represión de la posibilidad de hablar sobre las Malvinas, de intercambiar información, es lo que hace que hoy en la Argentina se tenga una memoria muy fragmentada de lo que fue la guerra, donde algunos la idolatran y otros la odian. En Gran Bretaña pasó algo parecido, sólo que nosotros fuimos víctimas de la derrota y de la depresión, pero los ingleses fueron víctimas de la victoria y de la euforia. Y la euforia es tan mala como la derrota, porque la propia dirigencia no tenía interés en que se conocieran las cosas que los ingleses hicieron muy mal. En ambos lados se buscaba simplificar la derrota y la victoria. Entonces, la víctima era no solamente la gente que la sufrió sino también la historia.

-En el libro, ustedes no se muestran convencidos de que la dictadura haya decidido ir a la guerra por una cuestión de política interna, para tratar de perpetuarse en el poder.

-No encontramos ninguna prueba de que haya sido así. No fue una aventura militar...

-¿Y cómo calificaría entonces la decisión de ir a una guerra con una potencia mundial sin estar en condiciones de ganarla?

-Es que es tan diferente hoy... No es justo juzgar algo sin la información del contexto del momento en que se toma esa decisión?

-Cuando se niega a hablar de "aventura militar" parece que justificara la guerra?

-No, el tema es el contexto. Se ha politizado tanto el tema Malvinas que es muy difícil hablar sin que te critiquen, así que, tratando de ser muy honesta y muy objetiva, en el contexto de ese momento, en el ámbito de la Guerra Fría y teniendo en cuenta que aquí había un régimen militar, eran muy pocas las opciones que tenían para no reaccionar como lo hicieron. ¿En qué sentido? Hay dos escuelas de pensamiento. Hay gente que cree en la teoría de la conspiración, de que todo esto nace en 1981 con el único propósito de conseguir algún tema que sea popular y lleve a la perpetuidad al gobierno militar?

-¿Eso no fue así?

-No, porque hay toda otra que a mí me parece que es mucho más objetiva. Un gobierno democrático y legítimo tiene en su posesión herramientas de Estado, económicas, políticas, diplomáticas, morales, militares, para poder responder a cualquier tipo de acción. Un gobierno militar, generalmente, potencia la respuesta que naturalmente es su herramienta, que es una solución militar o por la fuerza de casi todo lo que ocurre. Es lógico. Creo que hubo una reacción militar, no que lo hayan planeado tal como sucedió. Sí estoy absolutamente segura de que, para diciembre de 1981, ya tenían una idea muy clara de que iban a tener que hacer algo para forzar a Gran Bretaña a negociar de una vez la soberanía de las islas Malvinas. Estaban muy preocupados por cuestiones geopolíticas, de que todavía se estaba negociando con el Vaticano por Chile por el Beagle, entonces había muchos temas en el aire que afectaban la soberanía y también la libre circulación de la Argentina en su propia zona. Así que, invariablemente, cualquier cosa que estallara en el Atlántico Sur iba a requerir de una acción fuerte. Gran Bretaña confunde los mensajes de la Argentina, que trata de decirle en forma muy clara: "Necesito soluciones en el tema Malvinas". En Inglaterra la crítica es la misma: se dijo que fue todo para tapar los problemas domésticos de la señora Thatcher en un momento de baja popularidad. Pero afirmar hoy, treinta años después, que todo eso fue una aventura militar hecha por un gobierno agonizante que quería perpetuarse en el poder, es un simplismo muy grande.

-Aun desde esa óptica tampoco le encuentra una definición adecuada...

-No puedo encontrarla porque hay que separar un tema de lo que es la gente, y la gente que vivimos el tema Malvinas en ese momento quedamos todos tocados. Si tengo que decirlo desde un punto de vista humano, diría que fue una epopeya, porque lo que dio el pueblo argentino fue heroico. Lo que yo vi, chicos de 18 años empeñando relojes para poder comprar un misil para reventar a un inglés, eso fue heroico, no fue estúpido.

-¿No fue estúpida la decisión de los militares? La guerra nunca es buena...

-Podrían haber tomado otra decisión. La decisión que podrían haber tomado era no hacer nada. Pero si no hubieran hecho nada tenían un riesgo grande de perder las Malvinas para siempre. Se sabe que desde 1960 Gran Bretaña tenía interés en dialogar sobre la soberanía, pero en ese momento había un grupo de presión en Londres para impedir la negociación con la Argentina. Nuestro país no era el de hoy. Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil tenían gobiernos militares. Hasta 1981, sólo Ecuador, Venezuela y Colombia eran democráticos. Había una alta militarización. Entonces, si no se hacía nada para reafirmar los derechos argentinos sobre las Malvinas, Georgias y Sandwich había una expectativa factible, posible, de perder cualquier posición argentina futura en cuanto a la soberanía de las Malvinas.

-El tema ha sido utilizado políticamente por todos los gobiernos. ¿Cómo califica la postura de la presidenta Kirchner?

-Lo que pasa con la Argentina es que es muy ciclotímica porque no está muy segura de cómo hablar con Gran Bretaña. No sabe cómo hablar.

-¿Qué significa saber hablar?

-Cómo hablar significa: ¿tenés que ser confiable? ¿Tenés que demostrar que sos bueno y que ahora sí pueden hablar con vos? ¿O tenés que hacer que los isleños te quieran para que ellos vean que sí les conviene ser argentinos? Los gobiernos argentinos no han sabido qué posición tomar. Lo que estamos viviendo ahora es una frustración grande porque, incluso después de todo el acercamiento generado en la época de Menem, incluso después de que los isleños nos han conocido y de que es evidente que la Argentina nunca más va a utilizar la fuerza para la recuperación de las islas, nada de eso nos acerca al objetivo de tener una vez una reunión, con la soberanía sobre la mesa, para discutir con Gran Bretaña. Si la Argentina pudiera poner la soberanía sobre la mesa, creo que tendríamos la madurez, como pueblo, de aceptar una derrota en la mesa de negociación. Lo aceptamos con Chile, hubo un referéndum y así se logró la paz. El problema es la frustración de no poder hacer que Gran Bretaña se digne a sentarse a discutir la soberanía como le pide todo el mundo. La Presidenta, así como un montón de gente, está frustrada por esto. Tampoco sé si es el momento correcto. Me dan miedo los tiempos: no me gusta que esto se haga en el 30 aniversario de la guerra y un año antes del 180 aniversario de las invasiones inglesas a las Malvinas porque lo hace más epopéyico, y es peligrosamente muy cercano a lo que pasó en 1982.

-Lo raro es que en tantas décadas nadie le haya encontrado la vuelta al desafío de poder hablar con Gran Bretaña, aunque no es extraño algo obvio: que se haya utilizado siempre para hacer política interna...

-Mientras Malvinas continúe siendo una llaga abierta va a ser potencialmente peligrosa tanto para Gran Bretaña como para la Argentina, y no por ningún tipo de acción militar sino porque, domésticamente, bloquea la gestión gubernamental tocar este tema, sea en Londres o acá. Los dos gobiernos tendrían que salir de esta historia.

-¿Lo podrán hacer algún día?

-Estoy convencida de que sí porque los Estados cambian, pero la cuestión son los tiempos y cómo será la evolución de la diplomacia, de las relaciones internacionales. Hoy, existe una variable que no se tenía antes que es el regionalismo, el europeísta y el latinoamericano. Desde 1989, a nivel internacional, los procesos de paz más estables y permanentes han funcionado gracias a los esfuerzos regionales. Cuando uno empuja una resolución de un conflicto en forma inmediata, unilateral, vuelve a surgir este conflicto, pero cuando está apoyado por un paraguas regional, lo contiene. Da mucha más capacidad de lograr la resolución pacífica permanente de un conflicto. Nunca se hubieran podido solucionar los conflictos europeos territoriales si no hubiera una Unión Europea que lo contiene. Y en los problemas de América central, lo que lo contuvo fue la unión de los países. El conflicto de las Malvinas se va a solucionar a través del discurso regional, hablando de una manera diferente sobre la inconveniencia de tener una llaga abierta que desestabilice internamente a la Argentina y a Gran Bretaña en momentos en que el mundo no tolera más desestabilizaciones socioeconómicas. Estados Unidos, que nunca entró a debatir el tema de las islas Malvinas, por primera vez está diciendo que hay que terminar con esto. ¿Por qué lo dice? Porque es un momento de regionalismos en donde lo que no se puede aguantar, ante el desafío de la paz y de la seguridad global, es una crisis insospechada que desestabilice una economía más. Londres no puede tolerar el conflicto de Malvinas y la Argentina, tampoco. Entonces, ¿qué es lo que va a tener que pasar? Gran Bretaña, para la que la autodeterminación de los isleños es lo más importante, no puede lavarse las manos como lo ha estado haciendo en los últimos treinta años. Es muy fácil decir que el problema no es mío sino de los isleños y "como soy muy bueno y los protejo, voy a hacer lo que me digan".

-Más allá del tema específico de las Malvinas, y como una experta en temas internacionales, que la dirigencia argentina comprende la nueva dinámica del mundo?

Estamos aislados de la realidad mundial, y hemos quedado tan aislados durante tantas décadas, a veces por arrogancia, otras veces por el efecto natural de no estar sincronizados con el tipo de gobierno del resto del mundo, que estamos mal acostumbrados. Parece que todo el mundo se resume a la ciudad de Buenos Aires, y lo demás son los márgenes, no hemos tenido una cultura cooperativa ni una cultura regional. Y ha sido sólo después de la Guerra de Malvinas y de Menem que se empieza a mirar a los vecinos, pero tampoco se entiende demasiado. Todavía, aunque hablamos regionalmente, no pensamos en los mismos términos. También les sucede a Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile. Queremos actuar como región, pero no pensamos regionalmente. En Europa vemos una desintegración que va a llevar a un nuevo tipo de unión. Africa ya está regionalizada y cada vez va a estarlo más, y Estados Unidos no va a tener otra opción que desarrollar una política más intensa hacia América latina. Las grandes preguntas que se van a hacer Rusia y China se están solucionando desde la economía. Es un mundo nuevo y allí, en el aislamiento político argentino, actuamos como dinosaurios o como matones, pero no hay nada en el medio.

La Nación, Enfoques, 26-2-12

LAS PASIONES PESAN SOBRE LA GEOPOLÍTICA



Por Felipe De La Balze


Los Estados actúan en el escenario internacional, en teoría, a partir de una evaluación fría de sus intereses. Los responsables de la política exterior de un país definen metas y estrategias a partir de un análisis razonado de la realidad.

Intentan controlar sus “pasiones” para no introducir más irracionalidad en un mundo por naturaleza desordenado y conflictivo.

La geografía, los intereses económicos, los cálculos de equilibrio de poder, las amenazas a la seguridad, las capacidades militares propias y ajenas, así como la acumulación de prestigio (valores culturales y simbólicos) contribuyen a definir la hoja de ruta del interés nacional.

A partir del siglo XX se quiso regular y contener el juego de las emociones a través de una red creciente de tratados internacionales (bilaterales, regionales o multilaterales) y de un grupo amplio y heterogéneo de instituciones internacionales (entre otras la Unión Europea, el Mercosur o las Naciones Unidas). Estos, a su manera, intentan proveer una estructura de previsibilidad a un universo de naciones siempre tentadas por maximizar sus márgenes de maniobra y en puja permanente por promover intereses individuales .

Detrás de la racionalidad siempre se esconden emociones -y no pocas veces los prejuicios- que influencian el juego político internacional: desde el rapto de Helena y la Guerra de Troya, hasta la destructiva irrupción de los nacionalismos europeos en el período que va de la Revolución Francesa (1789) hasta la Segunda Guerra Mundial (1945).

Entre la Revolución Rusa de 1917 y la caída del Muro de Berlín (1989), las ideologías (fascismo y comunismo) tomaron vuelo y parcialmente reemplazaron a las pasiones nacionalistas.

Detrás de las ideologías es fácil detectar un universo de ambiciones y resentimientos que favorecieron la instalación de gobiernos totalitarios que impulsaron comportamientos intolerantes y fanáticos.

Hoy, la revolución de la información y las comunicaciones crea una nueva vuelta de tuerca en la relación entre política internacional y emociones . El mundo se volvió más intenso.

La esperanza, la ambición, el temor y la humillación impactan profundamente en las decisiones de los actores internacionales, inclusive de las grandes potencias.

La globalización , entendida como un proceso de mayor integración económica mundial (a través del comercio, la inversión y las migraciones) y de una intensificación de los contactos personales, sociales y culturales (a través de las telecomunicaciones, la televisión e Internet), aumentó la importancia de las emociones en el juego político mundial.

Los sistemas mediáticos juegan un rol privilegiado de caja de resonancia y de espejo de una realidad donde se entremezclan lo concreto y lo virtual, la realidad, la apariencia y los deseos. En un mundo cambiante con fronteras geográficas y culturales fluidas, la crisis de la identidad (personal, grupal y nacional) se vuelve aguda. La conectividad y la inmediatez generan una búsqueda respecto al “quién somos”, “cuál es nuestro lugar en el mundo” y “qué perspectivas de futuro tenemos”.

La capacidad de manipulación por parte de aquellos que tienen poder se incrementó y masificó. Vivimos un mundo donde el acceso a la información es fácil, pero la observación individual se empobreció.

Miramos mucho y vemos poco . Los relatos se tornan más relevantes que las vivencias y la realidad virtual sustituye la realidad a secas.

La identificación del patriotismo con la competencia deportiva, las guerras percibidas como un juego de Internet, el terrorismo como la fuerza oscura y trágica de la globalización y la demonización del adversario son hechos recurrentes en la escena contemporánea.

La afanosa búsqueda de la identidad genera entre los perdedores del nuevo sistema reacciones de profundo rechazo.

Algunos de los signos de las nuevas circunstancias son: el terrorismo islámico, la existencia de territorios sin Estado y el fortalecimiento de redes criminales internacionales.

Los movimientos de protesta contra la globalización están tomando auge como resultado del agravamiento de la crisis financiera y económica. Para muchos de los críticos, la creciente integración de la economía y la cultura mundial equivale a una “americanización” del sistema.

Si observamos con cuidado, notaremos que la globalización actual corre por dos carriles dispares y contradictorios . Por un lado, somos testigos de la americanización cultural del mundo y de un triunfo cuasi universal del capitalismo y, por otro lado, presenciamos el veloz surgimiento económico y demográfico de Asia, que está erosionando gradualmente el modelo de progreso occidental. Recordemos que el extraordinario progreso de China ocurrió sin democracia y sin imperio de la ley.

La globalización ya no es dominio exclusivo de norteamericanos y europeos. En un mundo donde regímenes autoritarios son exitosos en términos de estabilidad y crecimiento, la supremacía democrática de Occidente se está deteriorando.

Por primera vez en dos siglos (desde el inicio de la Revolución Industrial), Occidente está perdiendo su centralidad y su primacía.

Sin duda, la influencia cultural norteamericana/europea es inmensa, pero desde un punto de vista económico, el Occidente está siendo superado por las nuevas potencias asiáticas.

La fase actual de la globalización refleja la entrada de Asia al escenario central de la economía y la política mundial. Hay un gradual desplazamiento de un mundo occidental y atlántico (dominado por los Estados Unidos) hacia un mundo asiático y del Pacífico, donde la influencia de China y la India crecerá durante las próximas décadas. Si el siglo XX fue el siglo de los Estados Unidos y de las ideologías, el siglo XXI será el siglo de Asia y el de la búsqueda de la identidad . En un mundo integrado y profundamente diverso, las pasiones y las emociones ocuparán la primera fila del escenario.

Clarin, 26-2-12

viernes, 24 de febrero de 2012

MITOS Y VERDADES EN LA MINERÍA




Sobre Minería y Agricultura


Mito: La minería modera perjudica especialmente a la agricultura y al turismo.

Verdad: Los países que más utilizan la minería moderna se destacan también en turismo y agricultura: Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Chile, entre otros.
Sobre la Minería y el Agua

Mito: La minería genera un enorme derroche de agua.

Verdad: La minería utiliza el agua de un modo controlado y, a la vez, ha puesto en práctica programas de reciclado del líquido.
Mito: Ninguna industria usa tanta agua como la minería.

Verdad: Un ingeniero azucarero, por ejemplo, consume aproximadamente 610 toneladas de agua por cada 100 toneladas de caña molida, lo que da un promedio de 6,1 m3 de agua por cada tonelada.
La empresa Minera Alumbrera emplea 61.580 m3 de agua por día para una molienda promedio de 111.000 toneladas, lo que da un promedio de 0,59 m3 de agua por cada tonelada.


Sobre aportes al Producto Bruto Interno

Mito: La minería no aporta nada al desarrollo del país.
Verdad: En 1996, la minería era la responsable del 0,4% del Producto Bruto Interno del país. Hoy, en 2010, aporta el 4%. Fuente: Mariano González, especialista en Derecho Minero y Energético, en el artículo “Industria minera, una fuente de desarrollo”, publicado en El Cronista: http://www.cronista.com/notas/236171-industria-minera-una-fuente-desarrollo


Sobre el Cianuro y la Minería
Mito: Las mineras utilizan siempre cianuro en su actividad.

Verdad: No siempre sucede esto: depende de cada tipo de mina.
Mito: El cianuro es, siempre, una sustancia mortal.

Verdad: El cianuro sólo es mortal cuando se encuentra altamente concentrado. En la minería, se lo emplea en una concentración muy baja. Existe un código internacional sobre el uso del cianuro que es seguido y aplicado por las empresas mineras en forma responsable y maximizando las medidas de protección de las personas y el medio ambiente. (Para más información: http://www.aage.org.ar/) También el mercurio es mortal, pero en pequeñas dosis no implica peligro alguno como sucede con los termómetros de uso hogareño.


Mito: La industria minera es la principal consumidora de cianuro.

Verdad: La minería sólo emplea el 8% de la producción total de cianuro destinada a las empresas.
Sobre las minas a Cielo abierto
Mito: No hay ninguna necesidad de practicar la minería a cielo abierto.

Verdad: La minería actual es a cielo abierto porque los minerales están dispersos y no en vetas, o agrupados, como en los inicios de la minería. Ese tipo de minería hoy es denominado minería antigua o tradicional. En épocas pasadas, la minería se practicaba en túneles realizados en las montañas, pero esos yacimientos ya fueron desarrollados por completo. Por otro lado, la minería a cielo abierto sólo está prohibida parcialmente en países sin una gran industria minera: Costa Rica y Argentina, entre ellos. En cambio, Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con 32 minas a cielo abierto sobre un total de 34 minas de máximas dimensiones.
Mito: La minería a cielo abierto no existe en los países del Primer Mundo.

Verdad: Más del 90% de la minería mundial es a cielo abierto. Y no existen diferencias entre los países del Primero y del Tercer Mundo. Esto se debe a que los yacimientos de minerales que se presentaban en vetas ya fueron desarrollados por completo.
Controles

Mito: La actividad minera se desarrolla sin ningún control del Estado.

Verdad: Las empresas mineras son permanentemente supervisadas por la Secretaría de Minería de la Nación, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la AFIP y la Aduana, y las secretarías de minería y ambiente y demás organismos de las diversas provincias donde se lleva a cabo.
Sobre el desarrollo y las comunidades
Mito: La minería no aporta nada al desarrollo de las zonas donde se la practica.

Verdad: A menudo la minería se practica en zonas no aptas para otras clases de industrias. Por ello, la llegada de una empresa minera genera puestos trabajo, y el desarrollo de la comunidad que recibe nuevos ingresos y, en varios casos, se organiza para brindar servicios a la compañía. Además, quienes ocupan los puestos de trabajo obtienen una especialización en minería moderna que los califica mejor laboralmente. Fuente: Mariano González, especialista en Derecho Minero y Energético, en el artículo “Industria minera, una fuente de desarrollo”, publicado en El Cronista: http://www.cronista.com/notas/236171-industria-minera-una-fuente-desarrollo


Sobre las Leyes y la minería
Mito: La minería cuenta con leyes especiales para que pueda actuar con una libertad que no poseen otras industrias.

Verdad: La Ley 24.196 sobre inversiones mineras fue creada al estilo de otras similares de países con una potente industria minera, como Chile y Perú, para atraer inversiones que implican un gran riesgo. Son inversiones voluminosas y sus frutos aparecen recién a los 10 años, en promedio. Por eso es importante que las compañías cuenten con condiciones que se mantengan estables de lo largo de cada proyecto, que suelen tener una vida útil promedio de 30 años.


Sobre Medio Ambiente y Minería
Mito: La minería está al margen de las leyes de protección del medio ambiente.

Verdad: La minería es hoy la primera industria en Argentina que cuenta con una legislación ambiental propia, lo que implica un control especial sobre ella.
Mito: La minería siempre produce un impacto ambiental negativo.

Verdad: Son pocas las industrias que cuentan con el mismo nivel de tecnificación que la minera, y cuyos procesos se hayan monitoreados con diversos métodos cruzados. Hoy, los controles acerca de la producción, extracción, derechos y tratamiento de efluentes que se aplican a la industria minera responden a estándares internacionales que son los mismos que se emplean en países del Primer Mundo. Fuente: Mariano González, especialista en Derecho Minero y Energético, en el artículo “Industria minera, una fuente de desarrollo”, publicado en El Cronista.


Sobre la Minería moderna
Mito: Debería practicarse la antigua minería en lugar de la minería moderna.

Verdad: La minería antigua o minería tradicional se basaba en realizar túneles en las montañas para extraer los minerales que se encontraban agrupados en vetas. Todas esas minas ya cumplieron su ciclo y actualmente no es posible encontrar minerales disponibles en esa forma. Por ello, hoy se practica la minería moderna o minería a cielo abierto.
Sobre los Países donde se practica Minería
Mito: En ningún país de Latinoamérica la minería es una industria de peso.

Verdad: Brasil, Chile, Perú y Paraguay, por ejemplo, poseen una industria minera sólida, que además es promovida por los gobiernos y protegida por las leyes. Fuente: Mariano González, especialista en Derecho Minero y Energético, en el artículo “Industria minera, una fuente de desarrollo”, publicado en El Cronista:
http://www.cronista.com/notas/236171-industria-minera-una-fuente-desarrollo


Sobre la Minería y la Salud
Mito: Por culpa de las minas, las personas que viven cerca o trabajan en ellas sufren de cáncer y afecciones respiratorias.
Verdad: En Minera Alumbrera, de Catamarca, por citar un caso, no se ha podido probar ni un solo caso de enfermedad causada por la mina, tanto en las poblaciones aledañas como en sus cerca de 2300 colaboradores. Minera Alumbrera opera desde hace más de 12 años.


Sobre la Minería y el Trabajo

Mito: La minería no produce trabajo.
Verdad: La industria minera necesita de una buena cantidad de mano de obra para llevar adelante su tarea. Y como a menudo las minas se encuentran cerca de poblados con poca actividad, la llegada de una empresa minera genera nuevos puestos. Un ejemplo: en Andalgalá, provincia de Catamarca, la empresa Minera Alumbrera creó 360 puestos en (año) sobre una población económicamente activa de 3702 personas, según el Censo de 2010. Ello implica que cerca del 10% del empleo en esa población fue generado por aquella compañía.


Sobre la Minería y el Turismo
Mito: La minería modera perjudica especialmente al turismo y a la agricultura.

Verdad: Los países que más utilizan la minería moderna se destacan también en agricultura y turismo: Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Chile, entre otros. Un ejemplo: Napa Valley, una zona de California famosa por sus vinos y por el consiguiente turismo enológico, tuvo de 1985 al 2000 una mina de oro que no los afectó ni los afecta hoy. Otro ejemplo: la mina de oro Martha Mine, en Nueva Zelanda, sumó un sector turístico que atrae visitantes todo el año mientras la mina continúa con sus actividades de manera normal.

Fuente: Mitos y Fraudes


Estrucplan

jueves, 23 de febrero de 2012

MALVINAS: NI SOBREACTUACIÓN NI DISPLICENCIA




Por Alberto Asseff
Diputado nacional; miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara.


Principio por señalar que en la actual etapa de largo conflicto con Gran Bretaña por las Malvinas y todas sus proyecciones si algo no se ve u observa es “nacionalismo patriotero” de nuestra parte. Tengo toda la sensación de que algunos conciudadanos se arropan de intelectuales mundanos y modernos apelando al estigma clásico contra el nacionalismo al que califican con variopintos vocablos: patriotero, exacerbado, anácronico, autoritario y demás.
Es el nacionalismo inglés – inmensamente mayor que el nuestro – el que sostiene y fogonea su permanencia en el Atlántico Sur. El nacionalismo es una fuerza insoslayable porque es energía moral, mental, psicológica que sustenta la ineludible estrategia de cualquier país que se precie de ser serio: defender y ensanchar sus intereses comunes.

Las Malvinas no son las Malvinas, por más emociones que nos conmuevan a su sola mención. Son tres millones de km2 de mar y son la Antártida Argentina. Son, por tanto, absolutamente el futuro de progreso de nuestro país.
Como estamos afortunadamente asociados – de modo precario, pero paradójicamente firme – con América del Sur y gran parte del Caribe, incluyendo al gran aliado natural que es México, la cuestión que tan vitalmente nos interesa también les importa a ellos, a toda Iberoamérica, incluyendo a Haití que increíblemente figuró en algún cable noticioso como respaldando a Londres.
Un gran acierto estratégico de nuestra política – ciertamente inspirada por el propio Brasil – ha sido y es subrayar que la militarización notoria, desmesurada, provocativa de la base británica Malvinas es una amenaza para el Amazonas, para el gas boliviano, para los recursos de toda nuestra América. No sólo para nuestro país.

Otro resultado feliz ha sido lograr que la comunidad sudamericana rechace la bandera ilegal de los isleños. No es relevante que se menosprecie este logro diciendo que se la puede arriar y enarbolar la de Londres al arribar a algún puerto de la Región. Lo trascendente es que no se reconozca a esa bandera ilegítima. Malvinas no será jamás un país. Esta es la esencia primera de nuestra estrategia.
Tenemos que hostigar, ejecutando la ley vigente, a las petroleras contratadas por los isleños. Está demostrado que si la Argentina es efectivamente hostil disminuyen los inversores dispuestos a aventurarse en la exploración y así se produce un sobrecosto que ahuyenta capitales. Londres no tiene dinero estatal para estos trabajos. O lo consigue en la bolsa o no hay recursos financieros. Además, esa ley prohíbe que las empresas ligadas con las que operan en Malvinas hagan negocios en nuestro territorio continental. Hay que aplicar este precepto a rajatabla.

Es más decisivo acosar a las petroleras que los isleños. Duros con los capitales británicos, amigos con los británicos que habitan las Malvinas.
La “cláusula Malvinas”en todos los contratos de inversiones, bienes y servicios será una efectiva herramienta: todos los que hacen negocios acá declaran estar absolutamente desvinculados de aquellos que realizan emprendimientos en las Malvinas. El falseamiento de esta cláusula aparejará nulidad.
Algunos ironizaron con la presencia del ministro de Universidades inglés en Malvinas ¡Ninguna ironía! Es también ministro de Ciencia y su presencia por estos lares apunta a la Antártida y a los recursos pletóricos del mar.
Nuestra vocación es recuperar pacíficamente las Malvinas y todo lo que ella implica en espacios marítimos. Empero eso no autoriza a que hagamos un alarde al revés: la Argentina desarmada. Debe terminar el ciclo del país vulnerable en esta materia.
Al mar hay que patrullarlo y establecer nuestra autoridad. Los recursos que hoy se derivan a tantos derroches deberían volcarse a tener una poderosa Armada Nacional, tan fuerte como grandes son los bienes a custodiar. Con submarinos nucleares, tal como se anunció hace un par de años.

Con los ciudadanos británicos que habitan las Malvinas deberemos conjugar una compleja y hasta desafiante doble velocidad de vinculación: respetaremos sus intereses, pero nunca aceptaremos sus deseos. Si quieren seguir siendo británicos así será, pero que sepan que nosotros los queremos y reconocemos argentinos.
Por eso, a la autoridad local malvinense no la admitimos su carácter de independiente, sino de autónoma, tanto como lo es el gobierno de Jujuy, sin perjuicio de cuánto nos falta hacer para restaurar la sustancia del federalismo. Malvinas nos auxiliará para revalorar al federalismo.
Esta cuestión es de largo plazo. Por ende hay que evitar toda sobreactuación. Es imposible mantener en vilo al país y al mundo durante mucho tiempo- Hay, sí, que dar pasos secuentes y consistentes en la dirección estratégica de recuperar las Malvinas. Si algo no debe hacer el gobierno de turno es intentar o aparecer aprovechando la gran cuestión con fines electorales.
Por último, las Malvinas serán argentinas si la Argentina es un país grande – no sólo en magnitud física – en instituciones, educación, desarrollo humano y social, respeto, valores. Una Argentina tal atraerá tan naturalmente a los isleños como los caramelos a los niños.
Sin sobreactuación, pero tampoco displicencia. Simplemente, con estrategia.

sábado, 11 de febrero de 2012

EL DEBATE ALIMENTOS VS. ENERGÍA



Por Héctor A. Huergo

Hay dos “drivers” que comandan la actual onda larga de altos precios agrícolas: la transición dietética de los países asiáticos -los más poblados del planeta-y la suba del precio del petróleo. Ambos tienen el mismo fundamento, que no es ni más ni menos que la mejora de los ingresos que se está operando en Oriente, liderados por China.

Más dinero en el bolsillo no significa comer más, sino distinto. Pasar de una dieta vegetariana, basada en el arroz, legumbres y verduras, con escasa participación de proteínas animales, a una dieta cada vez más rica en carnes y lácteos, que está generando una verdadera succión de granos básicos y harinas proteicas (soja en especial).

Los procesos de transformación de granos en carnes son estructuralmente ineficientes.

Un pollo, sin duda la especie que más incrementó la capacidad de conversión en los últimos treinta años, a duras penas alcanza para una familia tipo de cuatro comensales. Requiere hoy 2 kg de alimento por kg de peso vivo. Son 3 kg de polenta y 1 de soja.

Si en lugar de dársela al pollo, la comieran la misma familia en forma directa, les alcanzaría para ocho almuerzos.

Pero hay plata en el bolsillo global y nadie quiere comer polenta con milanesa de soja. En China la compañía Yum, que tiene la franquicia de Kentucky Fried Chicken, abre un local cada 19 horas.

Por el lado de la demanda energética, pasa exactamente lo mismo. Familias más ricas usan más autos, más aire acondicionado, más calefacción.

Estamos entonces bajo la presión de un crecimiento sostenido de la demanda de bienes alimenticios y energéticos básicos. No es en la vieja Europa, ni siquiera en los EE.UU., donde se da este fenómeno. Es esencial comprender esto: es en China, India, Brasil. El viento de cola no viene de Occidente, viene de Oriente. Y no es la cigüeña, que perdió la batalla contra los planificadores, sino la billetera de los padres de una sociedad de hijos únicos, como la de la China del control de la natalidad.

Por eso, cuando se plantea el dilema “alimentos vs. energía”, conviene separar la paja del trigo. El petróleo subió, en los últimos diez años de 20 a 100 dólares el barril. Así, habilitó la posibilidad de utilizar los granos para sustituir la nafta. Esto se está realizando ya en condiciones de mercado. A fines del 2011 caducaron los subsidios y la protección de que gozaba el etanol de maíz en los EE.UU., y el consumo se mantiene sin cambios. El etanol es el principal destino del maíz norteamericano, capturando el 35% de la cosecha. Despotrican los feedloteros, polleros y chancheros, y también los que hacen fructosa para las bebidas cola. Les apareció una demanda feroz, que los sacó de una posición de confort en el mercado.

Lo que también conviene preguntarse es si se puede considerar “alimentos” a las proteínas animales, al edulcorante calórico de las bebidas cola, o a la cerveza, el whisky y tantas cosas que se hacen con granos. Alimentos, estrictamente, son los granos básicos y sus derivados del primer procesamiento. En cuanto entramos en aquello del “valor agregado”, debemos considerar la ineficiencia intrínseca del proceso. Es tan ético usar el maíz para producir combustible como convertirlo en pollo, donde tiramos la cabeza y los menudos, los huesos, y bostea el 80% de lo que come. Producir biocombustibles es una idea tan estúpida como producir cerdos, carne vacuna, fois gras o bourbon Jack Daniel’s.

Por otro lado, habría que preguntarse cuánto valdría el petróleo si no existiera ya la enorme sustitución (más del 10%) de nafta por etanol en EE.UU., del 5% en la UE, del 20% en Brasil. Seguramente, ya estaría en los 120 dólares el barril, con el mundo en vilo por seguir dependiendo de un abastecimiento crónicamente inseguro.

Clarín, 11-2-12

jueves, 9 de febrero de 2012

SE CONSOLIDA EL RÉGIMEN UNITARIO



Por Alieto Guadagni

ECONOMISTA, INSTITUTO DI TELLA


Recordemos que la Constitución de 1994 estableció (art. 75) que corresponde al Congreso aprobar una ley que asegure a las provincias "la automaticidad en las remesas de los impuestos coparticipados".
La Constitución es clara, ya que establece que la distribución entre la Nación y las provincias "contemplará criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional".
Este mandato aún está incumplido y así se explica la concentración de los recursos en manos del Tesoro en desmedro de las provincias.


Hoy se transfiere automáticamente a las provincias el valor más bajo de los últimos cincuenta años (25%). Algo similar había ocurrido durante los gobiernos militares (1966/73 y 1976/83). Cuando se restaura la democracia, Alfonsín, con el apoyo del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Antonio Cafiero, fija el 57,66 por ciento como coparticipación a favor de las provincias.
La ley de coparticipación que exige la Constitución deberá corregir groseras distorsiones . Por ejemplo, un tucumano recibe menos de la mitad de un santacruceño, un jujeño menos de la mitad de un fueguino y un misionero la mitad de un formoseño. Pero la discriminación más grave es la que afecta a los bonaerenses , que valen para la coparticipación la mitad de los cordobeses, mendocinos o santafecinos y la cuarta parte de los pampeanos. Esto se explica por el deterioro en el coeficiente de distribución a favor de Buenos Aires (34 por ciento en 1972 y apenas 20 por ciento en la actualidad).
Recordemos que Buenos Aires alberga alrededor del 40 por ciento de la población del país, y la pobreza e indigencia en su territorio es creciente.
Esta discriminación ha debilitado a lo largo de los años la seguridad y la educación bonaerense; no se puede discriminar por muchos años al 40 por ciento de la población del país y no sufrir las consecuencias.
La concentración de recursos a nivel central agrava los desequilibrios entre provincias, pero, además, no promueve el control en el aumento del gasto público provincial ya que hace que el desempeño de los gobiernos provinciales sea dependiente de las transferencias discrecionales de la Nación.
El régimen que pide la Constitución deberá superar estas deficiencias, restablecer una coparticipación primaria superior al 50 por ciento, y en cuanto a la distribución secundaria entre las provincias, no debería fijar coeficientes rígidos sino aplicar criterios cuantificables que puedan ser determinados periódicamente por el Órgano Federal de Aplicación que prevé la Constitución. Los coeficientes así determinados de una manera objetiva se debieran aplicar a los incrementos de recaudación fiscal sobre el nivel actual, de manera que la distribución secundaria del año base no se modifique.
Esta norma gradualista, sumada a un mayor nivel para la coparticipación primaria, asegurará que ninguna provincia sufrirá disminuciones . Cumplir el mandato constitucional exigirá un esfuerzo de concertación, es decir, un acuerdo fundacional que involucre a las provincias y a la Nación; no exageramos si decimos que este acuerdo fiscal es la "madre de todos los pactos sociales o políticos" que se pueden plantear hoy, aunque es evidente que el Gobierno nacional no ha tenido ni tiene vocación por cumplir con este mandato .
Es cierto que el Gobierno realiza transferencias discrecionales de fondos a favor de las provincias por fuera del régimen de coparticipación, pero al no existir normas objetivas esta práctica debilita la autonomía política de las provincias . No puede existir un verdadero federalismo político que no esté sustentado en la autonomía financiera de las provincias.
Cuando la caja se centraliza en la Casa Rosada, los gobernadores se convierten en simples delegados del poder central . Sin federalismo fiscal el federalismo desaparece.

Clarín, 9-2-12

miércoles, 8 de febrero de 2012

UNA DECISIÓN PRESIDENCIAL CUESTIONABLE


Ayer, la Sra. Presidente anunció una medida de gobierno que consideramos atenta contra el interés nacional. Nadie podría negar que en la guerra de Malvinas se cometieron errores, y para eso debería servir el Informe Rattenbach. Pero su contenido debería estar reservado a las autoridades del Estado y las conducciones militares, no divulgarse como un panfleto que servirá para desacreditar aún más a nuestras Fuerzas Armadas.

En Gran Bretaña se dispuso el secreto por 90 años para los detalles de la guerra; en Argentina lo que haya de criticable en la actuación de nuestra tropas quedará expuesto públicamente. No es más que una nueva etapa de la desmalvinización, que comenzó ni bien terminada la contienda. Realmente lamentable.


Acompañamos a la transcripción de la noticia, una nota de Abelardo Ramos, y un detalle poco conocido: que el presidente de la comisión Rattenbach habría votado en contra del informe que lleva su nombre.

Mario Meneghini
8-2-12
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Argentina denunciará una militarización

. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner le pidió ayer al premier británico, David Cameron, que “le dé una oportunidad a la paz”. Lo dijo tras anunciar que instruyó al canciller Héctor Timerman para que denuncie ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea de las Naciones Unidas “la militarización del Atlántico sur” por parte del Reino Unido de Gran Bretaña.

El acto que ayer se realizó en la Casa Rosada empezó con la Presidenta firmando un decreto por el cual se desclasifica el llamado Informe Rattenbach , un trabajo hecho en 1983 por una comisión militar que analizó las responsabilidades y desempeños durante el conflicto bélico en las Islas Malvinas.
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Ayer, Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto por el cual se forma una comisión que analizará –por 30 días– el Informe Rattenbach . Junto al vicepresidente, Amado Boudou, se sentó el coronel Augusto Benjamín Rattenbach (hijo), que será quien encabece la comisión anunciada.

“Este decreto termina con el último secreto de Estado, y corre un velo sobre un hecho trascendental para los argentinos; se cierra un círculo que habla sobre la irresponsabilidad en términos estrictamente militares”, dijo Cristina Fernández de Kirchner.

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El informe Rattenbach es el trabajo realizado por una comisión especial creada por el último gobierno militar que analizó el desempeño de las conducciones de las Fuerzas Armadas en la Guerra de Malvinas. El trabajo tomó el nombre del teniente general Benjamín Rattenbach, que presidió el cuerpo. La versión que circuló del informe secreto fue modificada por los militares acusados para intentar atenuar sus castigos.

Lo que se dice. El informe divulgado establece que “la Junta Militar realizó un planeamiento defectuoso al no contemplar la posible reacción británica. No existía un plan para la defensa de las Islas en caso de que el Reino Unido decidiera recuperarlas por la fuerza”, como ocurrió.

Los medios y la gente. Señala el informe que luego del desembarco argentino en las Islas, el 2 de abril, “su pudo apreciar que la reacción popular fue la de acompañar sin retaceos la decisión de la Junta Militar, mientras los medios de comunicación, con su efecto multiplicador, contribuyeron a una pérdida generalizada de la objetividad”.

La Voz del Interior, 8-2-12

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El Informe Rattenbach


Vendido a Mayor Precio que su Valor Verdadero

La comisión Rattenbach pide la pena de muerte para los tres oficiales que decidieron la ocupación de las Malvinas. El pedido pinta de cuerpo entero a Rattenbach y colegas. Y pensar que pasaron largos años de sus carreras cantando el Himno ante todos los mástiles de la República para pedir calma, finalmente, cuando llegó la hora de marchar y morir. Ahora dicen que se trata de una "aventura militar inoportuna". ¡Y la Nación ha gastado montañas de buenos sueldos para empollar generales herbívoros, que tiemblan ante Occidente y sólo piden muerte o prisión perpetua para sus camaradas!. Sin embargo, detrás de las penas que piden para Galtieri está el propósito de enterrar para siempre la memoria colectiva el hecho prodigioso e imborrable de que luchamos en desigualdad de condiciones con los dos imperios más poderosos y pérfidos de la tierra.

Triste misión la de Rattenbach. Con los chismes de Casino, y acopio de errores técnicos, improvisación, cobardía, -en suma, gajes de toda guerra-, quieren sepultar, con la benevolencia de la "opinión mundial", a los jóvenes héroes que enrojecieron con su sangre el mar austral y eclipsar el giro espectacular de la perdida conciencia nacional de toda la América Latina, puesta de pie cuando tronaron los cañones de la Argentina.
Esa es la victoria política que obtuvimos sobre Gran Bretaña y es justamente esa victoria la que desean nublar estos tristes redactores del informe Rattenbach. No me extraña en absoluto. ¿No es el mismo Brigadier Rey que firmó el decreto como integrante de la dictadura de Lanusse, otorgando a la Reina de Gran Bretaña el laudo para resolver el problema del Beagle? Ahora pretende condenar a muerte a los que guerrearon contra Inglaterra. "Vaya usted a hacer Patria con esa gente", dijo Bolívar, refiriéndose en su tiempo a sujetos semejantes.

El imperialismo mundial, simulador incesante de las "formas democráticas", quiere poner la mano sobre nuestro uranio enriquecido, que nos sitúa como el único país del Tercer Mundo que se encuentra en el umbral de la revolución científica y tecnológica de nuestra época, si sabemos avanzar más allá; y quiere apoderarse de nuestras empresas estatales para cobrarse la deuda externa.
El informe de Rattenbach se incluye, lo sepan o no deplorables autores, en esa campaña mundial para inferiorizar a los argentinos.
Pero no van a prevalecer, me atrevo a asegurarlo.

JORGE ABELARDO RAMOS

Noviembre 23 de 1983.-

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Malvinas: el informe Rattenbach
Taninga.net

Este informe no estuvo librado de polemica, incluso de parte del propio Rattenbach en un encuentro que tuvo con el general Jose María Diaz.
A mediados de mayo de 1984, Rattenbach, que murió el 8 de octubre de ese año, fue a la casa del general de división José María Díaz, flamante vocal del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, y le entregó una autocrítica de su informe.
Allí parecía estar preocupado por la suerte de algunos oficiales y porque el Ejército quedara como el pato de la boda en el conflicto. Aparece como indulgente con varios jefes, entre ellos el general Mario Menéndez, ex gobernador de Malvinas. Sus dichos al general Díaz y el documento autocrítico con anotaciones de puño y letra de su autor, fueron recogidos por el general Enrique Ottino en un trabajo publicado por el Instituto de Historia Militar Argentina en 1997.

El documento incluye un peritaje de la letra de Rattenbach. Allí se afirma que Rattenbach hizo saber a Díaz "su preocupación por la suerte de varios oficiales de infantería" y que señaló su "imposibilidad de gravitar en la redacción del Informe, pues su opinión era neutralizada por la mayoría de los restantes componentes de la Comisión".


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martes, 7 de febrero de 2012

EL EMPLEO PÚBLICO CRECE CINCO VECES MÁS QUE LA POBLACIÓN

Comparado con el sector privado, el Estado argentino se caracteriza por salarios y demás condiciones laborales mucho más atractivas junto con criterios de selección y promoción mucho más discrecionales. Esto promueve la mediocridad y genera condiciones propicias para que los funcionarios usen el empleo público para distribuir favores electorales y personales. Para que el Estado sea un factor de desarrollo social es crucial cambiar esta realidad profesionalizando la gestión del empleo público.
Aun cuando los avances de la tecnología tienden a reducir la necesidad de mano de obra, la mayoría de los servicios que ofrece el Estado se caracteriza por un uso intensivo de trabajo humano. Educación, salud, seguridad, justicia son sectores que ilustran esta particularidad. Este rasgo lleva a que la calidad en la gestión de los servicios del Estado dependa decisivamente de la disponibilidad, capacidad y compromisos de sus empleados. Asimismo, también lleva a que el pago de salarios represente un componente muy importante dentro de las erogaciones públicas.

Inconsistente con la alta relevancia de los recursos humanos para el funcionamiento del Estado, la información disponible sobre empleo público es escasa y fragmentada. Sin perjuicio de ello, se puede aproximar su evolución con los datos del Ministerio de Economía, lo cuales se obtienen de las declaraciones juradas para el pago de cargas sociales a la AFIP del sector público nacional y de las 11 provincias con sistemas previsionales transferidos a la Nación. Esta fuente de información oficial permite identificar las siguientes tendencias:

· Entre los años 1997 y 2011 la cantidad de empleados en el sector público nacional pasó de 720 mil a 1,5 millones, es decir una tasa de crecimiento promedio de 5% por año.
· En el mismo período la población total del país creció a razón del 1% anual.
· Es decir, la tendencia de largo plazo es que el empleo público crece 5 veces más que la población total.

El fuerte crecimiento del empleo público no constituiría síntoma de un problema si formara parte de una mejora sustantiva de los servicios estatales. Pero las evidencias muestran que es creciente el uso que hace la población de instituciones privadas para acceder a los servicios públicos. Por ejemplo, la cantidad de alumnos en el nivel primario atendidos por escuelas públicas se redujo en los últimos 15 años. En contrapartida, un cuarto de las familias argentinas hacen el esfuerzo para que sus hijos accedan a la educación privada. Procesos análogos se observan con la salud y la seguridad.

Crear más empleo público para producir menos servicios denota muy bajos niveles de productividad. Esto es generado por reglas que promueven la mediocridad y la falta de compromiso, ya que las condiciones de trabajo de los empleados públicos son mucho más favorables que las de los empleados privados. En el Estado las jornadas de trabajo son más reducidas, el régimen de licencias y feriados más generoso, y las remuneraciones más altas. Según datos del INDEC, el salario promedio registrado en el sector privado en el 3º trimestre del año pasado fue de $5.194. En el sector público, en cambio, la remuneración media fue de $5.846, es decir un 12% más alto. Particularmente notable es que en el sector público nacional el salario promedio llega a los $8.609, es decir un 66% más alto que la media en el sector privado.
Con salarios y demás condiciones laborales mucho más atractivas que las que disfrutan el resto de los trabajadores, la presión para ingresar al Estado es muy intensa. A su vez, como el ingreso al empleo público responde a procedimientos arbitrarios, los funcionarios con poder de decisión están tentados a utilizar el empleo público como mecanismo para retribuir favores partidarios y personales. En suma, fruto de reglas que promueven la mediocridad y el uso del empleo público para fines personales, el Estado tiene más erogaciones y peores resultados.
Es de importancia estratégica cambiar la gestión de los recursos humanos en el Estado. Para ello, se debería adoptar el criterio de que todo ingreso al sector público tiene que estar avalado por una necesidad objetiva, la selección en base a procedimientos transparentes y la permanencia sujeta a evaluación de desempeño. Tan importante como esto es iniciar el proceso para que los salarios y demás condiciones laborales del empleo público converjan a las que prevalecen en el sector privado.


Editorial Rio Negro SA, 6-2-12

lunes, 6 de febrero de 2012

EL INFORME RATTENBACH



Vendido a Mayor Precio que su Valor Verdadero

La comisión Rattenbach pide la pena de muerte para los tres oficiales que decidieron la ocupación de las Malvinas. El pedido pinta de cuerpo entero a Rattenbach y colegas. Y pensar que pasaron largos años de sus carreras cantando el Himno ante todos los mástiles de la República para pedir calma, finalmente, cuando llegó la hora de marchar y morir. Ahora dicen que se trata de una "aventura militar inoportuna". ¡Y la Nación ha gastado montañas de buenos sueldos para empollar generales herbívoros, que tiemblan ante Occidente y sólo piden muerte o prisión perpetua para sus camaradas!. Sin embargo, detrás de las penas que piden para Galtieri está el propósito de enterrar para siempre la memoria colectiva el hecho prodigioso e imborrable de que luchamos en desigualdad de condiciones con los dos imperios más poderosos y pérfidos de la tierra.

Triste misión la de Rattenbach. Con los chismes de Casino, y acopio de errores técnicos, improvisación, cobardía, -en suma, gajes de toda guerra-, quieren sepultar, con la benevolencia de la "opinión mundial", a los jóvenes héroes que enrojecieron con su sangre el mar austral y eclipsar el giro espectacular de la perdida conciencia nacional de toda la América Latina, puesta de pie cuando tronaron los cañones de la Argentina.
Esa es la victoria política que obtuvimos sobre Gran Bretaña y es justamente esa victoria la que desean nublar estos tristes redactores del informe Rattenbach. No me extraña en absoluto. ¿No es el mismo Brigadier Rey que firmó el decreto como integrante de la dictadura de Lanusse, otorgando a la Reina de Gran Bretaña el laudo para resolver el problema del Beagle? Ahora pretende condenar a muerte a los que guerrearon contra Inglaterra. "Vaya usted a hacer Patria con esa gente", dijo Bolívar, refiriéndose en su tiempo a sujetos semejantes.

El imperialismo mundial, simulador incesante de las "formas democráticas", quiere poner la mano sobre nuestro uranio enriquecido, que nos sitúa como el único país del Tercer Mundo que se encuentra en el umbral de la revolución científica y tecnológica de nuestra época, si sabemos avanzar más allá; y quiere apoderarse de nuestras empresas estatales para cobrarse la deuda externa.
El informe de Rattenbach se incluye, lo sepan o no deplorables autores, en esa campaña mundial para inferiorizar a los argentinos.
Pero no van a prevalecer, me atrevo a asegurarlo.

JORGE ABELARDO RAMOS

Noviembre 23 de 1983.-

domingo, 5 de febrero de 2012

EL ESTILO HACE AL RÉGIMEN


El Informador Público, febrero 5, 2012

José Antonio Riesco

En diciembre pasado la definición de la modalidad con que se gobierna la dio el senador Aníbal Fernández. “Nadie tiene que indicarle a Cristina cómo gobernar”-. Si a esto lo hubiese dicho hoy en Alemania seguro que pasaba un mal rato. Por aquello de los años 30 del siglo XX: “¡Lo dice el Führer…!!” Sin perjuicio de lo cual don Aníbal puso el sello malevo en el modelo.
En algo de fondo las autocracias se parecen; en los hechos, con sus más y sus menos. Es la conducta lo que las caracteriza, cualquiera sea el uso que hagan de la propaganda o de la violencia. Convertir a la mayoría parlamentaria en un factor para aniquilar la división de los poderes es un acto de violencia, aunque sea apañado por el timoratismo de la oposición, especialista en meros rezongos y quejidos tenues. Lo dicho vale si el bastón de mando lo tiene la Presidente o quien la represente. En el Estado moderno, la justificación de las facultades de la mayoría reside en el respeto a las minorías. Al menos cuando las minorías son respetables.
Después de todo hace rato que en la Argentina no rige la prohibición a los “poderes extraordinarios” a favor del Ejecutivo (art. 29 CN) ni se toma en cuenta que la eminente función de hacer las leyes corresponde al Congreso (art. 44 CN).Tampoco se recuerda aquella condición (la división de los poderes junto a los derechos humanos) que estableció la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, art. 16, 1789). En los escribas de la izquierda esto no tiene significación ya que “estamos haciendo una revolución”. Robespierre y Lenin en la tilinguería.
No se me ocurre predicar la beatería constitucional como si viviéramos en 1853, pese a los tumbos que dio la Constitución originaria hasta encontrar un equilibrio básico en su aplicación. Ya nadie tiene por misterio que es una realidad eso del “liderazgo” del presidente o del primer ministro. De ahí la exigencia de autocontrol, de prudencia y de rechazo a las tentaciones del “nepotismo” familiero, a no ser que se confunda al Estado con una toldería. ¿Nos está ocurriendo?
Ni queremos ratificar la tesis de que nuestra actual crisis institucional tiene como consecuencia fundamental ahuyentar las inversiones extranjeras y propias. Con ser esto verdad en buena medida, los efectos en la moral colectiva son mucho peores por que viene lesionando gravemente la conciencia política de una gran cantidad de ciudadanos, al extremo de que, no hay dudas, se está disolviendo en las masas el apego a la democracia republicana. Llevado más allá, quiere decir que ¿nuestra mayoría, “cuando esto se caiga”, estará lista para convalidar un fascismo o algo peor?
Una formación democrático-republicana exige un soporte mínimo de orden ético, en los dirigentes y en el cuerpo electoral. O sea, todo lo contrario del uso y abuso del clientelismo (compra-venta de votos y punteros) en que estamos sumergidos. Sabido es que se financia descaradamente con los recursos del Estado. Esto ocurrió a granel en los últimos comicios generales y fructificó en el ostentoso 54% de los sufragios del oficialismo, pero que los opositores (políticos y columnistas no partidarios), salvo excepciones, lo llamaron un triunfo puro, legítimo e incuestionable. Apañar basura es un viejo hábito de los argentinos, y hoy estamos como antes de 1912 cuando se dictó la Ley Sáenz Peña.
Las víctimas principales de esta modalidad de ejercicio del poder son los sectores más golpeados por las condiciones de pobreza y desocupación, con más los trabajadores en negro y muchos jubilados, y aunque no valga excluir a otros que no son tales. Semejante “estilo” en el manejo del Estado permite el trazado sustancial del régimen dominante.
Este será mayoritario en los votos y en las bancas, tendrá la legalidad formal a su servicio y dispondrá de los bienes y medios financieros de la administración pública, pero nadie sensatamente lo podrá identificar con la democracia republicana. Y para nada será verdadera expresión de una conciencia cívica, sobre todo de las bases sociales. ¿En qué se parece dicho “estilo de poder” con lo que se firmó como “compromiso democrático” (art. 1) de los miembros del Mercosur (Acta de Ushuaia, 1984)?
Para lo que importa, la advertencia de don Aníbal fue no únicamente un gesto de matonismo sino la formulación del principal procedimiento de gobierno. Eleva al máximo el personalismo que ya es habitual en la Sra. Presidente y que repiten los auxiliares: “Con Cristina no se habla, sólo se escucha”.
Hace pocos días el diario La Nación reprodujo las tesis de la diputada Diana Conti sobre el “liderazgo natural” de la Presidente y que “el pueblo acepta como tal”. Esta referencia a la índole “natural” de un fenómeno político recuerda a la Biopolítica, una corriente que coloca a la política entre las ramas de la biología. No es novedad. A principios del siglo XX el naturalismo politizado (una variante del materialismo decimonónico) brindó soporte a las doctrinas racistas que alimentaron a los totalitarismos. Entre estos el que reivindicó al llamado “führer-prinzip” de los años 30.


A juicio de la Sra. Conti tal tipo de liderazgo “natural” excluye toda intermediación entre la Presidente y el pueblo. Otra nota ciertamente sustantiva en el estilo gubernativo y que, sin ningún esfuerzo, hace surgir la tesis de lo prescindible que para el gobierno resulta el sistema de instituciones que prevé la Constitución y las tradiciones democrático-republicanas. ¿Tiene sentido semejante modalidad en una formación política que, casi sin otro cuestionamiento respetable que el de los “medios”, en siete años no logró ninguna transformación de índole estructural, como no sea el imperio del desorden…?
Las fuerzas sociales de la base suelen no tener medios para resistir o quejarse; por caso la mayoría de los trabajadores, de modo especial cuando la dirigencia sindical de alto nivel aparece formando parte del régimen, aunque esto no excluye las discordias “intra-muros”. Las frustraciones y la sucesión de engaños de que fue víctima durante medio siglo, hace que el pueblo de abajo, ciertamente la mayoría, a diferencia de sectores calificados de la clase media, tenga hacia tales desatinos una actitud de indiferencia cuando no de complacencia. Es razonable que le pase por el costado la idea de que una porción de conciencia crítica es connatural a la democracia.

jueves, 2 de febrero de 2012

JUICIO CONTRA BALTASAR GARZÓN



De cara a la opinión pública nacional e internacional, la estrategia del Magistrado ha consistido en hacerse la víctima, en el sentido de que se le va a procesar por venganza de unos “Magistrados que le tienen manía y envidia”, y porque los “fascistas y la extrema derecha” no le perdonan que haya iniciado un proceso contra Franco.



EL DELITO

El delito de prevaricación consiste, en dictar una resolución a sabiendas de que es injusta, y está sancionado en el Código Penal, con multa e inhabilitación de hasta 20 años.

LA ACCIÓN POPULAR

La ejerce el Sindicato Manos Limpias a tenor de lo preceptuado en el artículo 125 del Texto Constitucional.

EL MINISTERIO PÚBLICO

Se opone de forma indigna y siguiendo directrices políticas al procesamiento de Garzón, incumpliendo el artículo 124 del Texto Constitucional que obliga a la Fiscalía a defender la ley y el interés público general.

LA GRAN FALSEDAD

Es totalmente falso, como quieren hacer creer a la opinión pública los grupos de presión y medios de comunicación afines a Garzón, que se vaya a procesar al juez:
Por enjuiciar al franquismo.
Por la Ley de Memoria Histórica.
Por la exhumación de las fosas.
Por su incompetencia para conocer de la causa.

LA VERDADERA REALIDAD

La realidad es que se le va a enjuiciar por dictar una resolución prevaricadora, que vulneraba:
La irretroactividad de las leyes penales.
La vigencia Ley de Amnistía.
La prescripción.
La imposibilidad juzgar a fallecidos.
Constituyendo su actuación un abuso de Derecho.
Suponiendo la resolución un fraude de Ley.
Utilizando mala fe procesal.
Suponiendo inseguridad jurídica.

SE HACE LA VÍCTIMA

De cara a la opinión pública nacional e internacional, la estrategia del Magistrado ha consistido en hacerse la víctima, en el sentido de que se le va a procesar por venganza de unos “Magistrados que le tienen manía y envidia”, y porque los “fascistas y la extrema derecha” no le perdonan que haya iniciado un proceso contra Franco.

EL CORO PRO GARZON

El mensaje victimista se lanza a la opinión pública nacional e internacional a través de lo que se conoce como el lobby garzoniano, tanto interno como externo.
El juez cuenta con un coro interno de voces a su favor como dirigentes del PSOE (Bono, Caamaño, Patxi López, etc.), de Izquierda Unida (Cayo Lara y otros), de los subvencionados sindicatos de clase (Comisiones Obreras y UGT, cómplices de la tasa del 22% del paro), de pseudointelectuales de izquierda, de la plataforma subvencionada de la “zeja” o de medios de comunicación de la izquierda (El País, Público, Cadena Ser, TV 4 y La Sexta).
Dentro de esta lista habría que incluir a las Asociaciones de la Memoria Histórica, cuantiosamente subvencionadas por el Gobierno Zapatero y a personajes devaluados y desacreditados, como el ex rector de la Universidad Complutense Carlos Berzosa, el ex Fiscal anticorrupción Jiménez Villarejo, el ex Alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón o el empresario Fernández Tapias.
El lobby garzoniano internacional, lo dirige un personaje conocido como “el conseguidor” que le ha abierto las puertas para ser conferenciante internacional. “Las Madres de Mayo” que apoyaron en su día a ETA y el matrimonio argentino Kirchner forman parte de esa orquesta de apoyos exteriores.
Para la campaña a favor del juez, se han utilizado instalaciones públicas como aulas de la Universidad Complutense (donde se ha insultado, calumniado y difamado gravemente a los Magistrados del Tribunal Supremo), sedes de los Sindicatos, Ateneos, así como algunos Ayuntamientos.

UN SECTARIO JUEZ UNIVERSAL

Pese a su pretensión de erigirse ante la opinión pública como un juez universal, Baltasar Garzón a la hora de impartir esa pretendida clase de justicia, se ha olvidado intencionadamente de iniciar procesos por el genocidio perpetrado por Santiago Carrillo en Paracuellos del Jarama, por lo sucedido en el Archipiélago Gulag o en la plaza de Tian´anmen en Pekín, por la separación de Alemania por el Muro de Berlín, por la invasión de los tanques soviéticos en Praga y Budapest, o por los genocidios de Ceaucescu en Rumania y de Honecker en la antigua República Democrática Alemana, entre otros. Esto demuestra claramente la utilización de su Juzgado para impartir justicia a la carta y de forma descaradamente parcial.

UN NEFASTO Y PESIMO JUEZ INSTRUCTOR

La opinión pública y los profesionales del Derecho, conocen sobradamente las innumerables instrucciones que ha llevado a cabo Garzón, que en gran parte han supuesto un verdadero fraude y estrepitoso fracaso por las deficiencias en que incurrió el juez, a saber:
Expo 92 de Sevilla.
Caso Gal.
Telecinco.
Caso del Lino.
Operación Nécora.
Operación Nova.
Operación Ostra.
Operación Alakrana.
Operación Ácido Bórico.
Operación Chivatazo.

SANCIONADO POR EL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL

El Juez Baltasar Garzón ha sido sancionado administrativamente en varias ocasiones por el Consejo General del Poder Judicial, que es el Órgano de Control de Jueces y magistrados por:
El abandono de la Audiencia Nacional estando de guardia para intervenir en un mitin en contra de la Guerra de Irak.
La utilización de la Audiencia Nacional para dar clases particulares, que además estaban financiadas por la Universidad Complutense de Carlos Berzosa.
Dejar “escapar” a dos narcotraficantes, de forma temeraria e imprudente.

UTILIZACION DE LA AUDIENCIA NACIONAL PARA BENEFICIO PROPIO

Al instruir sumarios de gran calado político y de trascendencia mediática, utilizó esa información privilegiada para filtrar datos de lo instruido y aparecer en los telediarios, para fomentar su imagen pública.
A través de la Audiencia Nacional se promociona para Presidente del Tribunal Penal Internacional y para Premio Nobel de la Paz (Su amigo el empresario Fernández Tapias financió está operación).

ABUSO DE LAS RECUSACIONES

Garzón ha recusado a decenas de Magistrados, sistemáticamente, para intentar conseguir un tribunal más proclive a sus intereses y para emponzoñar y dilatar los tres procesos en los que está inmerso en la Sala Segunda del Tribunal Supremo (el del franquismo, el de las escuchas Gürtel y el de los cobros en Nueva York).
Sin embargo, cuando se ha recusado a Garzón en algún procedimiento, la respuesta no fue solamente el rechazo, sino que procedió contra aquellos que solicitaban su recusación.
Nunca un imputado ha tenido tantas garantías como el juez Baltasar Garzón.

GRAVES ACUSACIONES AL CONGRESO

El Juez Baltasar Garzón insultó gravemente a los Diputados del Congreso de España y a los ciudadanos españoles que los eligieron, cuando manifestó que al haber aprobado la Ley de Amnistía estaban locos y no sabían lo que hacían.
La otra gran acusación y ofensa contra los Diputados del Congreso de España, la realizó a raíz de la limitación a impartir justicia universal, cuando manifestó que el Congreso español legislaba para la impunidad.

GARZON ES UN SÍMBOLO

En definitiva, Baltasar Garzón simboliza la figura del Juez que ha dañado seriamente la Institución del Poder Judicial, por impartir justicia de forma sectaria, por actuar a favor de intereses políticos concretos, por ser parcial, por instruir con absoluta mediocridad y por utilizar una doble vara de medir en sus decisiones.
Representa la antijusticia, la utilización del Juzgado en beneficio propio, la inseguridad jurídica para las partes, el abuso del derecho y el fraude de Ley.
Con los procesos que se celebraran ante el Tribunal Supremo, se desvelará la falsedad de su imagen como juez incorruptible y universal y se le condenará inhabilitándole para el ejercicio de su carrera judicial como el delincuente prevaricador que es.
El Tribunal Supremo, pese a la campaña que se desarrollará en su contra, demostrará que nadie está por encima de la ley y que está se aplica con la igualdad para todos que establece la Constitución.
En definitiva, en el caso Garzón, estamos ante el inicio del triunfo del IMPERIO DE LA LEY.

ManosLimpias (España)

Un envío de Eduardo Ramos Campagnolo

politicaydesarrollo.com.ar, 30-01-2012

OLVÍDESE DEL CALENTAMIENTO GLOBAL




David Rose
Mail Online.com

Nuevas cifras publicadas por el Met Office no muestran calentamiento en 15 años. El supuesto 'consenso' acerca del calentamiento global antrópico está enfrentado un desafío inconveniente después de la publicación de nuevos datos de la temperatura mostrando que el planeta no se ha calentado en los últimos 15 años.

Las cifras sugieren que hasta podríamos estar yendo hacia una mini era glacial que rivalizará con la caída de 70 años en las temperaturas que vio a las ferias heladas sobre el Támesis, en el siglo 17.

Sin fanfarria alguna el Met Office y la Unidad de Investigación del Clima de la Universidad de East Anglia publicaron la semana pasada información basada en más de 30.000 estaciones de todo el mundo. Confirma que la tendencia creciente de las temperaturas terminó en 1997.



Mientras tanto, reconocidos científicos del clima le dijeron ayer al 'The Mail On Sunday' que, después de emitir niveles de energía desusadamente altos durante el Siglo 20, el sol se dirige ahora hacia un “Gran Mínimo” en sus emisiones, amenazando con veranos fríos, duros inviernos y un acortamiento de la estación de para cultivar alimentos.

Las emisiones solares pasan por un ciclo de 11 años con elevados números de manchas solares cuando se alcanza el pico. Ahora estamos en lo que sería el pico de los que los científicos llaman el “Ciclo 24” –que es la razón por la que la tormenta solar de la semana pasada dio como consecuencia la aparición de auroras boreales más al sur de lo habitual. Pero la cantidad de manchas en el sol están ocurriendo a la mitad de las que se vieron durante el pico de los ciclos en el Siglo 21.

Los análisis de los expertos de NASA y la Universidad de Arizona –derivados de las mediciones del campo magnético a 120.000 millas debajo de la superficie del sol- sugieren que el Ciclo 25, cuyo pico máximo debe ocurrir en 2022, será todavía mucho más débil.

Según un 'paper' publicado la semana pasada por el Met Office, hay un 92% de chances de que tanto el Ciclo 5 como los posteriores durante las próximas décadas serán tanto o más débiles que el Mínimo Dalton de 1790 a 1830. En este período, bautizado así en honor al meteorólogo John Dalton, las temperaturas en muchas partes de Europa bajaron en 2º Celsius.

Sin embargo, también es posible que el nuevo derrumbe de la energía del sol podría ser tan profundo como el del Mínimo Maunder (así llamado por el astrónomo Edward Maunder), ente 1645 y 1715 en la parte más fría de la 'Pequeña Edad de hielo' cuando, al igual que las famosas ferias heladas del Támesis, los canales de Holanda se congelaron totalmente.



Pero, en su 'paper' el Met Office afirma que las consecuencias ahora serían despreciables –porque el impacto del sol sobre el clima es mucho menor que el del dióxido de carbono producido por el hombre. Aunque la actividad del sol es muy probable que disminuya hasta el 2100, “Esto sólo causaría una reducción global de la temperatura de 0,08ºC,” dijo Peter Stott, uno de los autores del paper. “Nuestros hallazgos sugieren que una reducción de la actividad solar a niveles no vistos en cientos de años sería insuficiente para compensar la dominante influencia de los gases invernadero.”

Estos 'hallazgos' son ferozmente disputados por otros expertos solares.

“Las temperaturas del mundo podrían ser mucho más frías que ahora durante 50 años o más,” dijo Henrik Svensmark, director del Centro de Investigación SolClima, del Instituto Nacional del Espacio de Dinamarca.”Llevará una gran batalla convencer a algunos científicos del clima de que el sol es importante. Parece que el sol lo demostrará por sí mismo, sin la ayuda de ellos.”

Hizo notar que, afirmando que el efecto del mínimo solar será pequeño, el Met Office estaba basándose en los mismos modelos computados que están siendo desmentidos por la actual pausa en el calentamiento global.

Los niveles han continuado subiendo sin interrupción y, en 2007, la Met Office afirmó que el calentamiento global estaba a punto de hacer 'un regreso rugiente'. Dijo que entre 2004 y 2014 habría un aumento general de 0,3º C. En 2009 predijo que por lo menos en tres de los años entre 2009 y 2014 se rompería el previo récord de temperatura máxima establecido en 2008.



Hasta ahora no hay ninguna señal de que esto esté sucediendo. Pero ayer un vocero el Met Office insistió en que sus modelos siguen siendo válidos. “La proyección de 10 años permanece siendo ciencia revolucionaria. El período de la proyección original no ha terminado aún,” dijo.

El Dr. Nicola Scafetta, de la Universidad Duke de Carolina del Norte, es el autor de varios papers donde se argumenta que los modelos del clima del Met Office muestran que debería haber existido “un calentamiento sostenido desde 2000 hasta hoy.” “

Si las temperaturas siguen manteniéndose planas o comienza a enfriarse otra ves, la divergencia con los modelos climáticos del Met Office y la información registrada se hará tan grande que toda la comunidad científica cuestionará a la teoría actual,” dijo Scafetta.

Él cree que como el Met Office le da mucha mayor significancia al CO2 que al sol, era muy seguro que terminaría por concluir que no habría enfriamiento. “El verdadero asunto es si el modelo es preciso,” dijo el Dr. Scafetta. Mientras tanto, uno de los más eminentes científicos del clima, la profesora Judith Curry del Instituto de Tecnología de Georgia, dijo que ella había encontrado que la confidente predicción del Met Office de un 'insignificante' impacto muy difícil de comprender.

“Lo responsable sería aceptar que los modelos pueden tener severas falencias cuando trata sobre la influencia del sol,” dijo la profesora Curry. En cuanto a la pausa en el calentamiento dijo que muchos científicos “no están sorprendidos.”



Ella argumentó que "Se está volviendo evidente que otros factores además del CO2 juegan un rol importante en el aumento o disminución del calor, tal como los ciclos de 60 años de las temperaturas del agua en los océanos Pacífico y Atlántico. Ellos no han sido lo suficientemente apreciados en términos de clima global,” dijo la profesora Curry. Cuando ambos océanos fueron fríos en el pasado, como desde 1940 hasta 1970, el clima se enfrió. El ciclo del Pacífico se volteó desde el modo cálido al frío en 2008 y es muy probable que el Atlántico también lo haga en los próximos años.

Paul Brekke, asesor senior en el Centro Espacial de Noruega, dijo que algunos científicos encuentran difícil de aceptar los ciclos del agua porque hacerlo significaría admitir que los océanos –y no el CO2- causaron gran parte del calentamiento entre 1970 y 1997.

Lo mismo vale para el impacto del sol –que fue muy activo durante gran parte del Siglo 20.

“La naturaleza está llevando a cabo un experimento interesante,” dijo. “A 10 o 15 años de hoy estaremos en condiciones de determinar mucho mejor si el calentamiento de fines del Siglo 20 fue realmente causado por el CO2 emitido por el hombre, o por la variabilidad natural.”

Mientras tanto, desde fines del año pasado, las temperaturas globales han descendido en más de medio grado Celsius, cuando el efecto frío de La Niña reemergió en el Pacífico Sur.

“Estamos ahora bien metidos en la segunda década de la pausa,” dijo Benny Peiser, director de la Fundación de Políticas del Calentamiento Global. “Si no vemos evidencias convincentes del calentamiento global en 2015, comenzará a comprobarse que si los modelos son basura o no. Y si lo son, las implicancias para algunos científicos serán muy serias.”

Fuente: Mitos y Fraudes


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