domingo, 1 de agosto de 2010

SABIO

Detienen por narco al “sabio aymara” que entregó el bastón de mando a Evo

Por Pablo Stefanoni

Si en 2006 la foto de Valentín Mejillones recorrió el mundo como el “sabio aymara” que le entregó el bastón de mando a Evo Morales en las ruinas sagradas de Tiwanaku, ayer la imagen no podía ser más diferente: esposado y con la cara cubierta ingresando al juzgado, acusado de narcotráfico. La Policía allanó su casa en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, y encontró un pequeño laboratorio de purificación de cocaína, con unos 240 kilos de pasta base por un valor de unos 240.000 dólares. Su hijo y dos colombianos cayeron con él y todos reconocieron que el detenido era el “amauta” que había ungido a Evo.

El vocero presidencial Iván Canelas negó cualquier ligazón del gobierno con el detenido y señaló que “en base a la investigación debe ser sancionado si cometió un delito”. Pero rápidamente se aclaró que la detención no golpea a la imagen de “reserva moral de la humanidad” que Morales rescata de los pueblos originarios.

“Mi nombre originario es Sititi Huaranca, que traducido en castellano significa ‘una de las mil hormigas trabajadoras’”, dijo el amauta Valentín Mejillones en una conferencia en Argentina en 2007. En esa ocasión se presentó como cabeza del Consejo del saber Qulla, “una red de dirigentes religiosos aymaras creada en 1995, con la idea de preservar la antigua cultura andina y adaptarla al mundo moderno”.
Su trayectoria es larga: en 1998, en una convención de pueblos indígenas, fue designado Coordinador de Ancianos y Guías espirituales de América y en 1999, en Nuevo México, recibió el Bastón Sagrado del Consejo Continental de Ancianos, según el diario boliviano Renacer , que se edita en Buenos Aires.
También se desempeñó como Secretario de Cultura y Educación de la influyente Federación de Juntas Vecinales de El Alto.

“Amauta es un intermediario de la Pachamama y el Cosmos , el que recibe mensajes de los espíritus mediante signos”, explicó el hombre que dice haber nacido de pie y que buscaba ser un “guerrero de la luz” aymara. Un proyecto que parece haber llegado a su fin.
El narcotráfico se ha transformado en un problema para la gestión de Morales . Días atrás, el mandatario reconoció que los narcos están rebasando al Estado. Admitió que los traficantes tienen mejores armas que los policías y los militares y “en vez de que las instancias del Estado hagan seguimiento a los narcotraficantes, éstos hacen seguimiento, inteligencia, hacia quienes están encargados de la lucha contra el narcotráfico”. Pequeños laboratorios con “tecnología colombiana” se expandieron en varias ciudades, y la Policía intenta neutralizar a narcos extranjeros que se afincaron en el país.
La respuesta del “amauta” no fue muy convincente: “ He sido engañado . Yo les hice un favor humanamente (a los colombianos), ellos me dijeron que iban a hacer pastillas de hierba y pomadas (en mi casa)”.