martes, 6 de abril de 2010

BONADÍO PIDE DATOS DE LAS CUENTAS DEL SENADOR JUEZ


Hasta ayer, el juez federal porteño Claudio Bonadío no había librado exhortos diplomáticos para que la Cancillería solicite a los gobiernos de Bahamas e Islas Caimán información acerca de las supuestas cuentas bancarias que en esos paraísos fiscales tendría el senador nacional por Córdoba del Frente Cívico, Luis Juez, imputado en esa causa.

Fuentes judiciales de los Tribunales Federales de Comodoro Py dijeron a este diario que la demora en el trámite se debió a la ausencia ayer de Bonadío en su juzgado.

Bonadío tiene que librar esos exhortos después que hace una semana el fiscal federal Gerardo Di Masi hizo lugar a la acción penal en la causa en la que se investiga si Juez tiene cuentas no declaradas en bancos de Bahamas e Islas Caimán.

Pero al mismo tiempo, el fiscal sostuvo que la causa debería tramitarse en la Justicia de Córdoba por entender que si Juez hizo una fortuna no declarada ello sucedió cuando fue intendente de la capital provincial (2003-2007).

Es que de acuerdo con la denuncia, los 5.090.381 dólares que tendría Juez están en cuentas abiertas precisamente durante ese período.
Bonadío rechazó el traslado de la investigación a la Justicia cordobesa al menos por ahora y hasta tanto contar con la respuesta a los exhortos, en un trámite de “duración impredecible”, dijeron las fuentes.

Es que el trámite consiste en darle traslado a la Corte Suprema, ésta a la Cancillería, que a su vez debe hacerlo llegar a las embajadas y éstas a sus cancillerías, para finalmente llegar hasta los bancos, que bien podrían reservarse el derecho a dar información por tratarse de paraísos fiscales. Un trámite, en síntesis, que puede durar años, mientras que la situación de Juez podría quedar en una permanente duda, incluso durante las elecciones de 2011 cuando aspiraría a repetir su candidatura a gobernador.

Notificación. El senador aún no ha sido notificado de la decisión del fiscal Di Masi. Por eso se presentará alrededor del mediodía de hoy en los Tribunales de Comodoro Py junto con su abogado, el diputado nacional Ernesto Martínez. Juez insistiría allí en que la causa se traslade a Córdoba: “Yo no voy a ir todos los días a Comodoro Py, como quiere el kirchnerismo. Yo estoy para legislar”.

Juez ha sostenido que la denuncia se trata de una “operación política” en su contra organizada desde la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side). Fuentes cercanas a Juez aseguraron: “Tenemos información de que la aparición de estas cuentas, que no sabemos si existen o simplemente son un e-mail basura, se llama ‘Operación Lino’; la gestó la Side en 2007 para las elecciones a gobernador, pero finalmente no se puso en marcha. Recién se reactivó con la llegada de Juez al Senado”.

La denuncia original la hizo la jubilada porteña Ramona Sánchez, quien se la acercó por escrito a la jueza María Romilda Servini de Cubría.
La magistrada había recibido una copia similar que por correo electrónico le había llegado al fiscal federal Jorge Di Lello. Por sorteo recayó en Bonadío después de que el fiscal federal Guillermo Marijuan sostuviera que no tenía relación potencial alguna con la causa por malversación de fondos públicos en la que Juez está involucrado junto con la ex secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti.

La denuncia hace referencia a tres cuentas. La primera en el Bank of America de Islas Caimán, con el número 8806130571, abierta en febrero de 2005 a nombre de Lantral Inc., con Juez y su hermano Daniel como autorizados a operarla. A junio pasado, su saldo era de 751.116,81 dólares.

La segunda, en el Delta Bank del mismo país, con el número 660-390273, abierta en noviembre de 2008, también a nombre de Lantral Inc, y con los mismos hermanos Juez como operadores. Su saldo: 1.418.151,36 dólares.

Y la tercera en el BN Paribas Private Bank & Trust Bahamas Ltd. De Bahamas, abierta en febrero de 2006 a nombre de Displak Inc, y cuyos operadores autorizados serían Daniel Juez, hermano del senador, y Martín W. Cartada, con un saldo de 2.921.114,81 dólares.

La Voz del Interior, 6-4-10