jueves, 17 de diciembre de 2009

MILITARES PRESOS: YA MURIERON MÁS DE 80


Por Eduardo Palacios Molina

En los últimos años, ya más de 80 procesados añosos y algunos no tanto han muerto, muchos por graves afecciones de salud propias de la edad, agravadas por su situación anímica e inadecuada atención, otros por depresión, llegando incluso algunos a quitarse la vida.

La gran mayoría de ellos, a pesar de lo que indica el Código Penal Argentino y los Tratados Internacionales, llevaban muchos años más de los dos previstos y los tres eventuales (cinco o seis años en algunos casos), muchos con procesos terminados, en la espera de Juicio.

No es novedad que las Unidades Carcelarias no están preparadas para albergar prisioneros mayores de 70 años. Algunos con graves afecciones:

. Cáncer
. Diabetes
. Alzheimer
. Problemas renales
. Ceguera
. Afecciones cardíacas
. Epilepsia
. EPOC

A modo de ejemplo le mencionamos algunos casos:

Cap. de Navío Paso, Carlos: Fallecido en Septiembre de 2008.
Causa de muerte: Aneurisma aórtico abdominal. Fue internado en la enfermería del Penal de Marcos Paz, pero no recibió tratamiento. Se encontraba procesado.

Cap. de Fragata Benazzi, Miguel: Fallecido en 2007. Causa de muerte: Cáncer.
Se encontraba procesado. Detenido en Zárate.

Almirante Anaya, Jorge: Fallecido en mayo de 2008. Causa de muerte: Infarto masivo de miocardio, mientras prestaba declaración indagatoria ante el Juez.
Procesado.

Cap. de Navío Perrén, Jorge: Fallecido en 2007. Causa de muerte: Neumonía.
Se encontraba procesado y detenido hacía 5 años. Sin juicio ni condena.

Comisario My. Policía Federal Bercellone, Carlos: Fallecido en 2008. Tenía 60 años e ingresó al Penal de Marcos Paz, en perfecto estado de salud al Pabellón 6/Módulo 4. Estaba alojado en una celda del 1º piso. Lo atendió un preso político médico que además es paralítico. Murió en su celda de una aneurisma cerebral. Tuvieron que bajarlo sobre una mesa que ofició de camilla. Estaba procesado.

Comisario de la Policía Federal Jaime: Fallecido en 2008. Murió de un ataque cardíaco. En la enfermería del Penal nada pudieron hacer. Estaba procesado.

La lista sigue. Recuerden que ya superamos los 70 muertos.

Enfermos en cautiverio (Sólo algunos ejemplos)

En una Unidad Carcelaria de la Provincia de Córdoba un preso político sufrió un infarto de miocardio, las luces ya estaban apagadas, las celdas cerradas y los medios de comunicación con el personal de vigilancia: no funcionaban.

El servicio penitenciario tuvo que ser avisado por señales con encendedores a través de las ventanas de las celdas a las torretas de vigilancia que rodean el perímetro del Penal, porque los timbres de emergencia no funcionaban. El detenido salvó su vida milagrosamente, gracias a la rápida reacción de sus compañeros de detención. Tiene 68 años. Está detenido hace 6 años. Volvieron a llevarlo a su lugar de detención. Está procesado sin juicio y sin condena.

En la misma Unidad Carcelaria se encuentra detenido un comisario de 75 años, detenido hace varios años. CIEGO. Para desplazarse necesita de la asistencia de sus compañeros de prisión a modo de lazarillos.

En la Unidad Carcelaria de Marcos Paz, hay un preso político que sufre el mal de Alzheimer. Actualmente tiene 84 años, fue condenado hace pocos días. Mientras estaba en Marcos Paz todos los días se vestía y se despedía para irse a su casa, totalmente fuera de tiempo y espacio. Así y todo, fue llevado por largos tres meses, todos los días y levantado a las 4 de la mañana, para llegar a los Tribunales puntualmente. Tantas horas de traslado, llagaron su cuerpo, produciéndole escaras que por no haber sido tratadas en la Unidad Carcelaria, debieron internarlo en el Hospital Militar Central, con un alto grado de infección y putrefacción. ¿No es esto abandono de Persona?

Un preso político de 60 años de edad, sufrió delante de la Jueza Federal de Córdoba, quien instruía su causa, un infarto. Seguramente una imagen difícil de olvidar para Su Señoría, quien en un rapto de humanidad, y luego de ser asistido en un Hospital, fue beneficiado con el arresto domiciliario. El preso político está detenido hace 4 (cuatro) años. Todavía sigue procesado, su causa no fue elevada a Juicio aún. Al momento de los hechos que se le
imputan tenía 27 años.

Un Capitán de Navío, preso político en el Penal de Campo de Mayo Unidad 34 sufre de atrofia cerebelosa, EPOC (enfisema pulmonar), ataxia (serios problemas de equilibrio). Ha sido operado. Tiene 66 años. Está procesado y detenido desde el año 2006. Sin juicio, sin condena y con un juez que decide que está mejor en la Unidad 34 que en su domicilio.

Un teniente coronel de 56 años, detenido en la Unidad 34 de Campo de Mayo.
Tiene una esquirla de una granada en la cabeza, producto de un ataque terrorista. Esto le produce ataques de epilepsia. Y lo que es peor aún, ataques agresivos graves, que sus compañeros de detención deben contener para que no se dañe a sí mismo ni a terceros. Está preso hace más de 3 años.

Ya ha muerto más del 10% de los presos políticos. ¿No será que se les está aplicando una pena de muerte encubierta? La pena de muerte está abolida en nuestro país. Si esa fuera la intención que está detrás de estas muertes por notorio abandono y maltrato, se trataría de homicidios o asesinatos lisa y llanamente que deberían ser materia de los correspondientes procesos. Pero, ¿quién procesaría a los responsables? ¿Ante qué jueces? ¡Ante los mismos que son sospechosos de estos crímenes! O sea, sería inútil...

Por lo pronto, todos o casi todos los secuestrados en las cárceles de la tiranía tienen más de 70 años motivo por el cual les corresponde el beneficio de prisión domiciliaria. La ley 24.660, de ejecución de la pena privativa de la libertad, promulgada en 1996, establece que los mayores de 70 años pueden cumplir la pena impuesta en detención domiciliaria cuando mediare el pedido de un familiar. En el mismo artículo se dispone ese beneficio para personas que padezcan una enfermedad incurable en período terminal. Nada de esto es respetado por los Jueces que mantienen en cárceles comunes a 800 ancianos cuya salud, por definición, es precaria y cuya muerte puede ser inminente, máxime teniendo en cuenta la forma cruel y desconsiderada con que son tratados en las cárceles. Lo hacen por pura maldad, odio ideológico o temor a la tiranía. Los motivos no importan. Lo hacen y por eso son responsables de graves penas previstas en el Código Penal.


www.politicaydesarrollo.com.ar, 16-12-2009