viernes, 6 de febrero de 2009

FARC: masacraron 11 políticos por paranoia según diputado liberado


CALI, Colombia (Reuters) - La mayor guerrilla izquierdista de Colombia asesinó a 11 políticos que mantenía secuestrados en la selva por paranoia, reveló el jueves el ex diputado Sigifredo López, quien calificó ese acto como un crimen de guerra producto de la cobardía de sus captores.
López, de 45 años, fue liberado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) después de permanecer secuestrado durante casi 7 años y fue entregado en el suroeste del país a una misión humanitaria, liderada por la senadora Piedad Córdoba, que contó el apoyo logístico de Brasil.
El abogado reveló que sus compañeros fueron asesinados con disparos por los rebeldes en medio de un incidente de fuego amigo que se registró cuando guerrilleros de otra columna llegaron al campamento en donde permanecían secuestrados sin avisar ni coordinar su desplazamiento.
"Los mataron por física cobardía, eso fue un vil asesinato, es lo que se llama un crimen de guerra, por paranoia, porque ellos tienen una orden que si les van a quitar el trofeo, primero los asesinan, porque ellos piensan que es cobardía dejárselos quitar", relató López en una conferencia de prensa.
Los 12 diputados fueron secuestrados por las FARC en abril del 2002 en la ciudad de Cali, la capital del departamento del Valle, cuando un comando guerrillero que se hizo pasar por efectivos del Ejército y de la Policía los evacuó del edificio en donde se encontraban por una falsa amenaza de bomba.
El crimen de los políticos se produjo el 18 de junio del 2007 y la guerrilla aseguró que habían muerto en medio del fuego cruzado en un fallido intento de rescate de un grupo militar no identificado, versión que negó el Gobierno del presidente Alvaro Uribe que acusó a los rebeldes de haberlos asesinado.
NO HUBO COMBATES CON LAS FFAA
López aseguró que no hubo combates ni un intento de rescate de las Fuerzas Militares y que se salvó de morir porque días antes discutió con un comandante guerrillero al que le exigió respeto, ante lo que éste ordenó separarlo de los demás rehenes, aunque permanecía en el mismo campamento.
"Me salve y estoy vivo porque Dios es muy grande, porque me sacaron para mal, para castigarme y dejarme encadenado hasta diciembre", aseguró el dirigente político.
El ex diputado, casado y padre de dos hijos, dijo que inicialmente no se enteró del asesinato de sus compañeros y que durante el combate entre las dos columnas guerrilleras se lanzó al piso y creyó que a los otros 11 políticos los habían sacado del campamento con vida.
El abogado recordó con nostalgia que se informó por la radio del asesinato de sus compañeros y que con un rebelde raso mandó a preguntar al comandante guerrillero si era verdad.
"Le mandan a decir que todo lo que ha escuchado es verdad (...) eso fue la depresión más grande", recordó.
"Me contó lo que pasó un guerrillero: cuando escuchan los dos disparos y la respuesta de ellos a los dos disparos, alguien dijo se entraron los chulos (el Ejército) y el comandante dijo mátenlos y vámonos", relató el político.
Dijo que después del asesinato de sus compañeros no volvió a hablar con nadie, porque eran pocos los guerrilleros que le dirigían la palabra, y que maldijo una y mil veces a los secuestradores.
Pero sostuvo que pese a esa dolorosa experiencia no guarda odio ni rencor y pidió al presidente Alvaro Uribe avanzar en un acuerdo con las FARC que permita sacar de la selva a 22 efectivos de las Fuerzas Armadas que continúan secuestrados, además de cientos de civiles.
López consideró su liberación, la del ex gobernador Alan Jara y la de tres policías y un soldado como un acto político de la guerrilla para reivindicarse ante la sociedad.
"Fue un crimen de guerra, jamás debieron arrebatarles la vida, mis amigos creían en la vida, amaban la vida y los asesinaron de una manera mezquina", concluyó.

(Escrito por Luis Jaime Acosta; Editado por Ricardo Figueroa, 5-2-09)
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