sábado, 2 de febrero de 2008

Iglesia española ante las elecciones

La Conferencia Episcopal Española (CEE) se pronunció, como siempre hace, de cara a los comicios generales [del 9 de marzo] a través de un documento titulado “Ante las elecciones generales 2008”, que recibió una furiosa réplica del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En España, afirmó en rueda de prensa el secretario general y portavoz de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, “hay actualmente varias leyes que son gravemente injustas y que deben ser cambiadas”.
“Una de ellas, dijo, es la ley de reforma del Código Civil en materia de matrimonio. Esa ley ha eliminado del lenguaje jurídico las palabras “esposo” y “esposa”, “marido” y “mujer”. Esta ley desconoce la realidad del matrimonio en su especificidad y es necesario que las leyes protejan el matrimonio”, añadió.
Sobre ETA los obispos afirman que “una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político”.
“No todos los partidos y programas -dicen los obispos en su comunicado- son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana, ni son tampoco igualmente cercanos y proporcionados a los objetivos y valores que los cristianos deben promover en la vida pública”.

“Los católicos y los ciudadanos que quieran actuar responsablemente -añade-, antes de apoyar con su voto una u otra propuesta, han de valorar las distintas ofertas políticas, teniendo en cuenta el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida. No se debe confundir la condición de aconfesionalidad o laicidad del Estado con la desvinculación moral y la exención de obligaciones morales objetivas”.
Martínez Camino dijo que la CEE “no pide el voto para ningún partido. Lo que hace es expresar sus criterios para el ejercicio responsable del voto. Como el bien absoluto no existe en política, habrá que optar por el mal menor o por el bien mayor” (...)
(Fuente: Ámbito Financiero, 1-2-08)