lunes, 4 de febrero de 2008

Acuerdo predecible

Ha sorprendido a muchos el acuerdo político entre el ex presidente Néstor Kirchner y quien compitió por la presidencia hace apenas tres meses, encabezando una alianza opositora. El Dr. Roberto Lavagna aceptó reincorporarse al Partido Justicialista y ocupar un lugar expectable en dicha estructura, si bien aduce representar una “alternativa” al oficialismo. En un reportaje efectuado por el diario Clarín (3-2-08), resume su posición:

-”Yo siempre pensé que no había que hacer ingenierías de creación de nuevos partidos, sino que había que hacer un gran esfuerzo por modernizar y transformar los grandes partidos nacionales”.
-”Aquí claramente hay una mayoría, que es la que expresan el ex presidente y la actual Presidenta, y hay una primera minoría, que es el sector que yo orienté en las últimas elecciones”.
-”También coincidimos con Kirchner en que un proceso de fortalecimiento y democratización del justicialismo va a impulsar un reordenamiento de todas las fuerzas políticas”.
-”Yo siempre dije que había un gobierno con el cual comparto algunas cosas y le critico otras, que había una oposición a veces muy rabiosa, y que había una alternativa que éramos nosotros. No es lo mismo ser alternativa que ser oposición”.

Esta novedad en el ámbito político argentino, confirma la necesidad de un mayor discernimiento antes de emitir el voto, para lo cual se requiere procurar la información necesaria, y seleccionar los candidatos de acuerdo a sus antecedentes y la coherencia entre sus postulados y la escala de valores del ciudadano. Muchos católicos votaron por candidatos que -como Lavagna- no satisfacían los requerimientos mínimos en materia doctrinaria, por considerar que tenían posibilidades de ganar la elección, derrotando a la candidata oficialista, evaluada -correctamente- como la más peligrosa para el país. En una breve orientación para las elecciones (27-9-07), estimamos desaconsejable la candidatura de Lavagna:

“H) Roberto Lavagna - Gerardo Morales: Concertación UNA (incluye a la Unión Cívica Radical)
Orientación ideológica: justicialista.
En su programa, no se encuentran definiciones sobre los cuatro temas no negociables. Tampoco puede deducirse la posición de su trayectoria en la función pública, puesto que colaboró en los gobiernos de Perón, Alfonsín, De la Rúa, Duhalde y Kirchner. En un reportaje en La Nación (15-4-07) se manifestó de acuerdo en despenalizar el aborto con algunos límites. Lanzó su candidatura en Tilcara, Jujuy, en una ceremonia de homenaje a la Pachamama (La Nación, 22-7-07)”.

Por eso no nos sorprende la actitud de este dirigente, que ha demostrado poseer un enfoque pragmático de la política, lo que le permite volver a subordinarse al líder del justicialismo, de quien fue ministro de Economía. Conviene, entonces, insistir en la distinción entre “voto útil” y “mal menor”, a la hora de emitir un voto.
El voto útil consiste en que el elector otorgue su voto a un candidato que tiene posibilidades de ganar, aunque no sea confiable, para que el voto no se desperdicie.
El mal menor no se vincula con el maquiavelismo político, que admite hacer un mal para obtener un bien, lo cual es siempre ilícito. El mal menor consiste en tolerar un mal, no realizarlo. Por eso, en la orientación citada, estimamos que, en caso de segunda vuelta, y frente al mayor peligro que representaba la Sra. Kirchner, la candidatura Lavagna podía constituir un mal menor.

Pero, además, no es habitual que no haya ningún partido aceptable; en esos casos, aunque ninguno satisfaga totalmente nuestras aspiraciones, corresponde votar al partido o candidato más afín. Acaban de señalar los obispos españoles que, no siendo posible encontrar en la política el bien absoluto, es necesario elegir el mal menor. Votar un partido que carece de posibilidades de obtener ni siquiera una banca de concejal, no es una acción inútil. Si el partido satisface las expectativas, pues defiende principios sanos y presenta una plataforma que convendría aplicarse, y/o postula a dirigentes capaces y honestos, merece ser apoyado. En la elección 2007 -según nuestra evaluación- había al menos dos partidos en esa condición.
El acuerdo Lavagna-Kirchner, puede servir de advertencia sobre la necesidad de una mayor participación cívica, y lo negativo del voto útil.
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Antecedentes relacionados con el tema, que pueden encontrarse en nuestra página:

-Elecciones presidenciales 2007.
-Mal menor en las elecciones políticas. Votar: ¿optativo o moralmente obligatorio?
-Conferencia Episcopal Española. “Ante las elecciones generales 2008".

[Foro Azul y Blanco, 6]